Diario de Valladolid

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ACABO DE leer los titulares económicos. ‘La bolsa al nivel de antes de la crisis’. ‘Las empresas crean más empleo que en la Unión’. ‘En 2015 creceremos como los alemanes’. ‘Nuestros bancos conquistan Inglaterra y Portugal’. ‘Esta Comunidad atrae capitales extranjeros y su industria crece y crece’.

La Junta trabaja como nunca. ¿Pero no habíamos quedado en que la propaganda electoral se reservaba para mayo ? El PP se pasa en esta autonomía contando películas.

En la letra pequeña también se lee que para que Renault se ahorre 30 euros por coche, la Junta le ha construido un parque de proveedores. ¿A dónde se fueron las promesas de los Cetyles de Benavente y Ponferrada?

Que la Junta tarda en pagar a sus proveedores el doble de lo que marca la ley. Que el Consejo de Cuentas ha regañado a la Junta (como siempre), por dar avales sin control. Herrera yendo a Madrid a preguntar «por lo del carbón», dos años después de que las Cortes se lo pidiesen. Que Día-El Árbol ha prescindido de casi 300 empleos. Que Everest en León, echa el cierre para 500 trabajadores, un año después de que la Junta asegurase a los trabajadores que «lo del crédito» estaba hecho, y tres meses después de que se lo repitiera en un Pleno.

La Junta tiene la obligación de dar una explicación sobre qué ha hecho frente a los problemas de Everest. La sociedad leonesa está muy preocupada por el futuro de la empresa: manifestaciones, recogida de firmas, actos públicos de apoyo. UPL con toda la oposición (y a veces, incluso, el PP) hemos pedido a la Junta que colabore a salvar la empresa como hizo con LM, Carburos, Nissan, Renault, Seda, Lingotes, Norma, etc.

Tiene la obligación de intentarlo, incluso ahora que la empresa entra en liquidación, buscando ayudas para pagar sueldos debidos; encontrando compradores para la fábrica; buscando la continuidad de la actividad productiva.

¿O es que eso de que la Junta ayudaba a todos por igual, era propaganda otra vez? Hoy, en León, la Junta debe responder.

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