Sied, el inmigrante sin techo que salvó de ahogarse al joven de 25 años en Valladolid: «Tenía en mi corazón salvarle la vida»

Sied Muhamed es ya un héroe. Hizo lo más grande que puede haber, salvar la vida a otra persona. El joven eritreo, durante el homenaje en el ayuntamiento, reconocía que «tenía en mi corazón salvar la vida de él» y que «cuando le vi no tenía miedo». Al principio no lo vio, pero después localizó «una chaqueta flotando» y pudo acercarse a él. Consiguió arrastrarle hasta la orilla, y por una zona de piedras junto a la Ribera de Castilla,  con ayuda de un joven amigo suyo, Salem Hmaida de nacionalidad marroqui, le ayudó «a cogerles del brazo y me ayudó fuera» en una labor a la que se incorporó también Salah El Oustasi.  Allí en la ribera de Castilla apareció la Policía Local y ellos se encargaron de reanimar al joven de 24 años, vecino del entorno. Mientras que Seid y el resto de jóvenes se marcharon hacia el albergue municipal.

 

Julio, uno de los policías que ayudó en la labor junto a Marcos y Juan Carlos, reconoce que «es peligroso.  Pensábamos que el muchacho estaba ahogado sobre el agua, pero al hablar con el joven nos dijo que estaba hundido, y que sino le agarra y le saca al día siguiente hubiera aparecido en el suelo».

Reconoce el arrojo y la valentía de Sied «que no se lo pensó, y no le ha salvado la vida, le ha salvado tres vidas» . Y destaca la humildad del joven eritreo que «nos chocó que cuando salió del agua, a los 2 o 3 minutos ya no estaba. Estábamos para darle una manta térmica».

El deseo de Sied, que ha estado trabajando en tareas agrícolas, por campañas, es encontrar trabajo durante todo el año y no solo en periodos, y poder alquilarse una habitación «para poder comer y dormir y no tener que estar en el albergue».  Agradecido por el cariño de estas últimas horas confía en que esta heroicidad pueda servir para que tenga una oportunidad.

El resto de integrantes del Albergue Municipal le han recibido este miércoles al mediodía como se merece, con un gran aplauso.