UVA y Matarromera patentan su I+D para tratar los ojos con extracto de uva

El rector de la Universidad de Valladolid (UVA), Antonio Largo Cabrerizo, y el presidente de Bodegas Familiares Matarromera, Carlos Moro, firmaron ayer un acuerdo de colaboración para proteger, mediante una patente, los resultados obtenidos en una investigación sobre los beneficios del vino en oftalmología.

El estudio se ha llevado a cabo conjuntamente entre el Instituto de Oftalmobiología Aplicada de la Universidad de Valladolid (IOBA) y el departamento de I+D+i de Bodegas Matarromera.

Los resultados obtenidos demuestran los beneficios de aplicar el extracto de uva Eminol en determinados tratamientos del ojo. Este subproducto del vino –rico en polifenoles– posee capacidades antioxidantes que puede proteger al ojo de futuras enfermedades.

El convenio permitirá además a la institución educativa y a la bodega continuar trabajando en el futuro en el marco de la investigación y mantener una colaboración que se mantiene desde hace más de 15 años.

El rector de la UVA defendió la apuesta de la institución educativa por «la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento» y defendió la posición de la universidad en materia de patentes y su ilusión por «seguir avanzando» en este campo. Así, se refirió al «quinto lugar» que ocupa la universidad en el ranking nacional en cuanto a patentes con respecto al resto de instituciones educativas del país. Además, es la segunda entre las universidades generalistas y no politécnicas. Si se incluyen empresas, particulares y otros centros de investigación, la UVA está ubicada en los 10 primeros puestos de solicitantes de patentes del país.

Sobre los beneficios que reporta a la institución su presencia en el sector de las patentes, Largo Cabrerizo reconoció que tienen «un retorno de 200.000 euros».

Por su parte, Carlos Moro defendió su convicción en la I+D+i y se mostró «satisfecho» por haber realizado hasta el momento «más de 90 proyectos de investigación oficiales» y haber invertido cerca de «45 millones de euros» en el campo de la investigación.

Con respecto al origen y al motivo que llevó a la bodega a investigar sobre los beneficios y la posterior aplicación del Eminol en el ojo humano, el presidente de Matarromera se remontó a un caso personal: un diagnóstico médico que recibió para la «mácula del ojo».

Moro se fijó en los componentes y en los antioxidantes que formaban parte de los medicamentos que le recetaron. Entre ellos estaba el Eminol. Fue entonces cuando el departamento de investigación de la bodega se puso a trabajar para estudiar este componente y sus posibles beneficios en el ojo humano.

El máximo representante de Matarromera afirmó que el Eminol posee la «mayor capacidad antioxidante natural que conocemos» y que además «procede de la zona del Duero, de nuestras uvas y nuestras tierras».

Moro defendió además la labor de la bodega familiar en materia de extracción de polifenoles; un campo en el que son «líderes» y en el que «nadie en el mundo ha publicado tanto ni posee tantas patentes específicas».

En relación a la colaboración con la UVA y el IOBA, el presidente de la bodega reconoció que viven del «vino, de la uva» y un poco de su reciente línea de «cosméticos», por lo que necesitan colaborar con una institución educativa como la Universidad de Valladolid para poder avanzar en materia de investigación y seguir creciendo.

Preguntado por la fase en la que se encuentran los estudios clínicos, Carlos Moro reconoció que en cualquier investigación se necesitan «evidencias clínicas», constatar el producto y su aplicación y contar con un determinado «número de pacientes» para, posteriormente, «involucrar a algún laboratorio» en la comercialización del medicamento. Además, confió en que la colaboración continuará dando sus frutos económicos tanto a la la universidad como a la bodega.