Diario de Valladolid

EDITORIAL

Castilla y León invierte en formación y en talento joven que debe retener

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LA ESTABILIDAD en el empleo es la condición básica para que los jóvenes castellanos y leoneses puedan siquiera plantearse un futuro laboral en la Comunidad y dejen de mirar oportunidades en otros territorios donde están especialmente valorados por la formación que han recibido. Emigración interna en busca de un empleo mejor y fuga de cerebros. Son dos males endémicos en Castilla y León que a fuerza de consolidarse prácticamente carecen de corrección posible. Sin embargo, cabe resaltar que la reforma laboral ha introducido un nuevo elemento a la ecuación en forma de contratación indefinida. Los contratos indefinidos se han quintuplicado y aunque esa no es garantía de una vida laboral sin sobresaltos es una novedad que se ha evidenciado en el Observatorio de la Emancipación, coordinado por el Consejo de la Juventud de España. Ese mismo informe señala que los jóvenes de la Comunidad son los mejor formados de España pero también los que más emigran. Se consolida una fórmula que establece una dinámica muy perjudicial y que incide en el problema de despoblación y envejecimiento que padece Castilla y León vaciando una quinta tras otra de jóvenes, que se van en busca de mejores oportunidades. Porque otra de las conclusiones de este estudio es que los jóvenes, aún los que trabajan y cuentan con un contrato indefinido tienen graves problemas para sustentarse con sus salarios. De hecho, solo el 14,9% de la juventud de Castilla y León ha logrado emanciparse y aún así de media gastan en el alquiler el 61,7% de sus ingresos. Aún más preocupante es el dato que aporta el informe cuando indica que  uno de cada cinco jóvenes que trabajan en la Comunidad está en riesgo de pobreza o exclusión social. Con ese panorama el camino de la emigración se abre como una autovía de tres carriles o un tren de alta velocidad para coger las maletas en busca de una remuneración que permita llevar una vida digna, un empleo en el que desarrollar sus cualificaciones académicas y un panorama de estabilidad laboral en el que llevar adelante una carrera profesional de larga duración. El hecho de que la Comunidad sea el territorio en el que mayor porcentaje de jóvenes se mudan a otra región, con un 24,2% en la franja de edad entre los 30 y 34 años, indica a las claras que Castilla y León no sólo tiene deberes pendientes hacia los jóvenes trabajadores sino que está siendo saqueada por otras comunidades que se llevan el capital humano formado en esta tierra para fortalecer su masa laboral. La ingente inversión en Educación y los éxitos de Castilla y León se disfrutan a muchos kilómetros y eso nos empobrece. 

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