El desfase, Violeta, el desfase

HAY QUE TENER mucho cuajo, y más laca en el rostro que la fábrica de Nelly, para arribar al Hospital del Bierzo y decir que la movilización por la sanidad pública el sábado en Valladolid estaba desfasada. La gerente regional sanitaria de la sanidad nuestra, Violeta Martín, no se ha enterado a estas alturas que se movilizaban a su favor, por la cosa pública que ella, entre otros regenta. No tiene un pase. Pero hacerlo en el Hospital del Bierzo, al que Violenta tiene desfasada de oncólogos propios desde hace casi un año es como tener la comprensión política lacada y más rígida que la jeta de Mazón. Y además lo dijo delante del gerente del complejo berciano, Juan Ortiz de Saracho, el inesperado, porque está pero no se le espera. A lo mejor se le ocurre hacer un YouTube, porque oncólogos no habrá en ese hospital, pero ocurrencias hay para exportar sin miedo a los aranceles de Trump. No estaría demás que en el tiempo libre que tiene entre TikTok y TikTok solucionara el racionamiento y el estado de la ropa del hospital para sanitario y pacientes. Y esto lo cuentan los suyos, no es un invento desfasado del comunismo bolivariano. Hay gente en esa consejería empeñada en arruinar las expectativas electorales al PP en el Bierzo, que sin tener poso leonesista es un territorio apegado a su sanidad, a sus médicos, a sus enfermeras, a sus consultas, a sus ambulatorios... Castilla y León, en su inmensidad, no es ese lugar que asoma desde una ventana del antiguo hospital militar a orillas de imponente Paseo Zorrilla de Valladolid. Es diverso, disperso y complejo de singularidades, incluso en lo sanitario. Especialmente en los sanitario. De la poca gravedad de Tamames al desfase de Violeta, y solivianto porque me peta. Las estrategas penitenciales de la consejería del ramo siguen haciendo de las suyas. La próxima vez que alguien vaya a abrir la boca, que recapacite, porque no paramos de revolvernos en el sofá. Cuando mean piensan. El desfase, Violeta, el desfase.