Diario de Valladolid

La irresponsabilidad inconsciente e indecente de la ministra de Sanidad

La ministra de Sanidad, Monica García

La ministra de Sanidad, Monica GarcíaJuan Lazaro

Creado:

Actualizado:

Hay pocas cosas peores que un irresponsable en política. Una de ellas es un inconsciente. Un inconsciente carece de medida sobre las consecuencias de su irresponsabilidad. Pues al frente del Ministerio de Sanidad hay una inconsciente de tomo y lomo. Sólo que esta tiene un agravante, que es médico y carece del más mínimo decoro y responsabilidad para no usar un tema tan grave como es la salud de los ciudadanos para intentar sacar rédito político. Su miseria, la de Mónica García, del ala de Sumar, llega a tal extremo que trata de instrumentalizar el escándalo ocurrido en la sanidad de Andalucía como arma arrojadiza contra casi todas las comunidades autónomas, donde fundamentalmente gobierna el PP.

Su exigencia sobre los cribados de las mamografías al calor del escándalo indecente que padece la sanidad andaluza no tiene más recorrido que poner bajo sospecha a todos los sistemas sanitarios autonómicos. Y eso no es lo peor, siendo indecente. Lo peor es la alarma social innecesaria que va a ocasionar en todo el territorio.

Pero Mónica García, víctima de su desmedida vanidad, esa que dejó de alimentarse cuando se diluyó en un ministerio en el que sólo se saca la cabeza si hay un pandemia mundial, sólo busca rédito personal y tener protagonismo para no perderse en la amalgama montada a la izquierda del PSOE. Antes vivía del protagonismo que indirectamente le proporcionaba la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Pero eso lo perdió el día que decidió cambiar Madrid por una cartera en el ejecutivo de Pedro Sánchez como parte de las cuotas de la amalgama.

Su estrategia consiste en intentar un enfrentamiento constante con los consejeros del ramo, que ya se le han plantado varias veces en el órgano de coordinación, hartos de sus imposiciones y caprichos. Pero ahora ha ido demasiado lejos. Lealtad institucional no es posible pedirle a quien no es leal ni con su juramento hipocrático, ese que certifica como médico. Pobre del paciente que caiga en sus manos si es capaz de politizar, instrumentalizar y tratar de manipular a su antojo un asunto tan delicado como el de la crisis de los cribados de Andalucía para tratar de extender la duda y la sospecha sobre todas las comunidades.

Las comunidad darán cuenta de los datos en tiempo y forma tal y como han reconocido los consejeros, con el de Castilla y León al frente. Esto, en palabras del propio gobierno, sería lo que se considera, en términos judiciales, una instrucción prospectiva en toda regla, en la que primero se dispara y luego se pregunta.

tracking