Diario de Valladolid

EDITORIAL

El comercio languidece ante la pasividad de las administraciones

Establecimiento cerrado en Valladolid. -J.M. LOSTAU

Establecimiento cerrado en Valladolid. -J.M. LOSTAU

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EL COMERCIO tradicional, de proximidad, el de nuestras calles, como se le quiera llamar, languidece desde hace tiempo y va desapareciendo ante la voracidad de los nuevos modelos de consumo y las grandes marcas, sin que las administraciones, fundamentalmente la Junta, se ocupen de él, más allá de poner en marcha campañas, en algunos casos que rozan lo absurdo. Esa realidad constatable con sólo recorrer las calles de muchas de nuestras ciudades tiene certificación casi académica desde ayer por parte del Consejo Económico y Social de Castilla y León. 

El comercio tradicional está herido, desde hace años, y lo que hace falta es un diagnóstico claro y contundente para su recuperación. De poco sirven parches coyunturales, aunque también sean necesarios. Hace falta un análisis claro y realista, contando con los comerciantes esencialmente, no con algunos dirigentes empresariales que desconocen la situación real, como es el caso del indocumentado presidente de Conferco, Adolfo Sainz, un personaje que lleva años brincado en política a la búsqueda de algo a lo que agarrarse, y a ser posible con remuneración. Está ahí porque lo han colocado, no por méritos propios, ni siquiera impropios. Y más allá de fotos y subvenciones lo único que puede aportar es la difícil situación del sector que ayer puso sobre la mesa el CES, con él delante, como si los resultados le fueran ajenos. Hay que tener el rosto de hormigón armado y Adolfo Sainz ha demostrado que lo tiene desde hace mucho tiempo.

La consejería del ramo, la que dirige Mariano Veganzones, tiene que ponerse manos a la obra y acometer una acción que hasta ahora sólo se ha prorrogado. Ahora tiene una herramienta, el análisis del CES. Pero tiene que hacer una prospección para conocer los problemas del sector, que nada tienen que ver los de Palencia, con los de Soria o los de Ponferrada. La cercanía de Madrid es una de nuestras principales debilidades y como tal hay que empezar por afrontarla. Pero en cualquier caso, hay que afrontarlo con un plan estructural y urgente, que oriente a los pequeños comerciantes sobre sus debilidades y les aliente en sus fortalezas. Hay aspectos que serán difíciles de combatir porque la fuerza de los hábitos de consumo no se van a poder cambiar. Pero la solución no es pretender cargarse el puente de diciembre, como pretendía la consejería con el aplauso de los de Conferco, que parecen más enemigos que aliados a la vista de las soluciones. No tarden en actuar o cuando lo hagan será demasiado tarde porque no servirá para nada.

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