Diario de Valladolid

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KEIRA KNIGHTLEY es una actriz británica cuyas interpretaciones me parecen, con carácter general, soberbias. Sus primeros pasos en el mundo cinematográfico dieron muestras de lo que sería capaz de hacer. En uno de los episodios de la saga de la Guerra de las Galaxias aparece como Sabé, la sirvienta y señuelo de Padmé Amidala. Pero la película que la catapultó al estrellato y la hizo popular fue Piratas del Caribe. Elizabeth Swann se ha convertido junto al Capitán Jack Sparrow -Johnny Depp- y al herrero Will Turner -Orlando Bloom- en una imagen icónica de las películas fantásticas de aventuras. Inicialmente su capacidad interpretativa se circunscribió a papeles en films de época victoriana. Orgullo y Prejuicio o Anna Karenina son una clara manifestación de ello. Pero poco a poco fue saliendo de su zona de confort para asumir roles de los más variados. Hace unos días la plataforma Netflix ha publicitado la serie Palomas negras, thriller en el que Keira, esposa del Secretario de Defensa del gobierno británico y madre modélica encargada de cuidar a sus mellizos, se trasforma en una espía dentro de las más altas instancias políticas del Reino Unido. El desarrollo y desenlace de la trama se lo dejo a ustedes, si lo creen conveniente, para que la disfruten.

Es característico de la sociedad occidental en la que vivimos la doble, triple o cuádruple vida, potenciada por las redes sociales, la movilidad y la globalización. Una manifestación de esta realidad son las noticias falsas. Hombres y mujeres de cualquier género, clase y condición, se evaden de la vida real y se introducen durante unas horas en el metaverso para convertirse en aquello que, en el fondo, les gustaría ser. Y este año 2025, fruto del intenso trabajo de los medios de comunicación, del que este periódico es un extraordinario ejemplo, van a salir a la luz pública secretos ocultos que a muchos les gustaría que no se conocieran. Que se lo pregunten a Ábalos, Koldo y Aldama, ese tridente que está copando las portadas de los mass media y que, con sus pruebas o contrapruebas, sus entrevistas y sus medias verdades, apuntan a lo que puede aparecer en un futuro próximo. Los tiempos los marcarán los jueces del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional que, en principio, son ciegos y por ser ciegos, son justos. Los Reyes Magos van a traer regalos informativos de alto voltaje.

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