Diario de Valladolid

CULTIVOS

Las lluvias, el frío y las plagas merman el primer corte de alfalfa

Perspectivas Agropal prevé mejores rendimientos en el segundo corte / La veza y la esparceta se resienten en la Ribera del Duero porque muchas parcelas siguen anegadas

Un agricultor, socio de la cooperativa Agropal, trabaja en su parcela, ubicada en la localidad palentina de Baltanás.-AGROPAL

Un agricultor, socio de la cooperativa Agropal, trabaja en su parcela, ubicada en la localidad palentina de Baltanás.-AGROPAL

Publicado por
Diego Santamaría

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Las lluvias de febrero auguraban buenos rendimientos para la campaña forrajera en Castilla y León. Sin embargo, las frías temperaturas y las abundantes precipitaciones primaverales han rebajado las expectativas de los agricultores que apuestan por este tipo de cultivos. Lo confirma el director comercial de la cooperativa Agropal, Alberto Pérez, consciente de que la suma de ambos factores meteorológicos «afectó» al «desarrollo adecuado» de la alfalfa tras su primer corte.

Ese primer corte, «menor en cantidad y también en calidad» porque «la alfalfa segada se ha mojado en el campo antes de poder recogerse», ha «retrasado» el arranque del segundo. Por lo tanto, es de esperar que «al final la producción por hectárea sea algo menor». En cualquier caso, y pese a lo «difícil» que resulta estimar la cosecha de este año «por lo atípico de la climatología que hemos tenido hasta la fecha», Pérez cree que la campaña se cerrará con «bastante producción» porque «el segundo corte en las alfalfas de secano será bueno y en las alfalfas de regadío tenemos asegurada el agua de riego para toda la campaña».

Las lluvias y las bajas temperaturas también han afectado notablemente a la Ribera del Duero. Según apunta Ana Murueza, secretaria de la Cooperativa del Campo La Burgalesa, las parcelas de la zona acaparan «mucha agua» y por si fuera poco «proliferan los hongos». Por lo tanto, todavía «no se ha podido segar el forraje», de ahí la previsible merma productiva de esparceta y veza de cara a la actual campaña. Algo similar ha ocurrido con el girasol, cuyas siembras arrancaron la semana pasada con «casi un mes de retraso».

Tampoco se han librado de plagas y enfermedades los socios de Agropal. A este respecto, el director comercial de la cooperativa recuerda que el año ha sido «muy propicio» en este sentido mientras precisa que los agricultores han sufrido ataques de pulgón, cuca o aipón. Su control fue «difícil» porque «aunque se trataron, el efecto de los productos no fue el deseado», lo que también explica la «merma» del primer corte.

En términos de superficie, Castilla y León ha incrementado este año su interés por los cultivos forrajeros. El mayor crecimiento, según los últimos datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Ganadería, se registra en la veza, que cuenta con 10.361 hectáreas más que en la anterior campaña. En este apartado, Burgos espera consolidar su liderazgo productivo pese a contar con la mitad de superficie que Palencia. Para ello, los agricultores burgaleses han destinado para este ejercicio 11.300 hectáreas, 3.615 más que en 2017. Entretanto, los palentinos también han redoblado su apuesta al pasar de 12.707 a 23.707 hectáreas.

Si hablamos de alfalfa forrajera, Palencia aspira a mantener su indiscutible potencial, con Agropal a la cabeza, pese a contar con 445 hectáreas menos respecto a la última campaña. No en vano, la cooperativa «crece cada año» porque «se incorporan nuevos socios que también tienen parcelas con forraje». Además, Pérez remarca que el porcentaje de forrajes en las fincas de los socios se ha incrementado «poco a poco» durante los últimos años.

LA ALFALFA DESHIDRATADA SE CONSOLIDA EN EL EXTRANJERO

Los forrajes españoles mantienen su tirón en los mercados internacionales. Así lo demuestran los últimos datos facilitados por la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA) sobre la campaña 2017-2018, que se saldó con 1,1 millones de toneladas exportadas. De esta forma, el 72% de la producción nacional salió del país en dirección a Europa, África y Oriente Medio principalmente. No obstante, Alberto Pérez (Agropal) asegura que «el consumo nacional se cubrió sin ningún problema». Por otro lado, explica que «los precios de la campaña fueron relativamente bajos» porque «es la exportación la que marca el precio de la alfalfa».

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