Vivir en Twitter y despertar en la realidad de las urnas

LA PREGUNTA ES si los políticos no estarán utilizando los móviles para hacer fotos y colgar tuits por encima de sus posibilidades, como diría el mítico monologuista asturiano Joaquín Pajarón. Y es que algunos, unos más que otros, se graban para retuitearse y verse a sí mismos, lo cual no deja de empezar a ser insufrible e insano. Hay casos, crónicos ya, que podrían ocasionar incluso una queja al Consejo Nacional de Seguridad de la ONU, o cuando menos una actuación de Amnistía Internacional. Esas soflamas insoportables que tienen que sufrir los periodistas por la mera retórica de la redes sociales.

Intervenciones neoclásicas, cargadas de letanías y efectismo dialéctico. Peroratas de tenores huecos para alimentar su twitter y su ego. Aunque los hay con un ego tan grande que ya hasta la red social del pajarito empieza a ser angosta para meter a tanto pajarraco. Y venga vídeos interminables, donde el que habla, a falta de oyentes, se escucha a sí mismo. Tremendo. Pero ya en los estrambótico de todo esto, resulta que la cuenta de Twitter de la Consejería de Sanidad introdujo ayer una foto con el gerente del Sacyl, el bueno de Mitadiel, fotografiando a la consejera del ramo, Verónica Casado, con su móvil, en una reunión con los dirigentes del Colegio de Médicos de Castilla y León, con el imperecedero José Luis Díaz Villarig al frente.

Esta obsesión por la foto y el twitter ocasiona estos deslices y estas pilladas. Es sólo un ejemplo. La categoría reside en otros. Vivir en Twitter es una de las muchas formas que eligen los políticos de vivir al margen de la realidad real de los ciudadanos. Alguno de los que habitan en ese universo virtual para mayor gloria propia, el próximo lunes se van a despertar con un sopapo en todo el morro de la ciudadanía real, que con una papeleta expresará más que algunos con sus mil tuits y retuits. La realidad llega y es tozuda.