Diario de Valladolid

EDITORIAL

Protección para las víctimas de violencia machista

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LOS DATOS SON siempre reveladores. Y, en este caso, no lo iban a ser menos. Y las cifras reflejan algo que se viene destacando una y otra vez, la importancia de las denuncias en los casos de violencia machista. Pero, dicho esto, que es innegable e incuestionable, es obligado reseñar que en Castilla y León la mitad de las mujeres que fueron asesinadas a manos de sus maridos o parejas habían presentado denuncia.

Esa es la cruda realidad que esconde la lectura de las estadísticas. Esa que indica que, pese al gran trabajo que se viene haciendo para acabar con esta lacra, resulta claramente insuficiente. Por eso, deben redoblarse los esfuerzos en todo aquello que tiene que ver con la protección de las mujeres. De nada sirve la denuncia si, acto seguido, no se activan protocolos serios y rigurosos de protección.

El trabajo y el camino están bien trazados, pero es necesario intensificar aún más la tarea para hacer sentir esa protección a las víctimas de esa violencia machista. Y, a renglón seguido y sin solución de continuidad, trabajar en la concienciación social, sobre todo entre los más jóvenes, para fomentar ese respeto.

Siempre se ha dicho, y con toda la razón, que una sociedad no se puede llamar civilizada cuando año tras año ve cómo centenares de mujeres mueren a manos de sus maridos o ex maridos y parejas. Esa lacra tiene que pararse y, para eso, es necesario que toda la sociedad trabaje en esa misma dirección.

Y es que la cifra de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en función de la población sigue en aumento, según detallan los datos que acaba de hacer públicos el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En los mismos se detalla que el perfil de la víctima, que se realiza fruto del análisis y explotación estadística de todos los casos de violencia de género, muestra una diversidad que afecta todos los ámbitos y orígenes. Los rasgos encontrados sobre víctima y agresor, para establecer sus circunstancias socio-económicas, son una mera aproximación debido a que en muchos casos la información está incompleta. Los datos objetivos de los expedientes judiciales permiten trazar un cuadro exhaustivo de indicadores de edad, relación con el agresor o nacionalidad, y en el mismo se indica que mayoritariamente se trata de mujeres entre 25 y 46 años. De ahí que sea tan necesaria esa campaña de concienciación entre los más jóvenes.

Pero eso sólo no sirve. A una víctima de maltrato por parte de su pareja sólo se la protege, una vez que realiza la denuncia, con medidas coercitivas contra su agresor, que deberán ser eficaces para evitar que se acerquen a la víctima. Eso es lo fundamental, redoblar las medidas de protección hacia las víctimas.

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