Diario de Valladolid

Galletas aterradoras para el “truco o trato”

Son una opción muy divertida para un fin de semana en casa. Las galletas de Halloween sacan nuestra creatividad y nos ayudan a pasar un buen rato en familia. Anímense con esta propuesta y, si alguien llama a su puerta con eso del “truco o trato” tendrán algo mejor que unos simples caramelos o chocolatinas para regalar.

GALLETAS ATERRADORAS PARA EL TRUCO O TRATO

GALLETAS ATERRADORAS PARA EL TRUCO O TRATO

Publicado por
MIGUEL ÁNGEL SANZ
Valladolid

Creado:

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A TENER EN CUENTA

  • Tiempo de preparación 30 min
  • Tiempo de cocción 30 min
  • Porciones 8
  • Tipo de receta (n/a)
  • Precio 10 €

INGREDIENTES

  • 400 g de harina de trigo
    250 g de mantequilla sin sal
    150 g de azúcar glas
    1 huevo
    1 cucharadita de extracto de vainilla
    Sal
    Canela
    Jengibre en polvo
    Clara de un huevo
    200 g de azúcar glas
    Zumo de ¼ de limón
    Colorantes alimentarios de colores
    Lapiceros de frostin de colores

Dia de los difuntos, día de Todos los Santos. Si tienes menos de cuarenta años, estas dos celebraciones ni te suenan. Eso es cosa de viejales, de boomers o de los de la generación X. De un tiempo a esta parte ha sido el concepto “Halloween” es el que se ha adueñado de esta época del año, a principios de noviembre.
Cuando era más pequeño que ahora no entendía muy bien eso de que hubiera un día en el que se celebraban todos los santos, los de todo el mundo a la vez, y que la gente se fuera a los cementerios, que es donde estaban todos los muertos. Mi abuela Sebastiana me explicó que había un día de Todos los Santos, pero también uno de todos los difuntos, que era el día después a la celebración del de Todos los Santos. ¡Menuda movida! Yo creo que mi abuela siempre celebró más el día de todos los difuntos porque, desde que la conocí, siempre la recuerdo vestida de riguroso negro luto…¡por algo sería! Eran otros tiempos y otras abuelas... ¡Y menudas abuelas! La mía, la Sebas, salió en el periódico porque vivió más de 100 años y nos dejó hace casi diez…y aun así me sigue diciendo al oído cuál es la mejor manera de hacer las cosas y de andar por la vida. Y yo la hago caso, siempre, por supuesto.

La tradición

Estas galletas que ahora solemos ver en Halloween no tienen sus orígenes ni en Estados Unidos ni en Europa, sino en antiguas tradiciones celtas como en la fiesta del “Samhain”, que señalaba el fin de la cosecha y en la que se creía que los espíritus de los muertos volvían al mundo de los vivos, por lo que se dejaban ofrendas de comida y dulces para apaciguarlos. Con el tiempo, estas costumbres se mezclaron con el “All Hallows Eve” cristiano en la víspera del Día de Todos los Santos y surgió el Halloween moderno en el que se hizo popular que los niños pidieran dulces o galletas disfrazados de fantasmas o brujas.

A por la masa de galleta

Precalentaremos el horno a 180 grados. En un bol grande ponemos la mantequilla derretida y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina. Añadimos el huevo y la vainilla y mezclamos. Añadimos la harina y la sal y mezclamos bien hasta que formemos una bola que podemos amasar unos minutos ya sobre la encimera.
Sacamos la masa a la encimera y la vamos extendiendo con la ayuda de un rodillo. No hay que dejarla muy fina. Como medio centímetro de grosor para la masa está bien. A partir de aquí, para formar las galletas, tenemos dos opciones: o comprar unos moldes con figuras de Halloween o imaginarlos y hacerlos nosotros a mano con la ayuda d un cuchillo pequeño. Si tenemos moldes de calabazas, gatos negros, murciélagos, fantasmas, pues muy bien. Y, si no, pues nos los curramos a mano con ese arte que tenemos. Una vez troqueladas las formas de las galletas las colocamos sobre papel de hornear en una fuente de horno y las horneamos entre diez y quince minutos. Tendremos que vigilarlas hasta que veamos que están doradas, porque el tiempo de horneado dependerá del grosor que le hayamos dado a la masa. Cuando salgan del horno dejamos que se enfríen un poco para poder hacer la decoración.

Ahora el glaseado

Para hacer la parte decorativa de nuestras galletas vamos a elaborar un glaseado. Para ello, en un bol ponemos la calara de huevo y añadimos el zumo de limón. Batimos bien y vamos añadiendo el azúcar glas. Una vez que tenemos este glaseado, lo podemos teñir con colores…con blanco para hacer fantasmas, con naranja para hacer calabazas, etc. Podemos poner en cada galleta una capa del glaseado que más nos guste y, una vez cubierta la galleta y seco este glaseado, nos dispondremos a terminar la decoración de las galletas con los pequeños detalles. Para esto usaremos lapiceros de frostin de colores, con los que podremos pintar sobre el glaseado diferentes motivos. Pondremos ojos y boca a los fantasmas, decoraremos al gusto las calabazas o añadiremos con el lápiz rojo un toque de sangre fresca en la zona de la boca de alguna de las galletas.

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