Castilla y León anuncia un pasaporte Covid para hostelería por municipios
Las comunidades aplazan la modificación del semáforo y estudian ampliar la tercera dosis a los mayores de 60 mientras Casado mantiene su intención de plantear su propuesta ante el Consejo Interterritorial
Nuevo giro en lo que tiene que ver con el pasaporte Covid en Castilla y León. Primero, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, avisaba que se implantaría en todos los espacios cerrados; días después el consejero y portavoz, Francisco Igea, venía a corregir esta idea y casi lo descartaba, colocándolo como una opción que solo estaba sobre mesa. De hecho, ayer el portavoz se mostraba escéptico en pudiera haber una «iniciativa común» en cuanto al pasaporte Covid.
Pues bien, ahora Verónica Casado vuelve a ponerlo encima de la mesa y deja claro que se plantea pedir el pasaporte Covid en los lugares cerrados en los que hay que quitarse la mascarilla, como ocio nocturno, albergues y hostelería. Eso sí, con una salvedad, aplicándolo por municipios, por indicadores, y hacerlo de forma temporal y proporcional, para que cuente con el aval del TSJ de Castilla y León, que será quien tenga la última palabra si es que finalmente decide ponerse en marcha.
Así, la Junta de Castilla y León se suma a la propuesta que ya estudian otras comunidades autónomas, como Cataluña, la Comunidad Valenciana o el País Vasco y que pretenden seguir el ejemplo de Galicia, donde la medida ya se aplica en hostelería y ocio nocturno. Sin embargo, la novedad que presenta la región en sus argumentos es esa posibilidad de aplicarlo de manera más selectiva y cuando la situación así lo requiera.
Desde el departamento de prensa de Sanidad indicaron a este periódico a través de Whatsapp que «se llevaba un documento de medidas a aprobar y no se ha aprobado por parte de las comunidades. Se ha devuelto a la ponencia de alertas del Ministerio», indicaron sin entrar en más detalles. Lo que sí se acordó en la reunión fue aplazar la modificación del semáforo epidemiológico, lo único que se debatía según confirmó la Consejería más tarde.
La intención de Casado, de la que otros miembros del ejecutivo autonómico no tienen más datos, pasa por llevar el pasaporte Covid ante la Comisión Interterritorial de Salud porque considera que esta medida es mejor aplicarla de «forma coordinada» por todas las comunidades, aunque si no fuera así Castilla y León «pondrá» esta restricción, según detallaba Casado. Asimismo, Casado explicó que requerirá contar con el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, aunque deberá ser una decisión en la que se definan «territorios, indicadores y tiempo y proporcionalidad».
Una vez ofertada la vacuna de la Covid a toda la población, la consejera de Sanidad de Castilla y León cree que es el momento de plantear la aplicación del pasaporte Covid, una buena medida para limitar el riesgo y fomentar la vacunación, para no tener que llegar al cierre. En este sentido, además, la Consejería de Sanidad valorará desde hoy ampliar la administración de la tercera dosis de la vacuna a toda la población mayor de 60 años.
La petición del pasaporte Covid por parte de Castilla y León viene sustentada por una cuestión fundamental, aquella que los datos epidemiológicos vienen anunciando desde hace algunas jornadas. El contagio se sigue extendiendo, y la incidencia se ha instaurado en un aumento sostenido que no parece que se vaya a detener a corto plazo. Poco hay más representativo que las cifras, que colocan la incidencia acumulada a catorce días en la Comunidad en los 89 casos y en casi 53 la de a una semana, lo que a su vez viene a certificar esa tendencia al alza.
De hecho, algunos municipios presentan a día de hoy datos muy preocupantes. En la provincia de Valladolid está el ejemplo de Villalón de Campos, cuya incidencia acumulada a catorce días se sitúa en los 3.008 casos por cada cien mil habitantes y a siete en casi 2.572. Acumula ya varios días en esta situación, que ha llevado al ayuntamiento a suspender cualquier tipo de acto y a aumentar las limitaciones en la residencia de la localidad, con una persona por usuario y sin que estos puedan abandonar las instalaciones.
En este sentido, el delegado territorial de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos, alertaba ayer en Twitter de que «en el último mes, la incidencia acumulada a catorce días subió un 361% -en la provincia-, pasando de 20,74 el pasado 15 de octubre a 95,65 hoy. En ese periodo la presión hospitalaria lo hizo un 73% (5 veces menos), gracias a la vacunación y la responsabilidad de los vacunados».
También en las principales ciudades de la Comunidad hay casos especialmente llamativos, como el de Ávila, con casi 175 casos a dos semanas. Junto a ella, Burgos capital anota 124 y, también en la provincia burgalesa, Aranda de Duero se sitúa en casi 166 casos, dos menos que Miranda de Ebro.
Además, algunas provincias ya han empezado a despuntar por encima del resto, siendo el caso de Ávila el que resulta más llamativo por ser el primer territorio que ha vuelto al nivel 3 o de riesgo muy alto después de superar los 150 casos por cada cien mil habitantes de incidencia acumulada a dos semanas y alcanzar los 157. Por el momento es la única en esta situación, aunque Burgos le sigue muy de cerca y se coloca justo en ese límite entre los niveles 2 y 3 de alerta, con los 142 casos que presentaba ayer en los datos publicados por la Consejería de Sanidad.
Todo apunta a que la Comunidad podría estar en los primeros compases de una nueva ola que, como en todas las anteriores, será diferente. La vacunación se ha extendido de manera generalizada a más del 90% de la población diana, y son esos rezagados a los que la Junta pretende espolear con la solicitud del pasaporte Covid.
Sin embargo, atendiendo a declaraciones recientes del vicepresidente y portavoz del ejecutivo autonómico, Francisco Igea, en esta ocasión podría no ser la incidencia la que sirva de vara de medir a la hora de aplicar restricciones como estas. Debido a esa alta inmunidad, el indicador que hará saltar o no las alarmas sería la presión hospitalaria, y especialmente en las Unidades de Cuidados Intensivos.
Por el momento, las cifras de ocupación no parecen seguir la misma tendencia que el contagio. A fecha de ayer, hasta siete hospitales de la Comunidad no contaban con ningún paciente Covid en su unidad de críticos, como son los de Aranda de Duero y Miranda de Ebro (ambos en Burgos), Palencia, Salamanca, Soria, Medina del Campo (Valladolid) y Zamora.