Los vecinos del Paseo del Cauce, alarmados por las ratas: "Se han metido ya en casas"

La primavera y la sobrealimentación han traído consigo que decenas de ratas del Paseo del Cauce en Valladolid se reproduzcan de manera descontrolada. En un principio, los roedores comenzaron a aparecer la zona del río, pero con el paso del tiempo su población aumenta y han comenzado a salir a las calles cercanas en busca de alimento. Los vecinos esperan que las medidas tomadas por el Ayuntamiento de la ciudad sirvan para controlar este problema. 

“El sábado pasado contamos hasta 18 ratas , que parecían gatos. Solamente en este cachito de aquí”, aseguraba Ana, una vecina de la zona.  “Por aquí arriba las ves pasear. Se suben. Y te tienes que ir tú porque ellas no se van “, señala en referencia al puente que cruza por encima del río.  “Ahora sin comida, a ver. Tenemos el miedo de que sin comida se nos vayan para las casas . El otro día hasta ese portal fue una”, explican. Este temor se debe al aumento de vigilancia en la zona para evitar que se alimente a los patos con pan, la principal causa de que hayan proliferado las ratas en la zona, y que al escasear hará que los roedores salgan en busca de alimentos. "Siempre ha habido alguna rata, pero no como este año. Este año es horroroso ”, añaden.

“ Son grandísimas . A mí me dan mucho asco. Estaba viendo a una pata con sus patitos y había una en la otra orilla tan tranquila”, afirma una mujer que pasea de forma habitual por la zona. Unos vecinos de la zona observan como una de las ratas recorre las cajas con veneno que se han dispuesto para eliminar la plaga. "Salen por las huras de allí y se meten por las otras. Se ven hasta las 'cagalitas' desde arriba. Esto no es normal en medio de la ciudad", denuncia Silvano sobre el asunto. “Hace unos días que las estaban echando comida y salían por todos lados. Siempre se han visto, pero ahora yo creo que están en aumento. ", añade su mujer, María Jesús.

Los vecinos señalan a un hombre que pasea por la zona con el único fin de alimentar demás a estos animales. "Por las mañanas se veían más de 30 ratas , a la hora a la que él las daba de comer. Si no era aquí, era en el otro puente. Primero venían los patos, luego las ratas, luego los pájaros. Y sí que ha habido veces que se juntaban más de 50 ratas. Desde que habló con él la Policía, parece que no ha vuelto a darles nada", declara una vecina. “A mí si están por aquí no me molestan, pero ya están empezando a subir a la calle. Se suben por las enredaderas y las ves por ahí danzando ", señala y añade que están empezando a llegar a las viviendas, "Si que es verdad que son ratas de agua y este es su hábitat natural, pero están proliferando demasiado y se han metido ya en casas ”, explica. "Es un problema para los que vivimos al lado"

No obstante, hay vecinos que no sufren tanto pánico por ver a los roedores. "Yo solo he visto una. Estamos al lado del Esgueva, es la cosa más normal del mundo", indica otra vecina. Asimismo, recalca que el problema reside en la falta de limpieza de esa zona del cauce y el deterioro de las losas que forman una de las orillas, en las que las ratas han creado cientos de túneles por los que recorrer el río; así como a la ausencia de gatos. "El problema es cuando hay muchas y matan a los gatos. Siempre ha habido gatos y ahora no hay ninguno. Son fundamentales. La naturaleza es así, un ecosistema perfecto: unos se alimentan de otros", argumenta esta vecina como denuncia a la campaña de esterilización de los felinos en las ciudades, que ha provocado la ausencia en las calles de uno de los principales enemigos de las ratas.

Entre algunos vecinos expectantes, aparecen también los técnicos de la Brigada de Zoonosis , encargados de comprobar los cebos y que todo este funcionando completamente. "Si tienen alimento, se reproducen en cualquier momento", explican y añade que la falta de cuidado de la zona es una ventaja para los roedores, " rellenan los huecos de hierbas y hacen las madrigueras, porque está todo reventado y ahí no pasan ni frío ni calor". Asimismo, argumentan que esta situación se ha producido durante los tres últimos años. No obstante, los técnicos y algunos vecinos señalan que el número de ratas se ha reducido en los últimos días, gracias a un anticoagulante que los roedores consumen dentro de unas cajas negras colocadas por el territorio acotado.