Diario de Valladolid

El portavoz del PSOE de Mayorga disputará la secretaría provincial a Escarda

El sector crítico de Vadillo descarta presentar batalla

Manuel Escarda-J. M. LOSTAU

Manuel Escarda-J. M. LOSTAU

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Felipe Ramos
Valladolid

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Finalmente el senador Manuel Escarda no será el único candidato a dirigir el PSOE de Valladolid. A última hora de la noche, se confirmaba la candidatura del portavoz del Partido Socialista en Mayorga, Luis Miguel Ramos, que había presentado previamente mediante un burofax sellado a las seis y media de la tarde en Correos y remitido después por correo electrónico a la sede del partido, según detallan desde el PSOE.

Instantes antes de que se cerrara el plazo para presentar candidaturas, Escarda se reafirmaba en sus declaraciones a este periódico el martes pasad e insistía en su intención de abrir el partido a la sociedad en general, con especial incidencia en el medio rural, además de incorporar a sus filas profesionales y rechazar cuotas de grupos en la ejecutiva.

Esas son sus líneas maestras de cara al futuro del PSOE vallisoletano y las que marcarán el camino a seguir de su mandato al frente del socialismo de Valladolid. «Es necesario el trabajo en la provincia y la celebración de actividades periódicas en los ámbitos culturales, deportivos o de promoción de la salud», declara Escarda, quien insiste en remarcar la falta de trabajo con los pueblos que ha tenido la anterior dirección, con Teresa López a la cabeza.

Para esta tarea, Manuel Escarda señala que lo que quieren es «incorporar a personas que se involucren con el partido y ganar presencia en los pueblos de todos los cargos públicos». Y es que para el futuro líder del PSOE de Valladolid eso es justo «lo que ha faltado en el último periodo», resalta.

Un trabajo que llevará a cabo a través de una oficina de parlamentarios, que incluirá también los procuradores, que permita «canalizar problemas» hacia las diferentes administraciones. «En definitiva, activar esta vía de trabajo de presencia en la provincia, tanto donde estamos en el Gobierno como en la oposición, y también donde no tenemos presencia», manifiesta Escarda, quien acto seguido detalla que otra de las medidas que pretende llevar adelante es la suma de profesionales de numerosos sectores; y puso su ejemplo, como profesional de la medicina.

En sus declaraciones, las primeras ya como único candidato, no faltaban aquellas que iban destinadas al mensaje de unidad con el que quiere marcar el rumbo de su dirección. «Unificar el partido, sin reconocer la existencia de grupos», que le hace insistir en que no aceptará en su ejecutiva. «Sólo debe haber corrientes ideológicas en el partido. Y se contactará con todos, sin vetos ni apuestas», afirma. Escarda, quien admite haber mantenido conversaciones con el grupo de Cecilio Vadillo, reitera que no asumirá presiones, pero entiende que no negará la entrada de «gente afín».

Precisamente, el sector crítico encabezado por el ex subdelegado Cecilio Vadillo volvía a reunirse ayer, como ya hiciera el lunes pasado, para decidir qué camino tomar y la decisión era clara: no presentarse.

Así lo expresaba el secretario general de la agrupación de Carpio y portavoz del PSOE en ese municipio, Eusebio Cáceres, quien define a Manuel Escarda como un «candidato de consenso». «El sentir de todos –continúa– es que es un candidato de consenso, que se puede confiar en él porque tiene un talante de diálogo y va a contar con todo nuestro apoyo».

Cáceres, al igual que Escarda, reconoce los contactos. «Le hemos dejado claro que trabajaremos por el partido como hemos hecho siempre», aclara el dirigente socialista de Carpio.

La realidad es que este sector crítico ve con claridad que no tenía posibilidad alguna de derrotar, ni siquiera de disputarle la secretaría general del PSOE de Valladolid, al senador Escarda.

«Tengo el apoyo de pueblos y de la ciudad», descarta Escarda quien, como ya hiciera a este periódico, ponía en valor el respaldo del alcalde Valladolid y portavoz federal, Óscar Puente; el de Javier Izquierdo, de Leandro Martínez y de su antecesora, Teresa López. «Es un reflejo de la unanimidad», concluye. Escarda también desvelaba que algún otro fuera del sector de Vadillo «se rumoreaba» que pudiera plantarle batalla en la carrera por liderar el PSOE, pero que se había puesto en contacto con él para descartar esa posibilidad y reconocer la «unidad» de su precandidatura, aunque quería desvelar el nombre. Finalmente esa unanimidad no parece que sea tal, a la vista de la oficialización de la precandidatura de Luis Miguel Ramos.

Ambos, Escarda y Ramos, tendrán desde hoy y hasta el 29 para la recogida de avales, que deberán ser el 3% de la militancia de 1.900, es decir 52 firmas.

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