Los ganaderos de ovino se movilizan el jueves en Valladolid para exigir un precio que al menos cubra los costes de producción
Las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas de leche de ovino reclaman “liderazgo y responsabilidad” a la consejera para frenar la “prepotencia” de la industria
El presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, y el secretario general de COAG, Aurelio González-RUBÉN CACHO / ICAL
Los ganaderos de leche de ovino se movilizarán el jueves frente a la sede de la Consejería de Agricultura en Valladolid para exigir un precio que al menos cubra los costes de producción, una situación que arrastran en los últimos años y que ha llevado al cierre a cientos de explotaciones del sector en la Comunidad, en la que aún sobreviven unas 2.400 ganaderías que producen 300 millones de litros de leche.
La movilización, en unidad de acción entre Asaja, UCCL y la Alianza UPA-COAG y las cooperativas del sector, se celebrará un día antes de que el departamento dirigido por Milagros Marcos acoja la segunda reunión tras la la mantenida en diciembre por las tres organizaciones de productores de leche de oveja de Castilla y León –el Consorcio de Promoción del Ovino, la Agrupación de Productores de Leche de Oveja y Tierras de Ovino–, que representan el 78 por ciento de la producción de la Comunidad, así como Urcacyl -que no apoya esta concentración- y los representantes de las principales industrias transformadoras.
Los ganaderos, apoyados por las tres opas, demandaron al menos 0,9 euros por litro para cubrir costes y denunciaron que que algunos productores perciben de media 0,75-0,8 euros, “con lo que es imposible que una explotación sea rentable”, deslizó José Antonio Martínez Castelo, de la Cooperativa Las Vegas, de Toral de los Guzmanes (León).
Además, avanzaron que las expectativas son incluso peores para la primavera, época del año en que se produce el 70 por ciento de la leche y en la que, de forma estructural, el precio suele bajar. La diferencia de este año “atípico”, según las opas, es que la base del precio actualmente es muy inferior al de otros años, porque en los meses de diciembre los ganaderos percibían un precio mayor que en esta ocasión ha tendido a la baja.