La ‘viuda negra’ francesa que eligió Valladolid para matar

El asesinato más maquiavélico ocurrido en suelo vallisoletano  en muchas décadas , si no el que más de la historia negra de la provincia, por sus escalofriantes ingredientes de traición, ambición desmesurada y frialdad, cumple el próximo 12 de julio veinte años. Fue ese día del  año 2003 , a las cuatro de la tarde, cuando los franceses amantes clandestinos Dominique Louis y Jean Claude Vaze ejecutaron el plan de atropellar al acaudalado marido de ella – Simon Jochimec, de 76 años, esposo solo desde hacía un año antes– en la antigua carretera de Tordesillas a Zamora, en el kilómetro 407, a la altura de Villalar de los Comuneros. 

Los ‘amantes diabólicos,‘  la «viuda alegre’, ‘la viuda negra de Tordesillas’ o ‘los pequeños secretos de madame Jochimec’ son solo algunos de los títulos de reportajes y documentales de televisión que generó en Francia y en países como Reino Unido, este impactante asesinato digno del mejor guión de novela negra. 

Porque si en España el crimen de la viuda negra ha generado páginas  y páginas en diarios y libros, y  horas de radio y televisión, en Francia, el interés por el caso fue inusitado. Lo nunca visto. La malvada Dominique Louis ya había dejado un reguero de pésima reputación en Francia, especialmente cuando en 1995  fue expulsada de la Policía Nacional gala por ejercer la prostitución, imagen que empeoró cuando decidió ‘robarle’ a su hermana  Michelle el marido con el que tenía tres hijos. 

Ese  esposo era Jean Claude Vaze (nacido el 30 de julio en Croix, Francia), el amante siempre clandestino , el hombre que no tenía dónde caErse muerto y que consintió que Dominique, con el alias de ‘Maud’, siguiera trabajando como prostituta. De hecho, Vaze, llevaba la agenda de sus citas y los pagos que recibía de los encuentros sexuales, cada vez más selectivos, con sexagenarios acaudalados prioritariamente.

SIMÓN, "EL PASMADO"

Con una policía francesa que, de entrada, no se iba a creer nada de Dominique si su marido moría atropellado, la viuda negra y su amante, pensaron que debían ejecutar el plan del atropello en otro país. Y ahí   radica la explicación de por qué eligieron España y más en concreto una inutilizada carretera de Tordesillas Zamora para simular el accidente.

La elección de España era las más obvia. Pero antes hay que apuntar que  primero, Dominique y Vaze, un año antes, eligieron a la víctima propiciatoria. Esa era Simon Jochimec, de 75 años entonces (nació el 22 de junio de 1927), 31 más que ella (nacida el 14 de diciembre de 1958 en Estrasburgo). La viuda alegre, siempre sin escrúpulos, se fijó en él porque casualmente había heredado cerca de seis millones de euros a la muerte de su madre , que había sido propietaria de una sombrerería de lujo Palais de Bas, en la milla de oro comercial de Lyon (Francia). Jochimec, soltero hasta ese 2022 era hijo único ya que su único hermano murió ahogado a los 18 años  en el río Saona. 

En esa primavera de 2022 Dominique era la ‘querida’ de Christophe, un compañero de cartas de Jochimec, pero, lo que son las cosas, Cupido hizo que la expolicía se fijara más, tras la suculenta herencia, en los encantos de Jochimec. Un arrebato pasional que cristalizó el 6 de septiembre de 2022 con una boda civil exprés y en la intimidad. Tan restringida, que la trabajadora de la agencia inmobiliaria  que les había vendido el piso en Lyon hizo de testigo, No había nadie más. La vendedora de casas no entendía nada, pero la viuda negra le explicó que les hacía ilusión que la mujer que les vendió el apartamento, fuera la testigo de tan enternecedor enlace. 

Entre tanto Jochimec, que por algo era apodado ‘el pasmado’ flotaba en el aire con una sonrisa perenne mientras cogía del brazo a una mujerona de 1,75 metros de altura, pelo flamígero y 31 años menor. 

Totalmente entregado, los deseos de ‘Maud’ eran órdenes. Así, tras adquirir el citado apartamento en Lyon se prestó a comprar un chalet en Santa Pola (Alicante) por recomendación de Dominique.  La casa se llamaba ‘La Star’ , un guiño a las ínfulas de la dueña. Ahí comenzó a residir Jean Claude y el hijo de él y de Dominique, Olivier Vaze Louis. 

Deporte en Zamora

Jean Claude, en su pasado, deportista, piloto, domador de caballos, vendedor de coches de importación y hombre de mundo en general, tenía 57 años en ese 2022, y vivía  con mucho tiempo libre. Dinero tenía: el que le pasaba ‘Maud’ por sus citas sexuales. Así que pasaba el tiempo como entrenador de su hijo Olivier en el Club de Atletismo de Santa Pola. Este dato, que parece intranscendente, es clave para entender por qué eligieron Villalar para matar a Jochimec . Los días 28 y 29 de junio de 2003 acudió con Olivier a participar en el 52º Campeonato de España Juvenil en Zamora. El chaval fue sexto en la carrera de 1.500, pero Jean Claude se llevó como botín el lugar perfecto para tender la celada al anciano Jochimec con la excusa de un atropello ‘accidental’.  Ella y Jochimec habían salido ese 12 de julio del Parador de Tordesillas, rumbo al de Zamora. Conducía ‘Maud’ un Peugeot 406 y, sonriente, esperaba en una carretera de acceso a la N-122 su  amantísimo Jean Claude.

COARTADAS DERRUMBADAS : El cambio de ruedas y risas en un teléfono pinchado 

La ejecución del falso atropello se llevó a cabo a las 16 horas del 12 de julio de 2003 a la altura del kilómetro 407 de la vieja carretera entre Tordesillas y Zamora. Fue  la primera decisión sospechosa, porque ya existía autovía. Dominique, conductora, simuló que se había pinchado una rueda y mandó a su solícito marido a repararla. Saliendo de una carretera, Vaze le pasó por encima a 30 kilómetros a la hora con un 4x4, para asegurar el aplastamiento y la muerte.

Desde julio de 2003 y hasta febrero de 2004, cuando fueron detenidos, la Guardia Civil y la Policía francesa se pusieron las botas al ver cómo se desvanecían con suma facilidad todas las coartadas de Dominique. Más de diez años en la Policía gala no le habían servido para muñir con más profesionalidad sus coartadas. Así, a los investigadores les llamó la atención las huellas del neumático del todoterrno conducido por Vaze dejó en el cuerpo de la víctima y que éste cambiara las cubiertas estando casi nuevas. También recelaron cuando supieron que Jochimec había heredado más de seis millones de euros, parte de los cuales estaban en cuentas en Francia y Suiza . 

Otro de los datos clave proporcionados por la Policía francesa es la relación que Maud había mantenido con Jean Claude Vaze y seguía viva  tras el matrimonio con el septuagenario. Habían pinchado los teléfonos y descubierto que tenían teléfonos oficiales desde los que Maud hablaba con tristeza de la irreparable pérdida de su querido marido, y otros terminales con tarjeta prepago en teoría inexcrutables, donde daban rienda suelta a su amor y brindaban por la nueva etapa cubierta de dinero. Era una época en la que las tarifas de Dominique eran las siguientes: unos 120 euros por acompañar a un cliente a una cena o una fiesta, una cantidad que se elevaba a 600 euros si mantenían relaciones sexuales. También ofrecía ser acompañante durante una semana o más en viajes por el mundo, lo que conllevaba una tarifa de 2.500 euros. 

Hubo detalles muy cantosos, cómo que reveló que Jochimec había muerto atropellado en un pueblo de los Pirineos franceses, y se comprobó con facilidad que era falso, y también el hecho que decidió incinerarlo en Valladolid a toda prisa (para eliminar pruebas) siendo Jochimec hebreo y está  proscrito por esta religión.

La prisión les llevó a delatarse . Jean Claude y ‘Maud’ fueron condenados en enero de 2008 a 30 y 28 años de cárcel , Se cubrieron las espaldas hasta que en 2009 Vaze deslizó que la autora del atropello podría ser Dominique. Ella, a su vez, le acusó. Él terminó suicidándose en la cárcel.