Diario de Valladolid

EMPRENDEDORES CON ORIGEN

El rey del roscón

De Berlín a Singapur, miles de roscones de Conrado en La Bañeza surcarán de nuevo el planeta en busca del afortunado que se llevará este año 9.000 euros. Cuando estrenó la idea, hace diez años, le llamaron «loco».

Sergio y su padre Manuel González, dos generaciones de la veterana y prestigiosa Confitería Conrado de La Bañeza.-EL MUNDO

Sergio y su padre Manuel González, dos generaciones de la veterana y prestigiosa Confitería Conrado de La Bañeza.-EL MUNDO

Publicado por
ADOLFO ALONSO ARES

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No cabe ninguna duda de que este es el roscón más rico, el roscón que marca la pauta diferente en la sempiterna galaxia de los roscones de reyes, ya que se mece entre las reseñas históricas que a lo largo de siglos hicieron grande La Bañeza. Es el Rey del roscón. Se llama Manuel González y es el ideólogo del roscón de reyes relleno de euros.

La ocurrencia no es la veterana como su negocio, que va ya por la quinta generación, que representa su hijo Sergio. «Había que cambiar y hacer algo diferente a la típica alubia (y eso que es de tierra de alubias) o la figurita china», recuerda Manuel González.

Iban a llegar las Navidades de 2008 y se decidió a incluir un premio de 500 euros en alguno de los cientos de roscones que distribuía sobre todo por León y las provincias limítrofes. «Me decían que estaba loco, que era una bobada. La primera mi mujer. Casi todo el mundo al que le contaba la propuesta trataba de desanimarme». No lo consiguieron.

Hoy aquellos 500 euros se han multiplicado por 18. Más que un décimo de un quinto del Gordo de Navidad oculto en el dulce más típico de las Navidades.

Pero todo tiene sus principios. Todo tiene sus raíces. A las que sigue apegada la Confitería Conrado, aunque hoy distribuya roscones por medio centenar de países del mundo y la gente haga colas a sus puertas y recorra 700 kilómetros para comprar un roscón. «El año pasado vino un hombre con su nieto expresamente desde Valencia para comprarle un roscón al niño», relata el entrañable Manuel González, Manolo Conrado, como conocen a este empresario, que también gestiona emisoras de radio, aliado con Onda Cero.

Su origen, el de Conrado, late en la instauración de una confitería allá por el año de 1856 cuando Hermógenes Blanco se estableció en sus calles con la tradición que ya venía de lejos, porque sus antepasados ya habían elaborado los mejores chocolates que se fundieron y amasaron en la provincia de León.

Esa artesanía había dado frutos y experiencias para consolidar un establecimiento de repostería que, en pocos años, se convirtió en referente.

A Hermógenes le sucedió su hijo Conrado Blanco León que ya, en las devociones confiteras fue ajustándose con esos otros, también muy legendarios oficios de la literatura y el periodismo y así fue endulzando la vida de aquellos comarcanos, deleitándolos a la vez con versos de rimas consonantes y atildados textos, en El Jaleo: semanario que fundó junto a otros bañezanos. Después Conrado Blanco González siguió convidando a dulces seductores y a literatura tan fresca y vivida que llegó incluso a ostentar el afortunado título de Cronista Oficial de La Bañeza.

Por eso la tradición, en este caso, marca la vida temporal de la Confitería Conrado que se fue especializando en yemas exquisitas, besitos, imperiales, chocolates e incluso conraditos elaborados con pasta florentina de caramelo, almendras y chocolate. O sea, toda una emoción que cuando se anota apetece degustar.

A los anteriores propietarios les sucedió Pedro González Sartajas, que antes de ser titular ya había adquirido su experiencia en el obrador de este mismo establecimiento y la saga, casi dinastía, continuó de igual modo con su hijo Manuel González y vuelve a trazar las líneas e improntas que ya hilvanaron los fundadores, ya que también cultiva la solemne y afortunada tarea de informar y lo hace con emisoras de radio que ya se distribuyen y suenan en parte importante de los territorios de Castilla Y León. Pero igual que a sus antecesores, le marcó siempre la raíz original y afrutada, como los pasteles que suele haber en sus vitrinas.

Su hijo Sergio es ahora quien ostenta el noble título del oficio artesano y sacro de confitero y no seduce a los comarcanos solamente, también a los que cohabitan en lejanas latitudes.

En fin, que este establecimiento se acuesta en los ecos históricos de un linaje que emergió en la milenaria ciudad de La Bañeza y, por eso, es una referencia que ha cruzado fronteras.

Jamás ha confesado cuántos roscones vende en Reyes. Es un premio rentable. Pero así son las ideas. Las buenas ideas. Se especula con que son cerca de 10.000 los roscones que viajan por medio mundo. Como los casi doscientos que partieron ayer para el centro de Berlín, reclamados por una de las tiendas gourmet más prestigiosas de la capitán germana.

Estos días se pueden ver colas inmensas a las puertas de Conrado. Como si de una administración de loterías se tratase. Y es posible que hoy reparta más dinero, amén de roscones, que cualquier lotero del entorno.

Me gusta visitar las dependencias de esta confitería en la calle del Reloj y ver el trasiego de dulces, tartas, turrones y yemas y cómo Tere, entre el bullicio, protagoniza la amabilidad. Es todo un privilegio.

Pero el roscón de reyes ha supuesto, a través de la iniciativa de los actuales propietarios, un antes y un después en la historia y leyenda del tradicional manjar; porque con el roscón de reyes que se viene elaborando desde tiempos remotos o pretéritos, como solía decirse, se ha creado un referente nuevo, un hito e iniciativa que ya identifica al manjar con La Bañeza y a La Bañeza con el manjar, ya que antes no tenía clara identificación, ni territorio.

Nueve mil euros acicalan como galardón a la vianda. Este año aparecerá en uno de los roscones esa apetitosa cantidad que endulzará bendiciendo a la familia afortunada.

Pero además de los nueve mil euros, que no es cosa baladí, la Confitería Conrado ofrece un auténtico placer gastronómico, porque para su elaboración se utilizan materias primas de primer orden: mantequilla de la montaña de León, frambuesas de Tabuyo del Monte y un sinfín de componentes de absoluta garantía.

El roscón de reyes de la Confitería Conrado representa la emoción y la inteligencia, porque ambas son artífices de la creación de un dulce exquisito o gozador, como dirían los peruanos, que abre camino en los caminos más alejados de los nuestros: Berlín, París, Singapur, Hong Kong, Milán y otros tantos lugares lo conocen.

Los creadores del roscón de reyes más rico siguen siendo auténticos artesanos, verdaderos confiteros que se perpetúan en el buen hacer de un arte creativo.

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