Lola Herrera: «Valladolid es un lugar que marca como ciudad de teatro»

Con el público en pie y una extensa ovación fue recibida Lola Herrera en el momento de la recogida del Premio Especial del Jurado de la Asociación Amigos del Teatro Ciudad y Provincia de Valladolid . Un reconocimiento a su trayectoria que reflejó la admiración por su figura que tienen los vallisoletanos y el mundo del teatro por tantas obras y representaciones. Y las que quedan, como ella mismo quiso asegurar mientras tenga «las condiciones para hacer mi trabajo en toda su exigencia».

El Palacio de Pimentel,  sede de la Diputación Provincial de Valladolid, se vistió de gala porque la ocasión lo merecía. El encuentro entre generaciones en el oficio de intérprete deslumbraba con la presencia de Lola Herrera, Juan Echanove y Marina Salas . Pero en los tres, el presente seguía siendo el denominador común de la entrega de premios de la 34 edición de los Premios Amigos del Teatro.

 

En presencia del presidente de la Asociación de Amigos del Teatro de Valladolid, Pedro Ojeda ; la primera teniente de alcalde y concejal de Educación y Cultura en Ayuntamiento de Valladolid, Irene Carvajal ; y del presidente de la Institución Provincial, Conrado Íscar , entre otras autoridades, el último domingo de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid sirvió para homenajear al teatro, por lo que Iscar destacó que se cumplen el 20 aniversario de una «fructífera colaboración entre la Asociación, el Ayuntamiento y la Diputación , con la entrega de siete premios a las diferentes categorías». 

Con más de 200 espectáculos de las diferentes artes escénicas a lo largo de 30 localidades de la provincia de Valladolid, el presidente de la Diputación Provincial anunció  un convenio de colaboración para acercar la representación de Don Juan Tenorio de José Zorrilla a las diferentes localidades de la provincia vallisoletana. 

Tras felicitar a los premiados, y en especial a Lola Herrera por «toda una vida dedicada a la interpretación», Íscar invitó al público a seguir haciendo de Valladolid «una tierra llena de gente abierta, ilusionada y optimista» .

Por su parte, la concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, puso en valor la gala celebrada por la Asociación Amigos del Teatro al ser un evento que es «una cita obligada en la recta final de las ferias y fiestas patronales de la ciudad», que «constata la buena salud del teatro en Valladolid» como también «el compromiso de todas las administraciones».

«Los vallisoletanos amamos el teatro y lo vivimos de modo cotidiano, y el teatro ama a Valladolid y a su públic o, porque el teatro es algo intocable e incuestionable y su lugar en el alma local es siempre un palco preferente», expresó, antes de dirigirse a los artistas presentes que «por amor y vocación, hacéis posibles que el telón se levante cada día».

Antes de comenzar con la entrega de galardones, el testigo fue recogido por Pedro Ojeda, presidente de la Asociación de Amigos del Teatro de Valladolid, que también agradeció a  los premiados por su trabajo y a todas las personas que lo hacen posible, donde remarcó la relación con el Ayuntamiento de Valladolid que «siempre ha sido hermosa y bonita».

Los primeros en recoger los reconocimientos fueron los artífices de Rosas. Inventario de Pérdidas , José Manuel Mora -texto y dirección- y Marta Ruiz de Viñaspre -interpretación-, que recibieron el Premio Félix Hernández a la mejor propuesta escénica y agradecieron en su discurso que se otorgase la «oportunidad y calidad de un proyecto en el que se recupera la vida y la obra de la escritora Rosa Chacel».

Amancio Gil se hizo con el Premio Clemen Madero al mejor actor o actriz no profesional porque, según señalaron desde la Asociación, «realizó un magnífica interpretación en el papel de Mosquito en El Lindo don Diego, que representó esta temporada la compañía Teatro Arcón de Olid».  La Nave del Calderón consiguió el Premio Ángel María de Pablos a la mejor labor profesional de las artes y las letras por un proyecto que reúne «con excelencia varias disciplinas que experimentan nuevos formatos en las artes escénica».

Por otro lado, e l Premio Ángel Velasco fue entregado a Tiramisú Teatro porque «la compañía se creó en el año 1991 y durante sus 30 años de vida sigue con toda su ilusión y energía procurando innovar en todas sus propuestas».

Marina Salas se llevó el galardón a la mejor actriz profesional por su papel en la obra La infamia , la cual cuenta la historia de Lydia Cacho , una periodista y activista mexicana que ha luchado durante toda su vida contra la violación de los Derechos Humanos. «Siento que estáis premiando un ejemplo de una mujer que habla alto, claro, directo, sin vergüenza y sin miedo, y esa es la voz que yo de pequeña hubiera querido escuchar» , dijo en su intervención, tras reconocer señalar a Juan Echanove y Lola Herrera como «referentes» y por «contribuir realmente a la cultura de este país».

El siguiente en dar un paso en firme en el escenario con la correspondiente abrumadora ovación del público fue Juan Echanove, que recogió el premio al mejor actor profesional por su «magnífica interpretación» en la obra Ser o no ser. En su momento, se quiso acordar de una noche de Valladolid vivida durante sus inicios como actor. «Me confirmó que  había caído en la profesión y en la manera de vivir más bonita que podía soñar» , rememoró.

Por último,  el premio especial del jurado se le otorgó a Lola Herrera , en agradecimiento por toda su trayectoria en el teatro. Tras una sonora ovación, la actriz vallisoletana agradeció todos los reconocimientos  recibidos de su ciudad, e hizo un repaso a sus comienzos. Desde que a los 12 años ganó un concurso de canto en el Teatro Carrión, prolongando su carrera solo dos años más hasta embarcarse en la interpretación. «Nunca soñé que quería ser actriz» , reconoció, pero subida ya a los escenarios afirmó que encontró «el amor por el teatro».

«Me quedo aquí para siempre» , aseguró a sus 88 años, y añadió al respecto que no se bajará de los escenarios «mientras esté en condiciones de hacer mi trabajo en toda su exigencia». Como cierre, reflejó sentirse «orgullosa de pertenecer a una ciudad donde el teatro es algo importante» y que «marca como lugar de teatro» .