Bartolome: «El equipo de Gobierno causa los atascos a propósito para impedir el tráfico en el centro»

ste ingeniero industrial catalán, de padres maestros, saltó de la factoría del rombo –donde llevaba 20 años– al Ayuntamiento de Valladolid en las pasadas elecciones municipales. Lo hizo a golpe de voto. Javier García Bartolomé (Mataró, 1972) ahora hace carrera en Vox, formación a la que llegó por su «desencanto» con el Partido Popular. De momento, ya es presidente de la formación de Santiago Abascal en Valladolid. Su prioridad a nivel orgánico es crecer, y en la ciudad lograr el soterramiento. Por este motivo, mira a Murcia, con el fin de que la capital del Pisuerga algún día pueda reflejarse en ella. 

Pregunta. - Acaba de ser elegido presidente de Vox en Valladolid, ¿cuáles son los retos que tiene para los próximos meses?

Respuesta. - El principal reto que tenemos es ganar todas las elecciones a las que nos vamos a presentar en Valladolid. Así de fácil.

P. - ¿Cómo ve la evolución del partido en Valladolid? ¿Cambiaría algo?

R. - ¿Hay que consolidar el proyecto de Vox en la provincia, incluida la capital, por supuesto. Estamos creciendo ya, y vamos a crecer aún más en los próximos años. El partido en Valladolid tiene un potencial enorme. Cuando hablo con los afiliados se nota ilusión y ganas por mejorar nuestro país, el que el Gobierno de Pedro Sánchez está dejando irreconocible, evidentemente, para peor. 

P. - ¿Por qué sigue defendiendo el soterramiento?

R. - El soterramiento es una oportunidad histórica para Valladolid, una oportunidad para eliminar barreras en la ciudad –parecido a lo que en su momento fue el desvío del cauce del Esgueva– y una oportunidad para hacer de Valladolid una ciudad atractiva para nuevas empresas de servicios y tecnológicas y poder competir con el gran polo de desarrollo que va a ser Castellana–Distrito Norte en Madrid. Y es que con poco más del dinero que van a malgastar en túneles para peatones y bicis y coches, y el edificio anexo a la estación, en Murcia van a soterrar cinco kilómetros de vías, estación incluida. Por no hablar de la revalorización de los terrenos de los talleres de Renfe, que con el soterramiento pueden suponer más de 150 millones de plusvalías cuando se vendan. Puente no tiene voluntad política para renegociar el convenio con Renfe y Adif como sí que ha hecho Murcia. Hay que conseguir que malgaste el menor dinero posible antes de las próximas elecciones, para poder hacerlo en el 2023.

P. - Fue el único que votó en contra de la acogida de 13 refugiados. ¿Por qué lo hizo?

R. - Es un enorme ejercicio de cinismo por parte del PSOE. El Gobierno de la nación se niega a acoger a esos mismos refugiados, y aquí, su portavoz nacional, Óscar Puente, pide lo contrario. Y, además, es un brindis al sol, ya que saben que los ayuntamientos no tienen ni competencias ni presupuesto para hacerlo, y con un déficit de 22 millones de euros previsto en el Ayuntamiento a final de 2020, seguro que los vecinos de Valladolid agradecerán que nos ocupemos de resolver sus problemas.

P. - Se quedó fuera del grupo de gestión de la crisis sobre el coronavirus. Ahora el PP ya no está. ¿Cómo ve la situación?

R. - Puente ha utilizado al grupo para su marketing político; es un alumno aventajado de la ‘factoría Redondo’. Ha hecho lo que ha querido con remanentes y superávit, envolviéndolo bajo el mantra del consenso, y cuando le ha interesado, les ha ‘dado la patada’. Lo sorprendente es que el PP haya sido tan inocente como para participar en su juego. De hecho, hasta hace poco se ofrecía para pactar los Presupuestos con el PSOE. Y el problema es que el año que viene, en el Ayuntamiento tendremos las arcas vacías, un déficit disparado y una crisis galopante que afrontar a base de endeudarnos. 

P. - Ha denunciado en varias ocasiones los innumerables atascos por el plan de movilidad. ¿Cree que se deberían peatonalizar más calles?

R.- Poco queda por peatonalizar ya, y no estamos en contra cuando se hace con cabeza. El problema de los atascos es el Plan de No-Movilidad del equipo de Gobierno; se han eliminado carriles de circulación para vehículos privados, para hacer carriles bici y bus, que están infrautilizados. Y eso no ha sido casual, causan a propósito esos atascos para impedir el tráfico en el centro. Se vanaglorian de haberlo reducido ya un 25%, lo que añadido a la caída del 50% de pasajeros en el transporte público, ha provocado que el centro se vacíe y sufran aún más hostelería, comercio y negocios. 

P.- ¿No considera que es un punto positivo para frenar la contaminación?

R.- Valladolid no es una ciudad contaminada, ni es un problema grave, como quiere vender a la opinión pública el equipo de Gobierno. Es cierto que los vehículos, sobre todo los más antiguos, contribuyen a esas emisiones –y también las calefacciones y otras causas, algunas de ellas, naturales–, pero lo que hay que hacer es conseguir que el parque automovilístico rejuvenezca –la edad media actual es de 12 años–, porque los vehículos modernos son muchísimo menos o incluso nada contaminantes.

P. - El Partido Popular lanza críticas duras contra usted por mirar más por los intereses del partido que por los de Valladolid. ¿Es así?

R.- Que me digan en qué no he defendido los intereses de los vallisoletanos. Ahora bien, si el Partido Popular quiere hacer seguidismo del PSOE en toda su agenda política e ideológica, está en su derecho, sin embargo, no nos puede reprochar tener otra visión, que representa a muchísimos millones de españoles. Hay muchos afiliados y simpatizantes del Partido Popular que en realidad son de Vox, pero aún no lo saben. 

P.- Las elecciones están muy lejos, pero todo apunta a que no hay entendimiento con el Partido Popular y Ciudadanos. ¿Se siente solo en el Ayuntamiento?

R.- Para ser sincero, a veces sí que me siento solo, pero no renunciaré a defender en lo que creo por sentirme ‘integrado en el rebaño’.

P.- Ha criticado en varias ocasiones la falta de transparencia en el Ayuntamiento, si bien Vox Valladolid no tiene página web y el programa electoral es complicado de encontrar. ¿Qué tiene que decir al respecto?

R.- Vox Valladolid sí tiene página web en la página de Vox España. Es cierto que la tenemos que actualizar después de las últimas elecciones. Y en cuanto al programa electoral, lo difundimos en mayo del 2019 a todo el mundo. De hecho, en el último Pleno, el señor Herrero dijo que se había leído las 20 propuestas que llevábamos en él. Y sobre mi labor como concejal, puede consultar con absoluta transparencia toda mi actividad en mi canal de Youtube o en Twitter, Facebook o Instagram, y también a través de la página web del Ayuntamiento.

P.- ¿Usted sigue defendiendo suprimir el Estado de las autonomías? ¿Por qué? 

R.- Porque no aseguran la igualdad de derechos y obligaciones de todos los españoles, independientemente de dónde vivan. No es normal el entramado legislativo y burocrático en que se ha convertido la Administración Pública en España.

P.- Vox ha presentado una moción de censura. ¿Cree que prosperará?

R.- Ojalá, porque España necesita pasar página del nefasto Gobierno de Pedro Sánchez, pero tengo serias dudas de que el Partido Popular vaya siquiera a intentarlo.

P.- ¿Qué diría a los que la califican de espectáculo?

R.- Hay que hacer oposición a este Gobierno, y esta es una de las herramientas de las que se dispone. La alternativa ‘no hacer’ es aún peor.

P.- Vox propuso en Madrid eliminar del callejero de la capital los nombres de los históricos socialistas. Si en Valladolid saliera adelante. ¿Qué calles cambiaría de nombre?

R.- La de Che Guevara. 

P.- ¿Por qué?

R.- Porque no la merece, fue un asesino.

P.- ¿Es más duro trabajar en Renault o en el Ayuntamiento? 

R.- Para ser sincero, en los dos ámbitos hay su particular versión de Juego de Tronos, aunque quizá la exposición pública en el Ayuntamiento lo hace algo más duro.