Una zona de recreo y esparcimiento para los vallisoletanos con cien años de historia

Fue un lejano 1905 cuando se creó la Asociación del Círculo Campestre para habilitar una zona de esparcimiento junto al pinar de Antequera. El paso, muy próximo, de la vía férrea y la construcción de un apeadero al lado contribuyeron al éxito de público de las instalaciones, inauguradas dos años más tarde, en 1907.

Y así fue durante décadas, hasta que el cambio de la concepción urbana, que conllevó la proliferación de residencias y urbanizaciones con piscina, así como la apertura de zonas deportivas, supusieron el principio del fin para el Círculo Campestre. Aunque de forma renqueante, todavía se mantenía abierto un siglo después hasta que en 2012 el Ayuntamiento, con Francisco León de la Riva al frente, llegó a un acuerdo con la asociación y aportó 20.000 euros para que mantuviera las instalaciones deportivas y la piscina con unas tarifas similares a las de las pistas de titularidad municipal. La colaboración se mantuvo durante tres años, pero en 2015, después de 108 años de existencia, las instalaciones echaron el cierre de forma definitiva y el Ayuntamiento pasó a tener la titularidad del espacio.