Diario de Valladolid

Valladolid lidera la pérdida de población de grandes municipios de Castilla y León con 12.560 vecinos menos

Arroyo, Villaquilambre, Laguna de Duero, Santa Marta de Tormes y Aranda, únicas poblaciones de más de 10.000 habitantes que ganaron habitantes en una década / Béjar y Ciudad Rodrigo, en el polo opuesto

Vallisoletanos paseando por la calle Mantería.- J. M. LOSTAU

Vallisoletanos paseando por la calle Mantería.- J. M. LOSTAU

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Daniel M. Arranz

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El año 2011 parece muy lejano en el tiempo, en su segundo día del año entraría en vigor la nueva ley antitabaco, prohibiendo fumar en espacios públicos cerrados, pero de ahí hasta el pasado 2021 diversos acontecimientos de calado han engrosado la historia de Castilla y León, España y del resto del mundo. Ese año hubo elecciones autonómicas revalidando Juan Vicente Herrera el apoyo de los castellanos y leoneses, y en un 2011 en el que la despoblación era la principal preocupación de la ciudadanía según un barómetro del Medio Rural de la Comunidad , pero una década después sigue siendo un tema recurrente porque las medidas no han logrado atajar un mal endémico en tierras castellanas. 

El censo de población publicado por el Instituto Nacional de Estadística realiza una radiografía al milímetro que diagnostica esa pérdida de población por territorios. Casi tres cuartas partes de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes han perdido población en los 10 últimos años, y en Castilla y León de las 14 localidades son nueve las que vieron reducido el número de habitantes y solo cinco ampliaron sus padrones.  Además las nueve capitales de provincia arrojaron déficit en  sus padrones en la última década. 

La capital de Zamora es la que más perdió tras dejarse el 6,79% de su población, al caer en 4.403 y quedarse en 60.397 habitantes. Una pérdida similar a la de su provincia limítrofe de León , de cuya ciudad se marcharon por uno u otro motivo, migración o fallecimiento, 8.397 personas, un 6,41% del total para quedarse en 122.398. Segovia , capital del Acueducto, también se dejó un 6,02%, con 3.286 vecinos menos para quedarse cerca del límite de los 50.000, con 51.234. Salamanca es la siguiente en esta sangría poblacional al perder un 4,73%, o lo que es lo mismo 7.131 vecinos para situarse en 143.549.

Aunque en número de habitantes es Valladolid la que se deja un mayor número con 12.560, a nivel porcentual es un 4,05%. El bajón tiene otra lectura la caída de los 300.00 habitantes, algo que se produjo con datos de enero de 2017, y que ha seguido descendiendo hasta los 297.370 del 1 de enero de 2021. Palencia capital se dejó un 2.99% de sus habitantes (2.379) en la última década para arrojar una cifra de 77.086. La caída en Burgos fue menor, concretamente del 1,75%, unos 3.106, para tener censados en la capital a 174.154 vecinos. Por su parte Ávila vio marcharse a 590 personas, un 1% de su población, para quedarse en 58.120. Mientras que Soria , demasiado lastrada por la despoblación, redujo su padrón en un 0,26%, con 106 habitantes menos, y fijarse en 39.739, siendo la ciudad de la región con menor número de habitantes.. 

ARROYO AL ALZA

De las cinco localidades de más de 10.000 habitantes al alza, el caso más significativo es el de Arroyo de la Encomienda, localidad del alfoz de Valladolid que ha experimentado un crecimiento a velocidad de crucero al pasar de apenas 15.510 habitantes en 2011 a los 20.778 que figuraban el 1 de enero de 2021. Es decir un incremento de casi el 34% gracias a haber sumado 5.268 vecinos. Cifras que han seguido aumentando y que figurarán en futuros estudios superando los 22.000 residentes.

Arroyo es el octavo municipio del país que más habitantes ganó en la década, que pone a tres municipios de Madrid entre los cinco más destacados: Villalbilla, Paracuellos del Jarama y Arroyomolinos, siendo este último el que encabeza el incremento seguido de Aranguren en Navarra y Seseña en Toledo. Saldo positivo también arroja otro municipio vallisoletano como es Laguna de Duero . Su incremento es menor: un 1.02% gracias a 233 laguneros más pasando de los 22.396 a los 22.628 de inicios del 2021. 

Mejor dato arroja Villaquilambre con un incremento porcentual del 3,64%, sumando 656 vecinos más para pasar de los 18.000 redondos a 18.656. Este municipio leonés es el segundo que más creció en la región en la década analizada, por delante también de Santa Marta de Tormes , con 140 vecinos más gracias a la subida del 0,97%. El municipio charro pasó de 14.490 a 14.632 habitantes. Mientras que Aranda de Duero aumentó aunque de forma mínima en 56 vecinos, con una subida del 0,16%, de los 33.045 a 33.101. 

Estos cinco municipios son los pequeños reductos que han conseguido tener el antídoto contra la despoblación que sí golpeó a los otros nueve pueblos que contaban con más de 10.000 habitantes en Castilla y León. 

En el polo opuesto están dos localidades salmantinas: Béjar y Ciudad Rodrigo. La primera es la segunda del país que más pierde tras dejarse un 13.27%. Fueron 1.877 vecinos los que se marcharon por uno u otro motivo, dejando los 14.135 habitantes en 12.258. Solo Cangas del Narcea en Asturias, con un 15,1% de pérdida presentaba peores datos. Al igual que ocurrió en la pasada década, siete de los 10 municipios con más de 10.000 habitantes que más población se han dejado desde el censo anterior se encuentran en el Principado de Asturias. Ciudad Rodrigo es el noveno municipio que más perdió de toda España en la década de 2011 a 2021. Fueron 1.114 vecinos, un 8,48% del total de 13.170 para quedarse en 12.258.  El oeste de la región salió castigado de esa pérdida de población, siendo otro territorio como Benavente,en la provincia de Zamora, el que perdió 1.320 habitantes, un 7,01%, de los 18.825 ha pasado a los 17.520.

En Burgos si la de arena, ligero crecimiento, la daba Aranda de Duero , la de la cal la firma Miranda de Ebro que se dejó un 6,84% de sus vecinos en una década. Fueron 2.610 los que desaparecieron del padrón de los 38.140 a los 35.530. Tampoco salen bien paradas cuatro localidades de la provincia leonesa. Se trata de Astorga con una pérdida de 719 vecinos, un 6,37%, para bajar de los 11.280 habitantes a los 10.561, una merma que de seguir así, tuvo casi 15.000 habitantes a mitad del siglo pasado, bajaría de la barrera de los 10.000 a corto plazo. Ponferrada fue la localidad de Castilla y León que más habitantes perdió con 4.261. Fue un 6.26% dejando la cifra redonda de 68.000 en 63.739 habitantes. Por su parte La Bañeza tiene una proyección similar a Astorga. Perdió 408 vecinos un 4,01% de los 10.560 vecinos para quedarse en 10.152. Aún así se mantiene como el sexto núcleo poblacional con más vecinos de la provincia, en la que San Andrés del Rabanedo también perdió 1.230 vecinos, un 3.91%. Pasó de los 31.455 a los 30.225. 

Un descenso similar al de la vallisoletana Medina del Campo que coquetea con la barrera de los 20.000 habitantes y que ha visto como era el tercer municipio tras Laguna y la capital, a verse superado por Arroyo de la Encomienda. En su caso se dejó 991 vecinos, un 4.65% de los 21.305 que tenía en 2011 a los 20.314 a fecha de 1 de enero de 2021.

LA REGIÓN, A LA BAJA

Si observamos los datos de este Censo de Población y Vivienda 2021 por comunidades autónomas Castilla y León también sale mal parada. La evolución de la población en los 10 últimos años ha sido desigual en el territorio nacional y castiga a Castilla y León, que se dejó un 6,1% de su población, Principado de Asturias (–5,9%) y Extremadura (–3,9%). Por el contrario, las que más crecieron en términos relativos fueron Islas Baleares (7,5%), Comunidad de Madrid (4,7%) y Canarias (4,6%).

Por provincias tanto Zamora como León están a la cabeza negativamente a nivel nacional . Zamora arroja un descenso del 11,7% en su población en una década, mientras que León es la tercera con un 8,3% solo por detrás de la provincia zamorana y Cuenca, con un 8,7% de descenso. Mientras que las provincias que más crecieron fueron Islas Baleares (7,5%), Málaga (6,4%) y Almería (6,1%).

La población residente en España a 1 de enero de 2021 se situó en 47.400.798 habitantes, según el censo. Esta cifra es muy similar a los 47.385.107 que ofrecieron los resultados del padrón de habitantes a esa misma fecha, registro en el que se basa el censo. El crecimiento es del 1,2%, con  un aumento de 584.882 personas. En estos 10 años la población extranjera se ha incrementado un 2,9% (150.229 personas), muy por debajo del 234,1% de crecimiento que experimentó entre los censos de 2001 y 2011. El aumento se da en la población mayor de 64 años que ha pasado del 17,3% al 19,7%, haciendo constatable un claro envejecimiento de la población. Según refleja el estudio, en los municipios más pequeños (menos de 101 habitantes), las personas mayores de 64 años representan el 39,2% de la población, mientras que los menores de 16 años suponen el 4,7%.

Este censo dejará de ser decenal, algo que se repetía desde 1857, y en la próxima edición con datos de este 2022 será con una periodicidad anual, incrementado las variables a analizar. La radiografía, aunque en un periodo más acotado, apunta a ser muy similar a la de una década donde la despoblación ha hecho mella en Castilla yLeón.

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