El descenso del turismo rural obliga a actuar
«ES NECESARIO apostar por la creación de productos para que los turistas vengan y se queden más tiempo en Castilla y León». Con esta afirmación el presidente de la Federación de Asociaciones Castellanas y Leonesas de Turismo Rural, Luis Chico, deja claras dos cuestiones: que algo falla y no se están haciendo bien las cosas en materia de turismo rural en la Comunidad y que no se lleva a cabo la necesaria promoción que, una y otra vez, se viene reclamando desde estas mismas páginas.
Y no le falta razón al presidente de los profesionales del turismo rural de la Comunidad, conviene no olvidar que son los que más saben, cuando realiza esta aseveración. Porque el objetivo es atraer al turista, pero además que se quede. Extremo este último que siempre ha sido un hándicap en esta tierra, a la que el viajero viene pero no permanece en ella más de dos jornadas.
Está claro que, como bien afirma Luis Chico, algo se está haciendo mal, «si con la gran cantidad de recursos turísticos que tiene Castilla y León y las posibilidades de segmentación de los mismos no somos capaces de cautivar a los visitantes». Lo que falla, parece claro, es la promoción, el hacer llegar al turista todas las riquezas que inundan esta tierra y en todos los ámbitos: gastronómico, cultural, patrimonial, medioambiental.
Una promoción que tiene que potenciarse, y ahí es donde resultan claves la administraciones, en ferias, certámenes y en otras ciudades. De poco sirve contar con todos los recursos necesarios si éstos no se hacen llegar a aquellos que los van a consumir. Es el otro de los grandes problemas que parecen aflorar a la vista de los negativos datos de pernoctaciones y visitantes del pasado mes de julio, los 31 días junto con agosto más turísticos del año.
Es obligado resaltar y dar importancia a todos los recursos para darlos a conocer. Eso es una tarea de las administraciones, y principalmente de la Consejería de Turismo, que tiene que redoblar aún más los esfuerzos del buen trabajo que se viene realizando durante los últimos años.
Eso sí, sin caer en el pecado de pretender hacerlo sola. Es necesario que implique en esta tarea a quienes más saben de turismo, a los profesionales de un sector que es fundamental para la economía de la Comunidad. Es vital que administraciones y profesionales trabajen juntos de una manera coordinada. Coordinación que debe estar liderada por la Consejería.
Los últimos datos que acaban de conocerse, con ese descenso autonómico de turistas y pernoctaciones, a los que hay que sumar el retroceso en la práctica totalidad de provincias salvo Valladolid, Zamora y Ávila, denota que algo falla y que se está obligado a actuar.