La antigua Electra de Valladolid acogerá 60 apartamentos para mayores

El edificio de la antigua Electra de Valladolid , una imponente costrucción de ladrillo visto, se convertirá próximamente en un bloque con 60 apartamentos de uno o dos dormitorios para personas mayores y que funcionarán bajo un modelo de viviendas colaborativas que además contarán con asistencia. Este proyecto se inspira directamente en la ciudad sueca de Linköping, precursora de esta manera de vivir en los años 80 de una forma más económica, sostenible, solidaria y cómoda.

Los sesenta apartamentos, tal y como se indica en la página web de la promoción, se ubicarán en un entorno privilegiado con grandes zonas verdes y en el epicentro de Valladolid, junto a la Plaza de Zorrilla y la Plaza Mayor y cerca de todo, donde poder disfrutar de la "tranquilidad" de las viviendas, además de servicios asistenciales según demanda . Además, tendrán el valor añadido de ubicarse prácticamente sobre la orilla del río Pisuerga entre la plaza del Poniente y la Cúpula del Milenio.

La promoción nacerá bajo régimen de cooperativa , con un uso residencial colectivo y asistencial, que cuenta con apartamentos privativos y espacios colaborativos. Están proyectados 60 apartamentos de uno o dos dormitorios, pensando en 60 personas junto con sus parejas y acompañantes, "que quieren seguir siendo dueños de su vida y de sus decisiones , en un marco de convivencia junto a amigos y vecinos afines".

En estas viviendas se pondrá especial énfasis en el aislamiento acústico entre apartamentos y aislamiento térmico de fachadas, así como en revestimientos interiores con solados y aplacados de gres de primeras marcas , revestimientos exteriores con piedra natural y ladrillo caravista, con los que se busca la máxima durabilidad y confort.

También se hará hincapié en la producción de calor centralizado mediante aerotermia de alto rendimiento, complementado con intercambiadores individuales de calor. La climatización de los apartamentos será mediante  suelo radiante para calor y también refrescante , y las viviendas tendrán contadores individuales, ventilación mecánica de todos los apartamentos y estancias del complejo.

Por último, el edificio será accesible, con baños adaptados para discapacitados, y contará con una clasificación energética tipo A garantizada.

Conviene recordar que el edificio de la antigua Electra era uno de tres importantes hitos de la identidad arquitectónica  de la ciudad que habían entrado a formar parte de la ‘lista roja’ del patrimonio de la Asociación Hispania Nostra, que pone el foco sobre bienes  en riesgo de «desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores».

Construido a comienzos del siglo XX como símbolo, e imitando los palacios industriales europeos y norteamericanos, el edificio de la  Electra Popular Vallisoletana , representa la máxima transformación que en aquel tiempo podía esperar una ciudad: la llegada de una energía invisible que pondría luz en las calles sin necesidad de aceite en las farolas y movería los también novedosos tranvías.

En 2019 fue incluido en la lista de la asociación Hispania Nostra al presentar un estado  «de ruina progresiva, amenazada por la especulación urbanística  con su completa desaparición». Desde la organización advertían que « la fachada principal está protegida  por el Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid y el resto del edificio parece carecer de ella» al tiempo que recordaban como en los últimos veinte años ya habían surgido algunas ideas para recuperarlo: «En 2007 se pretendió abrir en el edificio  un hotel de 5 estrellas,  proyecto que nunca se llegó a materializar dejando al edificio sumido en una decadencia que se agrava con los años». 

En este edificio tan característico y que tanto llama la atención de los viandantes que fijan su mirada en él por primera vez, «su imagen va más allá de lo que se entiende por un edificio industrial, fue  proyectado como un edificio noble, un palacio de ladrillo,  y es uno de los más destacados edificios de la arquitectura ecléctica de ladrillo que en el primer tercio del siglo XX se popularizó». «Los peculiares elementos decorativos como los pináculos y cornisas constituyen un alarde en el uso de la fábrica cerámica a medio camino entre el modernismo y el regionalismo. La fachada principal hacia el paseo Isabel la Católica simula ser simétrica con la repetición de elementos, si bien en realidad las naves tienen diferentes dimensiones. Cabe destacar el antiguo escudo metálico de la ciudad que corona el edificio en ambas naves laterales», exponen estos vigías del patrimonio de todos los rincones del país, los especialistas de Hispania Nostra.