Diario de Valladolid

SANIDAD VEGETAL

Alerta de zabro y gusano de alambre en el cereal

Plagas Itacyl recomienda vigilar las parcelas en zonas de incidencia

-

-

Publicado por
M.C.
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Las condiciones climáticas de humedad y temperatura están teniendo su incidencia también en la sanidad de los cultivos. En las últimas semanas se está detectando incidencia de zabro y de gusano de alambre en los cereales de invierno, lo que ha llevado al Instituto Tecnológico Agrario, Itacyl, a alertar al sector e instar a los agricultores de zonas con historial de algunas de estas plagas del suelo, a vigilar sus parcelas.

Como apoyo, el Itacyl ha elaborado unas fichas técnicas relativas a estas plagas, en las que se describen los agentes causales, su ciclo, sintomatología y daños, así como la forma de controlarlas.

ZABRO

El zabro es un coleóptero de la familia Carabidae que afecta principalmente al trigo, cebada y centeno (ocasionalmente avena). Tal y como se recoge en las fichas de la Consejería de Agricultura, los daños más importantes los producen las larvas, que se alimentan de las primeras hojas, dejando un aspecto «deshilachado». Excavan una galería estrecha en el suelo, donde introduce las hojas y se refugia durante el día.

Los adultos permanecen ocultos entonces, bajo terrones de tierra, hierbas o piedras. Durante la noche, como explican los técnicos, se alimentan de flores y granos bien formados o en estado lechoso, «si bien no suelen originar pérdidas significativas».

Es evidente, en este caso, que el otoño suave ha podido favorecer su eclosión temprana, incrementándose el riesgo de daño, que es más importante cuando las plantas de cereal son tan pequeñas que pueden ser destruidas completamente por la larva.

El calendario de vigilancia se extiende hasta el mes de mayo, prioritariamente entre la nascencia del cultivo y encañado (durante los estados de larva).

En relación a las medidas preventivas, especialmente en parcelas donde se hayan observado ataques previos, se aconseja rotar cultivos, evitando siembras de cereal sobre cereal; retrasar al máximo las siembras; eliminar el rastrojo y ricio mediante alzado; evitar la siembra directa; y, por último, alzar el rastrojo inmediatamente después de la siega.

Los técnicos definen los umbrales de tratamiento para la lucha química, que sitúan entre la nascencia y el estado de tres hojas, cuando se observen de diez a quince plantas dañadas por metros cuadrado en cebada, y de ocho a diez en trigo.

Los daños en algunas zonas están siendo importantes, con parcelas con afecciones que han obligado al agricultor a resembrar, como ha ocurrido en la provincia de Burgos.

En este caso, el consejo es claro: utilizar únicamente productos autorizados e inscritos en el registro oficial de Productos Fitosanitarios.

GUSANO DE ALAMBRE

Hablamos en este caso de una plaga polífaga (organismos vivos que pueden nutrirse de diferentes tipos de alimentos) que afecta a numerosos cultivos.

Las larvas son también las que mayor daño producen ya que se alimentan de raíces, semillas, tubérculos o plantas recién germinadas. Los principales daños, como se refleja en las fichas informativas, son subterráneos, manifestándose, en el caso de los cereales, los síntomas en superficie por rodales con amarilleamiento de las hojas que pueden terminar muriendo.

Los adultos pueden aparecer sobre el mes de marzo, y permanecen enterrados casi todo el tiempo.

El calendario de vigilancia coincide prácticamente con el del zabro, principalmente entre la nascencia y el ahijado, sobre todo en parcelas o rodales con daños en la campaña anterior.

No se ha establecido por el momento un umbral de tratamiento. En cualquier caso, desde el Itacyl recomiendan tratamientos aplicados en el suelo antes de la siembra y/o el tratamiento de la semilla, con productos autorizados. Se pide consultar el registro antes de cualquier aplicación.

Sobre las medidas preventivas, hay una serie de aspectos en los que se inciden y que aparecen en las fichas elaboradas por el Instituto Tecnológico Agrario, como son: no sembrar cereal tras pradera plurianual; rotar el cereal con cultivos poco atractivos, evitando la siembra del cereal cuando la parcela salga de una situación de pradera; laboreo en verano o durante el invierno, exponiendo las larvas a condiciones externas duras, «poco adecuada para ellas»; y procurar evitar la presencia de malas hierbas y otoñada durante el periodo entre cultivos.

La presencia de estas plagas agrícolas ha levantado la alerta de la Consejería de Agricultura, que también ha informado, según Asaja, que la situación respecto al topillo campesino continúa siendo de «abundancias bajas» y «en recesión» en toda la comunidad autónoma. De esta forma, no parece que haya riesgos a corto plazo.

tracking