Sindicatos, patronal y opas reclaman que Lactalis recoja la leche tres años

Sindicatos, patronal y organizaciones agrarias firmaron ayer un manifiesto contra el «injustificado» cierre de Lauki en el que exigen a la multinacional Lactalis que mantenga la recogida de leche al centenar de ganaderos que suministran a la planta «durante al menos tres años» tras su anunciado cese, si finalmente lo ejecuta. Y que siga comprando esa materia prima «a un precio que garantice la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas», reza el documento, rubricado ayer por los representantes de Comisiones Obreras, UGT, Cecale, la Unión de Campesinos UCCL, la Alianza UPA-Coag y Asaja.

«Todos sabemos que, cuando se cierra una fábrica, el suministro alrededor se pierde», constató Aurelio González, coordinador de UPA-Coag, mostrando su desconfianza ante los contratos firmados entre la compañía gala y los ganaderos, «por cuatro meses o un año». «No nos creemos que los ganaderos no vayan a tener problemas, como intenta vendernos Lactalis», añadió al considerar que, en este contexto de crisis láctea, la fuga de Lauki sería «la puntilla» y «el sector no se puede permitir el lujo de perder otra industria».

En esta idea abundó Jesús Manuel González Palacín, de la UCCL. Destacó que el anuncio de cierre de Lauki llega «en el peor momento para el sector ganadero» y, por su experiencia, teme que el compromiso de recogida de la leche quede «en agua de borrajas». «Lo hemos visto en anteriores ocasiones:esa leche se esfuma», apostilló.

Desde Asaja, Donaciano Dujo cuantificó el peso de ese centenar de ganaderos sobre maltrecho sector lácteo de la Comunidad. «Los proveedores de Lauki suponen el 8% de los ganaderos de Castilla y León», indicó Dujo, al recordar que en esta «profunda crisis» son muchos los productores obligados a vender la leche «por debajo de los costes de producción». «Podríamos pensar que si Lactalis no les recoge la leche lo hará otra industria», anticipó el máximo responsable de Asaja, antes de verter un jarro de agua fría:«Hoy ya no podemos esperarlo».

El responsable de Asaja criticó también las prácticas de multinacionales que compran «marcas de renombre» para llevárselas y transformar la materia prima de otros países. «Es un ejemplo de la mala política que ha desarrollado la Junta con la industria agroalimentaria de Castilla y León», recalcó, haciendo «un llamamiento a la sociedad». «Ahora nos toca más que nunca fijarnos en las etiquetas para mirar la procedencia de los productos», puntualizó.

En este mismo sentido, el coordinador de UPA-Coag abogó por «conseguir vincular la marca con el territorio», tal y como sucede con la leche Gaza, con gran penetración en el mercado zamorano.

El manifiesto sellado ayer reclama a Lactalis que «renuncie» al cierre de fábrica y plantee «un plan de competitividad que garantice la continuidad de la actividad». Y, «de persistir» en el cese, que «adopte una actitud responsable, facilitando la continuidad y el empleo con otros inversores».

Germán Barrios, presidente del Consejo Económico Social, además de ejercer de anfitrión de la firma, se mojó por el futuro de Lauki y expresó su «apoyo institucional a los trabajadores» con la petición de que la multinacional «reconsidere su decisión».

Optimismo para una «larga lucha»

Aunque pintan bastos para el futuro de Lauki, CCOO y UGT mantienen su optimismo. Si el miércoles aseguraron que los trabajadores llevan una jugada ganadora ‘a los pares’, ayer volvieron a dejar claro que en esta partida no hay rival invencible. «Tenemos claro que el enemigo es importante, pero por tratarse de una multinacional no significa que vaya a salirse con la suya», indicó el ‘ugetista’ Faustino Temprano. «Esta lucha la tienen que ganar los ciudadanos de Valladolid y Castilla y León», apostilló , emplazando «a la sociedad» a implicarse en la marcha que el sábado recorrerá las calles de la ciudad.

También Ángel Hernández, de CCOO, recetó «paciencia» en una carrera «que seguramente va a ir para largo» y que exige «mantener viva la llama con la gente». «Está claro que es un cierre ilegal, que no está recogido en el ordenamiento jurídico de este país», sostuvo Hernández al insistir en la rentabilidad de una compañía que quiere trasladar la producción en busca de «más beneficios».