Diario de Valladolid

El primer chapuzón del parque acuático de Valladolid

JUAN MIGUEL LOSTAU. 29/06/2023. VALLADOLID. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. AQUAPARK DE CASTRONUÑO.

JUAN MIGUEL LOSTAU. 29/06/2023. VALLADOLID. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. AQUAPARK DE CASTRONUÑO.

Publicado por
Estibaliz Lera

Creado:

Actualizado:

El único parque de toboganes de la provincia abre la temporada hasta el 3 de septiembre / Con 16 trabajadores, Espera recibir a 10.000 visitantes 

Es un secreto refrescante en plena Tierra de Pinares; un corazón de agua que lleva haciendo las delicias de pequeños y mayores desde hace más de 50 veranos, y un punto de encuentro a orillas del Duero que mira sin parar a la reserva natural de las Riberas de Castronuño. Allí, rodeado de encinas y de un ecosistema palustre, emerge Gran Florida , el único parque acuático de la provincia vallisoletana. Este complejo abrió este miércoles sus puertas hasta el 3 de septiembre. 

Más de 6.000 metros cuadrados , en los que, año tras año, reciben a «entre 5.000 y 10.000 visitantes» procedentes, sobre todo, de Valladolid, Salamanca y Zamora, según comenta Laura Martín, directora gerente de estas instalaciones. Cuenta con piscinas y tres toboganes: el más corto, de 15 metros de longitud y cuatro pistas de baja inclinación para los pequeños, otro de 40 metros y tres pistas para mayores de siete años y un tobogán-tubo de 70 metros para personas que midan más de 1,10 metros y pesen menos de 100 kilos. 

Estas instalaciones se inauguraron en 1972. Cuenta, con una gran sonrisa, que fueron sus abuelos, Mariano Poncela y Marcelina Gómez , los que «con toda la ilusión del mundo» construyeron las que se convirtieron «en una de las primeras piscinas de Valladolid». Tuvieron la idea y funcionó. De hecho, sigue funcionando. Es más, Martín apunta que espera que su hijo, que ahora solo tiene 4 años, y su sobrino de 8 se conviertan en la cuarta generación en ponerse al frente de este negocio familiar, que busca combatir el calor en plena meseta castellana. 

«Estamos al lado del río y en los años 70 todo el pueblo iba a bañarse al Duero. Un buen día mi abuelo dijo: ‘A lo mejor no todo el mundo quiere bañarse ahí y prefiere hacerlo en una piscina’». Despertó interés. Junto a la posibilidad de darse un chapuzón se unía la opción de comer y dormir, ya que contaban con un restaurante y una pequeña pensión. «La entrada costaba unas 100 pesetas. Todavía guardo los tickets de aquella época con mucho cariño» .

Primer tobogán en 1996

Este emprendimiento llegó lejos, en concreto, hasta 1996, año en el que tomaron el testigo sus hijos, Mariano y Benito Poncela, la segunda generación. Además, indica, crearon el primer tobogán. El segundo llegó en el 98. En 2019, en la antesala de la pandemia, inauguraron el tercero. Este año,  esperan que se disfrute lo máximo posible. « Es una atracción que despierta muchísimo interés» .

Desde 2007 tiene el sello de la actual gerente que cada verano crea 16 empleos. «Generamos trabajo en el medio rural. Es verdad que son dos meses, pero estoy contenta de poder hacerlo» Y es que, según recalca, Gran Florida es un complejo que supone «mucho trabajo y sacrificio» para tenerlo todo limpio para recibir a sus clientes cada día. 

Aparte de su gran atracción, los toboganes, cuenta con una gran piscina, zonas verdes de descanso, una amplia zona de juegos para disfrutar con los niños, zona de bar y restaurante, servicio de guardarropa y aparcamiento gratuito. Las entradas, que se adquieren en taquilla por orden de llegada, son gratuitas para los bebés, seis euros para los niños hasta 11 años y siete para los adultos entre semana. Los fines de semana y festivos, el precio de la entrada de niños y adultos aumenta dos euros. «La gente suele aprovechar para venir cuando tiene más tiempo libre que son los fines de semana, sin embargo, un lunes puede que esté lleno porque todo el mundo ha pensado que iba a haber poca gente» , sostiene Laura Martín, quien agrega que la afluencia depende del tiempo. 

El complejo estará abierto durante poco más de dos meses, de 12 a 20 horas. «No tenemos bonos ni hacemos fiestas nocturnas . Abrimos todos los días y tanto pequeños como mayores se lo pasan muy bien. Tenemos un parking gratuito, se puede disfrutar de un entorno maravilloso, respirar aire puro y comer en las instalaciones», relata. Ofrecen a los visitantes una amplia carta compuesta por «opciones muy de verano» , como pasta, hamburguesas, sándwiches, platos combinados o ensaladas, «a precios muy asequibles». 

Escuela de nadar

Gran Florida es un complejo que guarda muchos recuerdos. Laura ha pasado allí su infancia y su juventud. Se ha criado entre chapuzón y chapuzón. Su hijo, manifiesta, también lo está haciendo. «Le gusta mucho el agua. Está todo el día aquí, así que espero que algún día pueda seguir con el negocio familiar» . Un negocio familiar en el que, tal y como recuerda, mucha gente ha aprendido a nadar. «Aunque los toboganes son un gran atractivo, algunas personas solo vienen a darse un baño y tomar el sol . A día de hoy mucha gente se acerca para decirme que aprendieron a nadar en Gran Florida». A estas enseñanzas  se suma una curiosidad: «Somos de los pocos lugares que cuentan con una fuente en su piscina grande que está operativa»

Este complejo tiene el título de ser el único parque acuático de la provincia vallisoletana, si bien no es el único de Castilla y León. También están las conocidas piscinas municipales de Valencia de Don Juan , en León, que cuentan con una piscina olímpica, una piscina de chapoteo, la piscina de la bola y varios parques de agua. Y, por unos votos más, no se han sumado otras instalaciones de este tipo. Óscar Puente, secretario general del PSOE de Valladolid, prometió que si ganaba las elecciones iba a dotar a la ciudad de un «gran centro de ocio acuático» que, en principio, se instalaría en la parcela de Pinar de Jalón. Un plan truncado al llegar a un acuerdo el Partido Popular con Vox para gobernar.

En este punto, Martín deja claro que este proyecto «solo era un capricho político» que la podía hacer perder clientes. «Es verdad que seguramente hubiera habido negocio para todos porque al final la gente lo que quiere es salir y pasárselo bien. En Valladolid ya hay muchas piscinas tanto cubiertas como descubiertas, a las que se suman las de las urbanizaciones. No creo que fuera necesario construir un complejo de estas características . Además, seguro que los precios iban a ser caros e iba a haber colas como pasa en el Aquopolis de Madrid», concluye.

tracking