Valladolid, pese a su incidencia disparada, es la provincia más rezagada en la vacunación

La provincia de Valladolid se mantiene durante la sexta ola como uno de los territorios con mayor incidencia. Durante varias semanas ha liderado Castilla y León, hasta que recientemente ha sido superada por Palencia. Sin embargo, con más de 4.000 casos por cada cien mil habitantes a catorce días, su situación se mantiene, cuanto menos, delicada. Pero pese a todo, el ritmo de vacunación vallisoletano es uno de los más bajos de la Comunidad, siendo la segunda provincia que menos población tiene con tercera dosis.

Como siempre, las cifras que publica la Consejería de Sanidad son claras. Según el último registro, el 33,18% de los vallisoletanos han recibido ya la tercera dosis de la vacuna. En cifras menores solo se sitúa Burgos, con un todavía más discreto 32.87%. Sin embargo, las siete provincias restantes aventajan a Valladolid con mucho, ya que Soria, la más adelantada, supera el 43,5%, es decir, está más de diez puntos por encima.

Pero esta situación va todavía más allá, puesto que las desigualdades se acentúan con los llamamientos. En este caso el mejor ejemplo es la provincia de León, que ya ha convocado para este miércoles mismo a los nacidos en 1975 y 1976 para que puedan recibir la tercera dosis. Y mientras tanto, las convocatorias más avanzadas en Valladolid para esta semana solo llegan hasta 1965, una década antes, y llamados en este caos para el sábado y el lunes, en función del mes de nacimiento.

No es la primera vez que ocurre algo así. Ya en meses anteriores Valladolid también vio como otras provincias vacunaban mucho más rápido. Es evidente que la población de unas y otras no es la misma, puesto que los vallisoletanos son los más abundantes en Castilla y León, pero más de un año después de que se comenzara a vacunar contra el coronavirus cabría esperar una mejor organización que permitiera equiparar los ritmos de inoculación.

Por su parte, Sanidad tiene su propias explicación para estas diferencias. Recientemente el consejero del ramo, Alejandro Vázquez, aclaró que las bajas de sanitarios contagiados durante esta sexta ola están haciendo que algunas líneas de vacunación estén faltas de personal y, por tanto, que la velocidad de los pinchazos sea menor.

Además, al mismo tiempo que se están distribuyendo las dosis de refuerzo también se está avanzando en la vacunación de los niños, que después de la llegada esta semana de 30.000 nuevas dosis pediátricas vuelve a acelerarse, aunque ya sin visos de que en la mayoría de provincias se pueda concluir con este grupo antes de la vuelta a clase.