Diario de Valladolid

Isabel I y Párkinson Burgos se unen en una investigación pionera sobre la enfermedad

La cooperación entre ambas entidades, potenciada por el uso de tecnología innovadora, posibilitará la mejora de la calidad de vida, evidenciando la relevancia del ejercicio físico en esta comunidad

Los profesores Sergio Álvarez, Iago Portela, Enrique Flórez y Adrián Moreno

Los profesores Sergio Álvarez, Iago Portela, Enrique Flórez y Adrián MorenoUNIVERSIDAD ISABEL I

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María Merino
Burgos

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La enfermedad de Párkinson, un trastorno neurodegenerativo progresivo que afecta al sistema nervioso central, ha emergido como uno de los desafíos médicos más apremiantes de nuestro tiempo. Caracterizada por la degeneración de las células nerviosas en ciertas áreas del cerebro, esta enfermedad desencadena una variedad de síntomas motores y no motores que pueden tener un impacto profundo en la calidad de vida de quienes la padecen. Desde temblores y rigidez muscular hasta problemas de equilibrio y trastornos del sueño, los síntomas motores del Párkinson son ampliamente reconocidos, pero la enfermedad también presenta una serie de manifestaciones no motoras que pueden ser igualmente debilitantes. Además de los desafíos físicos, esta afección puede afectar la salud mental, las relaciones interpersonales y la autonomía de los pacientes, lo que genera una carga significativa tanto para ellos como para sus seres queridos. Teniendo en cuenta todas estas dificultades a las que se enfrentan los enfermos de Párkinson, ambas instituciones burgalesas han unido fuerzas para investigar cómo mejorar la calidad de vida de los pacientes, y desacelerar el desarrollo de la enfermedad.

Este año, en su 25 aniversario como asociación, Párkinson Burgos ha consolidado su relación con la Universidad Isabel I, con proyectos innovadores de investigación. El último esfuerzo, iniciado en 2023, ha llevado a la creación de este estudio científico que examina de cerca cómo el ejercicio físico puede influir en la evolución tanto de la calidad de vida como de algunas variables relacionadas con la salud entre las que se pueden destacar la ansiedad, la depresión, la calidad de sueño o la congelación de la marcha en pacientes con Párkinson.

Los investigadores de este proyecto conjunto son un equipo de docentes del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UI1, compuesto por Sergio Álvarez, Iago Portela, Enrique Flórez y Adrián Moreno, quienes nos han explicado de primera mano en qué consiste esta investigación.

Según ha explicado Sergio Álvarez, una de las características más valiosas del equipo es que es interdisciplinar, cada miembro cuenta con diferentes especializaciones. En concreto, han trabajado aspectos desde el rendimiento deportivo hasta la actividad física en salud. Iago Portela define los distintos campos de investigación a los que se dedican, como son el Ejercicio Físico en Poblaciones Especiales, del que se encarga Sergio Álvarez; la Evaluación de la Condición Física en Rendimiento, cuyo estudio es coordinado por parte de Enrique Flórez; la Aplicación de la Tecnología Deportiva al Rendimiento Físico y la Salud que concierne a Adrián Moreno, y el Ejercicio Físico y su Relación con Variables de Salud y Educación, de la cual se encarga el propio Portela.

La idea de realizar esta investigación surge cuando se dan cuenta de que existe un número importante de personas que no tienen oportunidades ni recursos necesarios para realizar ejercicio físico de la forma adecuada, asevera el investigador Sergio Álvarez. Además, poniendo ideas en común, se percataron del potencial de los datos que los dispositivos WIMUs (Wireless Inertial Moviment Unit) hasta ahora utilizados en el mundo del rendimiento deportivo, y la prueba DEXA (Densiometría Ósea), podrían ofrecer en una población especial con el objetivo de mejorar la salud de los participantes en el estudio.

La investigación está centrada en la población con Enfermedad de Párkinson por dos motivos. En primer lugar, por el número de afectados que existen en España y en segundo lugar, por los beneficios que esta población podría adquirir gracias a la planificación individual bajo supervisión del ejercicio físico. En esta ocasión, se está trabajando con la Asociación Párkinson Burgos, quienes en todo momento se han mostrado muy colaborativos, nos cuenta Portela.

Por su parte, Enrique Flórez desgrana los objetivos de este proyecto. La finalidad es mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad. Se trata de una población, normalmente de una edad avanzada y muy sedentaria, con los problemas que estos factores conllevan. En este trabajo, además del ejercicio físico y la calidad de vida, también se han tenido en cuenta otras variables de salud. La idea principal es comprobar cómo se relaciona el ejercicio físico con estas variables y, con ello, proporcionar herramientas para una planificación del ejercicio físico más personalizada que mejore la calidad de vida de este colectivo.

Respecto al funcionamiento de la investigación, en primer lugar, se realizó una valoración inicial de ciertos parámetros físicos, medidos con pruebas validadas, que permitieron al equipo establecer la condición física general de los participantes. A su vez, se midió la calidad de vida y otras variables de salud. Mientras se realizaron las pruebas físicas que establecieron la condición física de los participantes, éstos llevaban colocados estratégicamente en diferentes partes del cuerpo dispositivos WIMUs.

Los WIMUs, son dispositivos de carácter inalámbrico que permiten la recogida de datos en tiempo real y que miden entre otros parámetros, el movimiento humano y entre otras muchas funcionalidades, poseen acelerómetros triaxiales; esto quiere decir que son capaces de medir la velocidad y todas las variables cinemáticas relacionadas con ella, en los tres ejes del movimiento. Esta funcionalidad de los WIMUs, aplicada a una persona con Párkinson, posibilita cuantificar de forma objetiva la amplitud y trayectoria, así como su aleatoriedad y el grado de control del movimiento por parte del paciente.

Los voluntarios también se están sometiendo a densitometrías óseas, también conocidas como pruebas DEXA. Esta es un tipo de radiografía de dosis baja, que realiza una gran cantidad de mediciones de la composición corporal. Gracias a ella, estos investigadores pueden conocer la composición corporal del individuo, cantidad de grasa, de masa magra, densidad ósea, etc.

Respecto a la planificación del ejercicio físico, debe ser muy concreta y especializada, afirma Adrián Moreno. Es necesario tener en cuenta las características intrínsecas de las personas con las que se va a trabajar.

En estos momentos, la investigación se encuentra en el ecuador de la intervención física, que tendrá una duración de 16 semanas. Una vez finalizada, se repetirán las mediciones iniciales, lo cual dará resultados fehacientes al equipo acerca del impacto beneficioso que ha tenido el programa en cada paciente.

El equipo investigador considera que su trabajo puede animar a otros expertos a realizar investigaciones similares con otras enfermedades que afecten al sistema nervioso central basadas en esta metodología.

Gracias a este estudio pionero, se podrán establecer ejercicios especializados para cada enfermo de Párkinson, y con ellos, mejorar su calidad de vida y ralentizar el deterioro de ciertos parámetros de la salud.

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