Diario de Valladolid

Redacción de Valladolid

El chantaje del despido

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Hay días en los que algunas decisiones logran disparar la indignación del más insensible de los ciudadanos. Este martes, el Tribunal Constitucional sentenció que un empresario puede despedir legalmente a un trabajador por una baja laboral justificada y acreditada. El colmo. Este martes supimos que una de las pocas empresas de Castilla y León que cotiza en Bolsa, Lingotes Especiales, amenaza a un representante sindical con una sanción muy grave que puede llegar al despido por denunciar a los medios de comunicación un inquietante aumento de los accidentes laborales en la compañía tras la muerte de un compañero.

Sólo los que hemos vivido alguna vez un despido injusto sabemos del sufrimiento -y en ocasiones la soledad y la indefensión- que produce una medida arbitraria y desproporcionada asestada por alguien que goza casi del monopolio legal del poder en este ámbito. No me cansaré de repetir lo injusto de una legislación que ante un despido improcedente otorga solo al empresario la capacidad de readmitir o echar al trabajador.

Las dos noticias que hemos conocido este martes apelan al despido como chantaje, como un intento de imponer lecciones ejemplares para impedir determinados comportamientos que, sin ser irregulares, molestan al empresario menos decente. En el caso del Constitucional, porque sentencia que la libertad de empresa y la defensa de la productividad están por encima de la salud. En el caso de Lingotes Especiales, porque la compañía no soporta que trasciendan a la sociedad datos de una supuesta elevada siniestralidad; datos que deberían ser públicos en esta etapa de aparente transparencia. «Átense los machos» quienes tengan la desgracia de sufrir una baja prolongada o quienes ejerzan su deber de denunciar la inseguridad en el trabajo.

La sentencia que avala el despido por faltas al trabajo justificadas está cimentada en las reformas laborales del PSOE en 2010 y del PP en 2012. Ojalá quien gane las elecciones el 10-N derogue un Estatuto de los Trabajadores que, entre otros desequilibrios, prima la libertad de empresa sobre la salud. Ojalá esta gran empresa que es Lingotes vuelva al sentido común y renuncie a la amenaza de despido contra quien ejerce su responsabilidad como representante elegido por los trabajadores. El despido como chantaje es incompatible con la democracia y la Constitución también rige durante la jornada laboral. Que nadie mire para otro lado.

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