Preocupante pérdida de talento y de jóvenes que se van de Castilla y León
La movilidad laboral en un país es positiva y las trabas que se producen en algunas comunidades autónomas no es adecuado para el desarrollo económico y es un problema más para la existencia de un mercado único real. Sin embargo, cuando el movimiento de las personas es solo en una dirección es preocupante y más aún si los protagonistas son los jóvenes. El éxodo en Castilla y León durante muchos años generó el problema de la despoblación, con algunas provincias como ejemplo del reto demográfico en España. Los datos indican que el saldo de los movimientos de los trabajadores en la comunidad autónoma no es tranquilizador. Las personas que salen de Castilla y León para ir a trabajar a otras regiones son más que las que llegan de otros lugares a realizar una actividad laboral en el territorio castellano y leonés. Se pierden trabajadores en el saldo neto, pero lo peor es que los que se marchan son todos jóvenes, con lo que buena parte del talento formado en la comunidad va a desarrollarse a otros lugares.
Los datos quedan reflejados en un estudio de la Agencia Tributaria sobre Movilidad del Mercado de Trabajo. De Castilla y León salieron el año pasado 2.951 asalariados más de los que llegaron a la comunidad, un saldo negativo que debe preocupar, pero sobre todo si se tiene en cuenta que todos ellos eran menores de 35 años.
Es evidente que son necesarias políticas que incentiven la permanencia del talento en Castilla y León. No es posible ni deseable que no haya movilidad geográfica, que puede ser muy enriquecedora, pero sí hay que buscar que haya atractivos suficientes en la economía castellano y leonesa para que los jóvenes quieran quedarse o llegar desde otros lugares, para lo que, por supuesto, es necesario también un avance económico suficiente para que se produzca creación de empleo.
Si se analizan los datos por provincias, se aprecia que solo Valladolid es capaz de aportar un dato positivo, con la llegada de más asalariados de otras comunidades autónomas de los que marchan a otras regiones. Todas las demás muestran saldos negativos. La creación de mayores oportunidades es una baza fundamental para revertir esta situación en una comunidad cuyo reto demográfico es muy importante. La economía castellano y leonesa tiene grandes fortalezas que deben seguir potenciándose para conseguir que la importante inversión en formación que se hace en la comunidad se complemente con mayores oportunidades de desarrollo laboral.