Diario de Valladolid

El paseo Isabel la Católica de Valladolid asumirá parte de los 3.500 vehículos que pasan por María de Molina

Al final de mes está previsto cerrar la calle para su conversión en una vía peatonal

María de Molina en una inusual imagen, sin apenas coches.- E. M.

María de Molina en una inusual imagen, sin apenas coches.- E. M.

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El tráfico por la calle de María de Molina tiene los días contados. Si las previsiones del Ayuntamiento se cumplen a finales de junio o, a más tardar, a primeros de julio, empezarán las obras para peatonalizar esta emblemática calle del centro de la ciudad. La consecuencia más inmediata del cierre será el desvió de los más de 3.000 vehículos que pasan a diario por esta calle, ya sea para acceder al Paseo de Zorrilla, vía Doctrinos, o para cruzar el puente del cubo hacia la Avenida de Salamanca. 

Un estudio realizado la semana del 22 al 28 de marzo arrojó una media de 3.600 vehículos diarios en jornada laboral, que bajaron a 2.800 el sábado y  a 1.700 el domingo. Los conductores deberán empezar a pensar en una alternativa, aunque la opción más lógica para los que ahora circulan por María de Molina procedentes del Poniente para llegar al Paseo de Zorrilla será tomar Isabel la Católica. 

Parece evidente que la circulación por Isabel la Católica se verá incrementada y que una parte de los más de 3.000 vehículos que pasan por la calle que será peatonalizada utilizarán este recorrido.

El concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, considera, sin embargo, que María de Molina,  al igual que pasó con la peatonalización de Regalado, es un vial «con poco tráfico» y su cierre no provocará una saturación circulatoria  en las calles adyacentes. Vélez añade que habrá usuarios que busquen otras alternativas que no sean tomar Isabel la Católica para acceder al Paseo de Zorrilla.

 Las obras para peatonalizar este céntrico pasillo están ahora en la calle Pedro Niño, donde la renovación de la red de saneamiento alargará los trabajos un mes más de lo previsto. La intervención de Pedro Niño evitará, por contra, el cambio del colector que discurre por María de Molina, tal y como estaba prevista, lo que reducirá el plazo de los trabajos en este tramo en un mes. Al final,  se mantiene la previsión inicial de estrenar esta nueva zona peatonal  a finales de agosto, antes de las fiestas de septiembre.

El resultado de las obras será una calle de plataforma única, sin aceras. Eso sí, en esta ocasión no se utilizará en el pavimento la pintura que se usó en Constitución, Menéndez Pelayo y Regalado, muy deteriorada en algunos tramos.  En este caso se utilizará un producto  que aguante más y se aplicará sólo en la parte central de la calle y no en los laterales, la zona de rodadura de los vehículos de carga y descarga y la parte con más desgaste.

Aunque pasará a ser una nueva calle peatonal, pasarán coches por María de Molina. Tanto la salida de los aparcamientos que hay en la calle Veinte de Febrero y en las Francesas, con capacidad para 300 plazas, será por María de Molina, pero en todo caso será un tráfico residual e inevitable. 

Después de cerrar a los vehículos Regalado,  Claudio Moyano, Constitución y Menéndez Pelayo es el turno de otra de las calles más representativas del casco histórico de Valladolid.

Las obras de María y Molina y su entorno están entre las de mayor calado que acometerá este año el Ayuntamiento de un listado que incluye 75 actuaciones repartidas por todos los barrios de la ciudad, con un coste de 6,6 millones de euros.

Todas las actuaciones forman parte del contrato de conservación de vías públicas adjudicado a la empresa Zarzuela, un programa de  obras que se repite cada año y que concentra en los meses de primavera y verano las intervenciones de mayor envergadura, aquellas que requieren más movimiento de tierra y las que se realizan en zonas más céntricas.

tracking