Vuelve la actividad a las piscinas municipales de Valladolid “con más tranquilidad de la esperada”
Los recintos pueden albergar un aforo de un 30% y se han adoptado todo tipo de medidas, fundamentalmente de capacidad, por ahora sin problema para
La vuelta a la actividad de las piscinas para usuarios no federados es una de las novedades de esta nueva etapa que comienza este domingo tras el final del estado de alarma, aunque algunas ya retomaron su rutina en la jornada de ayer, algo que se hizo con tranquilidad. La tónica este domingo era la misma, con poca gente en general en las piscinas municipales de Valladolid y “más tranquilidad de la esperada” en estas primeras horas tras el confinamiento.
En un primer momento, la nueva normativa y las restricciones a las que tienen que someterse estos complejos es lo que recibe a los usuarios en las puertas de acceso al recinto. Un cartel grande recoge esas normas, entre ellas el aforo máximo en cada una de las instalaciones abiertas, así como el número máximo de personas permitido en cada uno de los vasos en función de su tamaño. Igualmente, el acceso al césped o al solarium permanecen temporalmente cerrados
Para evitar aglomeraciones y no frenar el posible acceso de las personas interesadas en hacer uso de las instalaciones, se pide a los ususarios que no permanezcan en el interior del recinto más de dos horas. Se informa también de que el espacio reservado para las duchas puede ser utilizado exclusivamente por una persona además de que en los aseos y vestuarios hay que guardar la distancia de seguridad de dos metros.
Con el fin de dar cabida a federados y también a abonados, se ha reservado la mitad de las calles para socios y titulares de bonos, por lo que por ahora no se ha habilitado la posibilidad de comprar una entrada individual. La otra mitad de las ccalles está reservado para deportistas de clubes de natación, salvamento y socorrismo, triatlón, natación sincronizada, waterpolo y piragüismo. En el caso de que estos no ocupen este espacio, también podrá ser utilizado por los abonados.
Y como es habitual actualmente en el acceso en cada recinto, un dispensador de gel hidroalcohólico recibe a los usuarios en el acceso a las piscinas para que limpien sus manos antes de acceder a las instalaciones. Es el caso de la piscina Benito Sanz de la Rica, que hoy mostraba una imagen muy tranquila, como ha ocurrido en el resto de instalaciones municipales.
En la taquilla de esta piscina reconocieron que la jornada estaba siendo “más tranquila de lo esperado” aunque sí se ha apreciado un mayor movimiento respecto a la jornada de ayer. “Hay mucha gente que todavía no se ha enterado de que la piscina está abierta”, explicaron en declaraciones a Ical. Por el momento “va todo bien” y se está recuperando la normalidad, siempre atendiendo a las normas, en especial de higiene y de limpieza.
Por el momento, calculan que están recibiendo unas 50 o 60 personas al día, muy por debajo de lo habitual, sobre todo teniendo en cuenta también el amplio horario que se extiende desde primera hora de la mañana hasta las 22.30 horas de la noche. En cuanto a la limpieza, no ha sido necesario intensificarla porque la atención ya era continua, pero sí que “se repasan los pomos cada poco” y otros materiales, además de que hay circunstancias que han cambiado como el hecho de tener que cerrar las taquillas, que por ahora no se pueden utilizar.
Daniel llegó a la piscina Benito Sanz de la Rica pasadas las 12 del mediodía, con su mascarilla y expectante ante la vuelta a lo que hasta hace no tanto había sido una rutina para él como era la de acudir diariamente a la piscina. Lo primero que hizo fue solicitar instrucciones sobre cómo había que actuar a partir de ahora y qué cambios le podían afectar. “Los aforos están delimitados, pero ahora no hay problema, y las taquillas no se pueden utilizar”, le informaron. También se interesó por el momento en el momento en el que se prevé retomar la normalidad total, algo que "dependerá" y que por ahora se desconoce.
Daniel reconoció a Ical que ayer intentó retomar la actividad pero la falta de rutina hizo que se le olvidaran las gafas y tuvo que dejarlo para hoy. “Tuve que echar marcha atrás porque vine a última hora, pero antes era todo mecánico”, declaró. “Estaba deseando ver la nueva etapa y cómo se puede hacer” porque insistió en que la práctica de natación para él “era una costumbre” que ahora podrá retomar pero “con cambios”. “Nos tenemos que adaptar, pero es verdad que te apetece pero tienes miedo a arrancas”, añadió.
Pese a los cambios y la incertidumbre, reconoció no tener miedo ante aspectos como la limpieza porque “los protocolos siempre han funcionado bien” en las piscinas municipales, pero sí a “arrancar” de nuevo en la actividad. “Vamos a probar”, sentenció.
Quienes madrugaron un poco más y ya probaron la vuelta a la piscina fueron Amalia y Pilar, que disfrutaron de una afición que también es “una necesidad” como es acudir a hacer ejercicio en el agua. Ambas son abonadas y hoy volvieron a estas instalaciones. “Somos habituales y en cuanto han abierto, aquí estamos, porque lo necesitamos mucho”, dijeron. Reconocieron haber encontrado cambios pero “está todo muy bien” e incluso alabaron que “da la sensación de que está todo limpio, incluso más que antes”, concluyeron.