Diario de Valladolid

El TS confirma cárcel para un violador múltiple de Valladolid que reincidió tras quedar libre

Ratifica una pena de 15 años para ‘el violador de portal’, que cometió 4 violaciones en Valladolid en 15 meses hace 24 años y que, tras salir en libertad, abusó de una menor en Alicante

Calle Las Monjas de Valladolid, lugar de su primera violación en Valladolid en junio de 1999. E. M.

Calle Las Monjas de Valladolid, lugar de su primera violación en Valladolid en junio de 1999. E. M.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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Tal vez en la memoria de muchos se haya borrado. Pero aquel joven de 22 años sembró el terror en Valladolid en 1999 y 2000. Cometió cuatro violaciones y lo intentó en otra ocasión más antes de ser apresado. Aquello le valió a R.C.F. , conocido como ‘el violador del portal’,  una condena  de 75 años de cárcel . Los años entre rejas no fueron suficientes ni como castigo ni como reinserción. Al salir volvió a las andadas. Y las andadas fueron el abuso sexual contra una menor, en Alicante. Es el rastro de una alimaña, que tras dejar su criminal huella en la capital pucelana, ahora con 44 años, ha reaparecido en el Levante español, según ha podido saber El MUNDO / DIARIO DE VALLADOLID. Y al que el Tribunal Supremo acaba de ratificarle una condena de 15 años de prisión impuesta por la Audiencia Alicantina y que también ratificó el TSJ de la Comunidad Valenciana.  

La  historia de no reinserción de R.C.F. conocida ahora por este diario es el desenlace que nadie espera para los depredadores sexuales, pero el que siempre ocurre por desgracia cuando salen de prisión: reinciden. Por citar los casos de los dos violadores más peligrosos de Valladolid, la leyenda se ha cumplido y además, no tardando. Pedro Luis Gallego, el ‘violador del ascensor’, que cometió a comienzos de los 90 dos violaciones con asesinato (Marta Obregón en Burgos y Leticia Lebrato, en Valladolid), y el intento de agresión sexual sobre otras dos mujeres fue condenado a 273 años de cárcel, pero con la derogación de la doctrina Parot, salió a la calle en noviembre de 2013. En menos de cinco años raptó y violó a varias jóvenes en Madrid. 

Juan Manuel Valentín Tejero, el asesino y violador de la niña de Villalón Olga Sangrador, en junio de 1992, salió de prisión también en 2013 por la misma anulación de la doctrina sobre el etarra, y en diciembre de 2016 cometió abusos sobre la hija de un amigo que le había acogido para pasar las Navidades de aquel año. 

Del mismo rango depredador son el violador de la capucha de Valladolid y el también llamado del portal,   Oldemar Segundo O.W., que violó a tres mujeres en Valladolid en 2008 y fue condenado a  22 años de prisión un año más tarde, Sobre estos dos últimos condenados no ha existido posibilidad de reincidencia porque no han salido aún de prisión. 

Trato vejatorio

La reincidencia no conoce fase de enfriamiento, como se ha conocido ahora con el violador del portal que sembró el terror en Valladolid entre junio de 1999 y septiembre de 2000, casi quince meses en los que atacó a seis mujeres en distintos barrios de la capital de Pisuerga, llegando a consumar cuatro violaciones, en tanto que fue condenado en grado de tentativa por otra quinta y resultó absuelto de otro ataque sexual.

La Audiencia de Valladolid, en sentencia de 28 de mayo de 2002, condenó a R. C. F., el «violador del portal», a 75 años y 9 meses de prisión al considerar probado que este joven, que, cuando tenía 22 y 23 años, fue el autor de cuatro delitos de agresión sexual consumados y uno más en grado de tentativa entre junio de 1999 y septiembre del 2000. Los delitos sexuales sumaron 59 años de pena y el resto de condena fue por cinco delitos de robo, también uno en grado de tentativa, un delito de amenazas, tres faltas de lesiones y dos faltas contra las personas. 

La identificación del joven por sus víctimas, primero en una rueda de reconocimiento y luego durante el juicio y las pruebas de ADN realizadas con lo s restos biológicos que se hallaron tanto en las ropas como en el cuerpo de las mujeres agredidas resultaron pruebas abrumadoras y concluyentes para el tribunal, que consideró «totalmente acreditada» la autoría de los hechos.

Albañil de profesión, R. C. tuvo en jaque a la Policía de Valladolid durante un año y medio, periodo en el que cometió las cinco agresiones sexuales por las que ahora ha sido condenado, siempre en circunstancias similares. El joven esperaba a sus víctimas en un portal o un garaje y tras abordarlas amenazaba con una navaja para cometer la agresión . Tras consumar la violación, robaba el bolso a las víctimas.  Así actuó en la primera de las violaciones, cometida el 20 de junio de 1999 en la calle Monjas, en el barrio de La Victoria, a la que siguieron otras cuatro agresiones sexuales en Santo Domingo de Guzmán, avenida Ramón Pradera, Navarra y Caamaño, esta última cometida el 11 de septiembre de 2000, poco antes de ser detenido.

En el caso de las agresiones sexuales, el ponente de la sentencia entendió que concurrían además las agravantes de tratamiento especialmente vejatorio, dado que varias de las víctimas presentaban mordiscos y diferentes lesiones, y la utilización de medios especialmente peligrosos, la navaja, susceptibles de producir la muerte.

20 años en prisión

Este periódico ha podido saber que R.C,F., con 44 años en la actualidad, volvió a reincidir al año de salir de prisión . Ingresó en la cárcel el 16 de septiembre de 2000. Cumplió 20 años entre rejas, ya que salió en septiembre de 2020, se marchó a Alicante a rehacer su vida y el 1 de febrero de 2021 abusó de una menor de 14 años en una localidad de la comarca alicantina de Orihuela. 

Según los hechos de la sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante, ahora ratificada por el Tribunal Supremo de forma íntegra, ya que desestima su recurso de casación,  el relato del delito dice que día 1 de febrero de 2021, sobre las 19:45 horas, se encontró con la menor en un túnel cercano a un Centro Comercial  de la provincia alicantina, lugar éste al que ella se había dirigido en busca de los amigos con los que, momentos antes, había estado en una casa abandonada próxima a dicho túnel, para que le devolvieran su mochila con sus pertenencias, que al parecer le habían sustraído.

La menor se sintió amedrentada al verse a solas en el túnel con el acusado, mucho mayor que ella, y sin nadie a quién pedir auxilio, ante lo cual optó por entablar conversación con él para que no le hiciera nada. En un momento dado, el procesado  aprovechando que no había nadie por los alrededores, comenzó a besar a la menor , le quitó bruscamente la ropa que llevaba puesta , y tras ponerla de espaldas contra la pared con agresividad, comenzó a tocarle sus partes íntimas, intentando penetrarla por vía anal y vaginal, quedando la víctima paralizada ante el temor que sintió. Asimismo, le besó por el cuello y la región umbilical.

Acto seguido, se puso de pie delante de ella, la cogió de forma violenta de la cabeza, y con igual ánimo, la obligó a practicarle una felación mientras la cogía por la nuca, apretando su cabeza con fuerza contra él. Durante el transcurso de estos hechos el acusado golpeaba la cara de la menor con sus manos. El acusado eyaculó en la cara de la niña. Por estos hechos fue condenado a 15 años en octubre de 2022. 

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