Formación para detectar ‘bots’ en Twitter

Simulan el comportamiento humano y obedecen las órdenes de sus propietarios. Algunos funcionan como comerciales en el proceso de compra o servicios. Otros campan a sus anchas por las redes sociales y jalean noticias, etiquetan cuentas... Contaminan internet con mensajes absurdos, cosechan miles de seguidores, reparten y reciben multitud de likes, comparten fotos... Cada paso que dan es muy metódico. Publican cada pocas horas, día y noche, semana tras semana. No entienden de horarios. Están al pie de la digitalización de la vida pública y muestran su mejor cara, sobre todo, a la hora de airear la política e, incluso, los memes relacionados con esta temática.

Los bots son mediadores que desinforman. Manipuladores inteligentes que influyen en tu manera de pensar. Lo ideal es mantenerlos a raya. Encontrar esas cajas negras en las que se acumula la propaganda. Discernir entre lo importante y lo superfluo. Aunque puede parecer muy sencillo, no lo es. De hecho, cada día aparecen más máquinas que se hacen pasar por personas. La investigadora predoctoral en Comunicación Digital de la Universidad de Valladolid (UVA) Dafne Calvo, junto a Lorena Cano-Orón y Almudena Esteban, ha desarrollado Alerta Bots, un portal que recoge documentos educativos en abierto para que la ciudadanía pueda detectar este tipo de perfiles en las redes sociales.

Es verdad que existen tecnologías más avanzadas para cercar a estos robots que tienen como única misión manipular el clima de opinión de Twitter, si bien el objetivo de este proyecto, expone Cano-Orón, es utilizar aquellas herramientas que están al alcance de todos para que, cuando una persona consulte la plataforma, no se deje influir por los bots, precisamente porque reconoce su artificialidad. Busca dar herramientas para que otros docentes o alumnos interesados colaboren en este aprendizaje, con la meta de neutralizar el efecto que persiguen aquellos que programan estas máquinas.

En este sentido, Esteban matiza que el taller ha sido creado para potenciar la comprensión crítica de los usuarios en relación con las tecnologías. «Se tata de ofrecer el mayor número de recursos posibles para que las personas sean capaces por sí mismas de discernir en Twitter entre cuentas reales y cuentas automatizadas». Una invitación, añade, para participar en un encuentro entre la educación mediática formal y las habilidades mediáticas informales.

Calvo explica que la iniciativa es innovadora en la medida en que las técnicas que crean escenarios ficticios en internet también lo son. «Los contenidos y prácticas que proponemos permiten a los usuarios estar en alerta ante una de las formas de desinformación que más se está utilizando en redes sociales», argumenta Cano-Orón. Y es que, en opinión de Almudena Esteban, con este trabajo se ofrece «un punto de partida» para la identificación de bots y se abren las posibilidades para la detección de cuentas falsas a todo aquel que esté interesado.

La investigadora de la UVA considera que es necesario que los internautas sean capaces de empoderarse y no depender de terceras plataformas para identificar los flujos de desinformación en redes. «Sabemos que a través del análisis de datos masivos y mediante el uso de metodologías por ordenador es mucho más sencillo saber qué es un bot y qué no lo es. Pero no todo el mundo puede trabajar con big data o sabe emplear las herramientas que existen para identificarlos», expone para, a renglón seguido, añadir que es necesario contribuir a «la soberanía tecnológica» desde la base de la alfabetización digital, ya que «una ciudadanía informada siempre va a ser positiva en democracia».

Dafne Calvo afirma que no hay que olvidar que una persona pueda identificar por ella misma cuando una noticia está siendo viralizada por bots, cuando son bots los que están generando un trending topic o cuando una página concreta recibe muchos ‘Me gusta’ por parte estos mecanismos automatizados, resulta una «herramienta muy positiva» para defenderse de la confusión. Todo ello, incide, sin detrimento de soluciones colectivas a problemas sociales como la desinformación, como regulaciones que limiten el negocio de quienes se dedican a engañar a los usuarios con datos polarizados.

En esta misma linea se expresa Lorena Cano-Orón, quien subraya que la ventaja de este aprendizaje es el aumento de la capacidad crítica a la hora de enfrentarse al flujo de contenido de redes sociales, en el que, a priori, es difícil discernir el comportamiento real de otros usuarios de aquellos mensajes fabricados de manera automática con un interés específico. «Nuestro objetivo es que este conocimiento esté lo más accesible posible para que cualquier docente pueda utilizarlo en clase».

Almudena Esteban, por su parte, manifiesta que poner el foco en los bots «facilita» dar forma a ideas abstractas sobre lo que son las herramientas automatizadas y cómo éstas son una de las múltiples formas de generar corrientes de opinión o simular ideas. «La exposición y reconocimiento de las herramientas concretas contribuye a verificar la información que consumimos y mejorar nuestra conciencia crítica», sostiene.

El proyecto se desarrolló durante las elecciones generales del pasado mes de abril. La idea es, aparte de actualizarse acorde a los cambios tecnológicos que se van produciendo, adaptar los contenidos a otros grupos de población como podrían ser los adolescentes o ciudadanos no universitarios. Y replicarlo en otras universidades, acomodarlo a otros contextos y mejorarlo conforme se encuentren nuevas necesidades y retos en el ámbito de la comunicación digital y el empoderamiento tecnológico, avanzan las investigadoras que forman parte del grupo Mediaflows, dedicado a estudiar la comunicación en las campañas electorales.

En definitiva, Alerta Bots ofrece una propuesta docente, un taller con una duración de tres horas para que se pueda trabajar en el aula. «Los propios docentes pueden utilizar libremente los materiales con licencia Creative Commons para llevarlo a cabo. Es importante el acceso abierto a los materiales educativos sobre bots para impartir los contenidos en el aula y la posibilidad de adaptar los materiales a contextos particulares. La difusión es una tarea imprescindible para que este taller sea útil», concluye Esteban.