Diario de Valladolid

EDITORIAL

El fin de la A-60 y la A-11, prioritario

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DESDE EL INICIO de la Legislatura, que ahora está en funciones, se fijó como prioridad y así se valoró desde estas mismas páginas, el finalizar las infraestructuras que ya estaban iniciadas y que llevaban largos años de retraso.

En esta situación se encontraban y todavía se encuentran las líneas de Alta Velocidad, ahí está el caso del AVE a Burgos que aún sigue esperando a su final que la ministra ahora augura para este año. Otros, como el de Zamora, Palencia y León ya están concluidos y así debe reconocerse.

Pero, sin duda, entre todas las obras que siguen a la espera, y lo que es peor no parece que haya visos de que puedan concluirse en un corto periodo de tiempo, se encuentran dos autovías de las consideradas fundamentales por Castilla y León: la Valladolid-León (A-60) y la del Duero (A-11). En ambos casos, los diferentes titulares de Fomento, y la actual ministra en funciones Ana Pastor no iba a ser menos, vienen dando largas y encontrando las excusas perfectas en forma de contratiempos con las que justificar el porqué aún hoy ninguna de las dos está finalizada.

Dos infraestructuras que parecen estar sometidas a vidas paralelas. Con tramos que se inician, se frenan cuando no se paralizan y otros que ni siquiera arrancan. El caso es que Castilla y León sigue esperando a que, de una vez por todas, una y la otra puedan ser una realidad. O cuando menos, con licitaciones y adjudicaciones en marcha que permitan ya vislumbrar ese final.

Desde las diputaciones de Valladolid y León, sus presidentes Jesús Julio Carnero y Juan Martínez Majo, hacen un frente común para urgir al Ministerio de Fomento a que, de una vez por todas, dé los pasos necesarios para impulsar la autovía Valladolid-León. Unión como medida de presión hacia el Ministerio de Fomento, del mismo color político que ambos mandatarios provinciales, lo que aún le da más valor a su reclamación.

Un frente común que tiene que ser valorado como se merece y que tiene que ir mucho más allá. Debe ser el primer paso de otros muchos que vengan a hacerle ver al Gobierno, el de ahora en funciones pero que lleva cuatro sin dar el impulso a la A-11 y a la A-60, y el que pueda surgir en el futuro.

Castilla y León tiene que seguir presionando y reivindicando dos autovías que son fundamentales para el desarrollo de esta tierra. Desde todos los frentes, sociales, económicos y políticos de la sociedad castellana y leonesa se tiene que hacer ver al Gobierno de ahora y los futuros que las autovías Valladolid-León y del Duero, el final de las mismas tiene que ser una prioridad máxima.

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