Valladolid declara el entorno de Coca como zona saturada para poner freno al ocio nocturno
El Ayuntamiento no concederá más licencias para terrazas y podrá cerrar de forma temporal un local en caso de acumular dos sanciones graves
El Ayuntamiento no concederá nuevas licencias para actividades que puede ser ruidosas ni autorizará más terrazas en la zona del Coca, además de no ampliar las existentes, como medida para mitigar el ruido y hacer compatible la actividad de los establecimientos con el derecho al descanso de los vecinos. Sobre las terrazas existentes en la zona habrá un control, de tal forma que deberán estar recogidas a la 1:00 h. de domingo a jueves y festivos y a las 2:00 h. los viernes, sábados y vísperas de festivos.
Las actuaciones figuran entre las medidas aprobadas este miércoles ayer por la Junta de Gobierno municipal para declarar la plaza del Coca y su entorno zona acústica saturada, ZAS. Es la primera vez que se activa esta figura legal en Valladolid, recogida en la Ley de Ruido, que permite a las administraciones identificar las áreas que superan el límite de decibelios permitido y poner en marcha planes para su reducción.
Las mediciones realizadas por el Ayuntamiento en el último año en un área que abarca la plaza de Poniente, plaza Martí y Monsó, además de las calles Ángel Velasco, Comedias, Caridad, Calixto Fernández de la Torre, Campanas, Correos y Reina arrojaron un nivel de ruido que obliga a adoptar medidas correctivas.
La zona en la que se aplicarán las medidas abarcan un perímetro delimitado por el Paseo de Isabel la Católica, plaza del Poniente, calles Molinos, Correos, Reina, Pasión, plaza de Santa Ana y sigue por San Lorenzo y Pedro Niño.
Los sonómetros se instalaron también en otras zonas de ocio nocturno, caso de la plaza de San Miguel, a la que también se extenderán las restricciones una vez que se apruebe el expediente correspondiente. La concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, agradeció la buena disposición del denominado ‘grupo de ocio nocturno’, en el que están la Asociación Provincial de Hostelería, la Federación de Vecinos Antonio Machado; la Federación de Vecinos Conde Ansúrez; el colectivo de Vecinos Zona Centro, la Asociación Más que Bares; el Consejo de la Juventud; la Universidad de Valladolid y la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Sánchez señaló que se han aceptado algunas de las 55 alegaciones presentadas, entre ellas la revisión de oficio de los limitadores de sonido en el caso en que los bares sean de carácter musical, además de aprobarse la posibilidad de suspender temporalmente la actividad de un local tras dos sanciones de carácter grave en un mismo año. "Esto es algo que no suele darse pero que nos parece una buena medida preventiva y que ha sido propuesta en el periodo de alegaciones” dijo la concejala.