CASTILLA Y LEÓN
Devoción y arte en cada paso
Han pasado dos años desde que la terrible pandemia irrumpiera en nuestras vidas, interrumpiendo el ritmo de nuestros ritos y celebraciones. Y aunque aún siga vigente el virus, poco a poco volvemos a recuperar las tradiciones como el que se vive estos días en los pueblos y ciudades de Castilla y León con la Semana Santa. Será la primera sin restricciones y con la recuperación de ritos y procesiones tras dos años suspendidos por el Covid-19. Arte, tradición, fervor religioso, pero también carácter popular, confluyen en uno de los principales acontecimientos que marca el calendario en Castilla y León. Desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección se vivirá en las calles de toda la región un rosario de imaginería única cincelada en madera. Arte, tradición, fervor religioso, pero también carácter popular, confluyen en uno de los principales acontecimientos que marca el calendario en Castilla y León. Con ocho Semanas Santas declaradas de Interés Turístico Internacional (Ávila, Valladolid, Zamora, León, Salamanca, Palencia, Medina del Campo y Medina de Rioseco), cinco Nacional (Astorga, Burgos. Peñafiel, Ponferrada y Segovia) y nueve Regional (la Semana Santa de Aranda de Duero en Burgos, Sahagún en León, Burgo de Osma, Soria y Tordesillas, Toro, la procesión de los romances de Navaluenga en Ávila, el Viernes Santo en Bercianos de Aliste en Zamora) la comunidad posee la mayor oferta de producto turístico del país. ÁVILA
La Semana Santa de Ávila, declarada de Interés Turístico Internacional desde 2014, constituye una gran expresión de arte y riqueza representada por los numerosos pasos que recorren la ciudad amurallada. Con sus 15 procesiones y 14 hermandades, es una de las más bellas de Castilla y León. El programa empieza el Viernes de Dolores con la procesión del Via Matris, recordando los Dolores de la Virgen, con el paso del Stmo. Cristo de los Afligidos y Ntra. Sra. de la Paz. El Cristo es el único de Ávila que procesiona con la cruz inclinada, no vertical como es habitual. La Semana Santa de Ávila acoge una de las procesiones más importantes de Castilla y León, la del Cristo de las Batallas, que se celebra el Miércoles Santo. La imagen titular es un pequeño busto del siglo XV que acompañó a los Reyes Católicos en sus campañas bélicas, de aquí su nombre. Más de 300 hermanos con túnica y capuchón negro, y cíngulo de esparto, iluminan con sus hachones el camino de su Sagrado Titular. Tres cofrades portan pesadas cruces y el silencio sólo lo rompen los tambores destemplados, los toques de corneta y las esquilas que llaman a la contemplación del sufrimiento del Salvador.
También es muy atractivo el Vía Crucis de Penitencia del Viernes Santo que preside el Cristo de los Ajusticiados, también llamado Cristo de la Buena Muerte. Por su parte, el Martes Santo se celebra en Ávila la procesión del Miserere presidida por la talla de Santa María Magdalena.
Y en su provincia merece la pena acercarse a conocer la procesión de los romances de Navaluenga, una tradición local, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, en la que dos cuadrillas de personas se retan en el canto de romances, escritos por Lope de Vega, durante la procesión de Jueves Santo.

Semana Santa en Ávila. Procesión ‘Vía Matris’, de la Cofradía del Santísimo Cristo de los Afligidos, saliendo del la iglesia de Santa Teresa de Jesús. / ICAL
BURGOS
La Semana Santa de Burgos se convierte en otro de los atractivos para visitar la ciudad. Es esta Semana Santa en que la mayoría de las cofradías que intervienen tienen su origen en la Edad Media, estando asociadas a algún gremio laboral: plateros, zapateros, yeseros, hortelanos, curtidores, etc.
Con el transcurrir de los tiempos, a las anteriores se unen las nuevas que se forman, y que tienen un carácter penitencial, además de los fines clásicos: atender a los cofrades en la pobreza, enfermedad y muerte, y, por supuesto, conmemorar la Pasión de Cristo.
En su territorio merece la pena acercarse a conocer la Pasión de Aranda de Duero, donde Cinco hermandades y tres cofradías muestran su fe y devoción desde el viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. En otras localidades como Lerma y Covarrubias se vive una Pasión muy especial donde los propios vecinos representan el peregrinaje, muerte y resurrección de Jesús. En ambas localidades se concentran centenares de espectadores que esperan ver estas interpretaciones en las que participan unos 250 vecinos. LEÓN
Esquila, clarín y tambor rasgan el silencio de la noche leonesa con sus peculiares toques de llamada, entonando seguidamente uno de los hermanos la secular frase: «Levantaos hermanitos de Jesús, que ya es hora». La tradición de la Semana Santa leonesa, que se remonta al siglo XVI, contempla por igual arte y devoción. Arte con los incomparables pasos que participan en sus procesiones; obras de los talleres de Juan de Juni, Gregorio Fernández, Luis Salvador Carmona, Víctor de los Ríos y Francisco Díez de Tudanca, entre otros. Devoción con sus dieciséis cofradías y Hermandades, sus cofrades, denominados popularmente «papones». A lo largo de diez días, desde la emocionante salida en la tarde del Viernes de Dolores de la antigua imagen de la Virgen del Camino, conocida popularmente como la del Mercado, y hasta la suelta de palomas en la mañana del Domingo de Resurrección, en la plaza de la Catedral, un total de dieciséis cofradías y hermandades penitenciales -algunas con más de cuatro siglos de existencia- organizan treinta procesiones, desfilan por las calles un centenar de espectaculares grupos escultóricos portados a hombros por los hermanos braceros, organizan Vía Crucis procesionales, rondas lírico-pasionales, conciertos, pregones... todos ellos en medio de la mayor expectación popular
La provincia leonesa concentra numerosos actos en distintos pueblos y localidades que bien merecen la pena una visita como Sahagún, Astorga y Ponferrada. PALENCIA
Palencia mantiene activas cuatro de las cofradías penitenciales más antiguas que se crearon en la Vieja Castilla a partir del Concilio de Trento. Esto da una idea de la vitalidad de su Semana Santa y un motivo más para que se la haya declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Las tradicionales carracas son sustituidas en Palencia por el original «tararú» que identifica las paradas y reanudación del desfile a través del toque de trompeta y el coro de niños. Gran tradición popular tiene «La llamada de Hermanos» convocando a los cofrades con toques de corneta y golpeando las puertas con varas durante las noches de la Semana de Pasión. SALAMANCA
Es un escenario privilegiado para una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. La belleza de sus tallas hace de ella una experiencia mágica repleta de sentimiento. Una de las costumbres que viene de antiguo y que no se vio suspendida ni siquiera en tiempos de la República, es la celebración de ‘Los Oficios’ en la capilla de la vieja Universidad, junto a las cenizas de Fray Luis.
Es el Jueves Santo cuando se hace este acto litúrgico y académico, que entre los docentes está considerado como claustro extraordinario. Cuando antiguamente ‘los oficios’ se rezaban por la mañana, a los claustrales se les obsequiaba con un desayuno a base de chocolate, bizcochos y azucarillos.
Todos los catedráticos visten sus galas académicas, hacen turno de vela y son incensados individualmente ante un cáliz introducido en una urna de cristal que suele ser colocada sobre un arcón del s.X.

Procesión y Via Crucis organizado por la Junta de Semana Santa en Salamanca. / ICAL
SEGOVIA
La ciudad del Acueducto convierte sus calles y principales monumentos en el mejor escenario para el paso de las procesiones. Del conjunto de procesiones destaca el Vía Crucis Penitencial. Entre las tallas procesionales segovianas despunta, por su antigüedad, el Cristo de los Gascones que sale el jueves en el Vía Crucis de la parroquia de El Salvador.
Otra de las más llamativas es, la Procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, que comienza en el barrio de Zamarramala y se dirige a la iglesia de la Veracruz, en cuyas inmediaciones esperan los Caballeros de la Orden de Malta (propietarios de la histórica iglesia). En el interior del románico templo se celebra el Santo Oficio, para luego regresar a Zamarramala donde se entona la Salve Dolorosa y se proclama el Sermón de la Soledad. Estos actos y cortejo reproducen los que en 1134 hacían los caballeros de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y Malta. SORIA
Aunque la historia de la Semana Santa es más reciente que la de otros lugares, sorprende su belleza. Desde 1887 en Soria solo existía la cofradía del Santo Entierro, que ha sido la generadora, en el transcurrir del tiempo, del resto de cofradías que han ido fundándose. Actualmente hay diferentes Hermandades, y cada cofradía realiza un desfile procesional en el que traslada sus imágenes desde la iglesia, donde canónicamente está constituida, hasta la Concatedral de San Pedro Apóstol, quedando en dicho templo las diferentes tallas. El Viernes Santo salen todas ellas, acompañadas de sus respectivas Hermandades, en una única comitiva. Cada una de las diferentes cofradías está consagrada a un pasaje distinto de la Pasión de Cristo, que puede portar una o más imágenes, pero siempre circunscritas a lo que significa dicho pasaje, es decir, cada Hermandad tiene una exclusiva de un momento bíblico.
En su provincia destaca la de El Burgo de Osma. Cuenta con diferentes pasos, entre ellos un Cristo Resucitado del siglo XVI, copia de un original de Juan de Juni. También la de Ágreda cuenta con una gran tradición y se caracteriza porque la Cofradía de la Vera Cruz utiliza un traje del s. XVII llamado «felipecuarto», por estar inspirado en la moda de la nobleza en la época de este monarca. En la mañana del Viernes Santo, la Cofradía desfila por las calles de la villa siguiendo un protocolo secular. VALLADOLID
Valladolid y su provincia se convierten en un enclave único para disfrutar de la Semana Santa al más puro estilo castellano. La Pasión de la capital del Pisuerga tiene una profunda raíz cortesana y cultural, dos tiempos: la Semana Santa que arranca en el siglo XV y la reorganización de 1920 a cargo del arzobispo Gandásegui y los escritores Cossío y Agapito y Revilla. En aquel año encontraron en los sótanos del entonces Museo Provincial de Bellas Artes (Palacio de Santa Cruz), desperdigados, muchos de los sayones que componían el historiado de los viejos pasos. Los cristos y las vírgenes estaban en los templos y tuvieron mejor conservación y trato, por ser imágenes de culto.
Aquella histórica Semana Santa de los años veinte fue la consecuencia de una catástrofe que en lo artístico aún perdura. Reunir de nuevo las piezas de aquella especie de puzzle a lo divino fue una aventura apasionante en la que todavía están los investigadores del arte imaginero.
En la provincia, son innumerables las manifestaciones religiosas siendo ala de Medina de Rioseco y la de Medina del Campo las más representativas junto con la Bajada del Ángel de Peñafiel que se celebra cada Domingo de Resurrección y la de la histórica villa del Tratado de Tordesillas.

Valladolid. Procesión General del Redentor durante la noche del Viernes Santo.; en ella las 20 cofradías sacan 33 imágenes de la Pasión y Muerte de Jesús. / ICAL
ZAMORA
La Semana Santa de Zamora es el acontecimiento social y religioso más importante de la ciudad. Sus habitantes participan con fervor y austeridad de este sentir, que alcanza varios momentos muy intensos a lo largo de los diez días en que la ciudad se ve inmersa en sus procesiones que se remontan al siglo XIII, es una de las más antiguas y prestigiosas de España. Diecisiete son las cofradías que desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, convierten las calles de la ciudad en un museo vivo que siente la pasión, muerte y resurrección de Cristo, representándola con sus más de 40 pasos. Esta Semana Santa se ha conservado durante siglos, definida por la austeridad, silencio y oración. La antigüedad de sus cofradías se enriquece con la calidad de sus esculturas, las cuales se pueden ver en el Museo de la Semana Santa, que muestra 37 obras de la pasión, destacando el escultor más prolífico, Ramón Álvarez. Mantiene viejas costumbres, tradiciones y personajes, como «El Barandales» y «El Merlú». En su provincia destaca la Semana Santa de Toro y la celebración del Viernes Santo en la localidad de Bercianos de Aliste en la que los cofrades, ataviados con sus túnicas blancas de lino que les servirán de mortaja el día de su entierro, salen en procesión.