Incautadas en Valladolid pilas falsas de dos fábricas clandestinas de Valencia
Entre la capital vallisoletana y Badajoz se localizaron 55.000 unidades falsificadas
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y funcionarios de la Agencia Tributaria, en una operación desarrollada de forma conjunta, han desmantelado en Valencia dos fábricas clandestinas de pilas falsas, en las que se han intervenido más de un millón de estas falsificaciones que, según ha informado la Jefatura en un comunicado, «podrían suponer un grave riesgo a la salud e integridad física de los usuarios», de las que 55.000 se encontraban a la venta en comercios de Valladolid y Badajoz .
Cinco personas han sido detenidas y otras ocho han sido investigadas durante la operación, en la que además se han realizado diez inspecciones y tres registros en Valencia, Badajoz y Valladolid. Como consecuencia de las pesquisas se han localizado unas 80.000 pilas ya puestas a la venta en diversos establecimientos comerciales.
La investigación comenzó el pasado mes de mayo, después de que los agentes tuvieran conocimiento de la existencia de un grupo criminal que comercializaba con pilas falsificadas que simulaban ser de marcas de renombre. Las gestiones se centraron en torno a un polígono industrial valenciano, en el que se pudieron localizar más de 25.000 pilas dispuestas para su venta en un total de siete establecimientos comerciales, informa Europa Press.
Tras varias gestiones, los investigadores ubicaron los lugares de producción y almacenamiento de las baterías y decidieron actuar con urgencia debido al potencial peligro de los productos.
Las pilas eran fabricadas sin ningún tipo de control de calidad y podrían inutilizar los aparatos eléctricos donde estuvieran instaladas, provocar incendios e incluso explotar sin son expuestas a sobrecargas o a un uso intensivo con el consiguiente riesgo para la salud e integridad física de los usuarios.
Tras obtener la correspondiente autorización judicial, los agentes practicaron tres registros y dos inspecciones en Valencia, Badajoz y Valladolid. Los investigadores localizaron en Valencia dos centros de producción de pilas que operativos casi todo el día y que eran controlados por cuatro personas que «gestionaban el negocio en condiciones próximas a la esclavitud» para los que trabajaban en las instalaciones, según la información facilitada por la Policía.
En estas fábricas se realizaba todo el proceso completo de etiquetado y empaquetado de la baterías en blanco, de manera que imitaban la apariencia externa de las marcas más renombradas del sector.
En la operación se intervino gran cantidad de material para la elaboración de las baterías, más de un millón de pilas falsas preparadas ya para su distribución comercial en el mercado, 2.750.000 etiquetas y cartonajes con los logotipos de diversas marcas registradas y 15 máquinas de producción.