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ENERO ES un mes inhábil según el reglamento de las Cortes. La mayoría absoluta del PP tiene la llave que abre la actividad parlamentaria durante este mes. Si la mayoría decide cercenar las funciones de control del ejecutivo o de impulso político, lo hace, y ya puede la oposición exigir debates y plenos, que no los habrá. En esta ocasión como en tantas otras, el PP ha preferido dejar pasar el tiempo, ajeno a problemas tan acuciantes para los ciudadanos como el paro, la financiación de los servicios públicos o la investigación de la corrupción. No ha cedido ante la petición del grupo socialista para que se reunieran las Cortes a tratar dichos temas. Esta actitud prepotente y arrogante no es inusual en el PP, pero resulta lacerante que en las actuales circunstancias de crisis económica y descrédito de la política, los dirigentes populares mantengan intacto su desprecio hacia la institución que representa a todos los ciudadanos de la Comunidad. La tomadura de pelo es mayúscula si tenemos en cuenta que la Presidenta de las Cortes ha convocado sesión de Diputación Permanente el día 28 de enero, con el objeto de acordar la habilitación de este mes para que se tramite la petición de creación de una comisión de investigación, sobre las actividades que la red corrupta Gürtel, ha mantenido durante años en la Comunidad, según acredita el Juez Ruz, en su auto de 26 de noviembre de 2014. Que el PP proponga que se discuta sobre la habilitación del mes de enero dos días antes de que concluya el mes, es una falta de respeto institucional, a parte de un intento de filibusterismo parlamentario para retrasar las preguntas inevitables que tendrá que responder sobre adjudicaciones de obras y financiación B, que consta en los papeles de Bárcenas.

Por actitudes como ésta, no es de extrañar que el Sr. Aznar pregunte en los cónclaves del partido: ¿dónde está el PP?

Desde luego, muy lejos de la realidad que viven los ciudadanos españoles.

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