Una carta para la división
Enfado de parte de los abonados por la misiva que les dirige Luis García, nuevo director general, que abre el cisma al agradecer el apoyo sólo de los seguidores que vieron el partido ante Las Palmas desde el inicio

Luis García, director general del Real Valladolid.
Lo habitual cuando alguien estrena un cargo importante en un entorno convulso es aparcar el pasado y ganarse a los disidentes, con el fin de unir fuerzas. Luis García, nuevo director general corporativo del Real Valladolid en sustitución de Matthieu Fenaert, ha optado por lo contrario: convertir la zanja en trinchera.
La misiva enviada a los abonados por correo electrónico de la que ayer se hizo eco este diario y que no todos han recibido (algunos de ellos no fueron al partido o no entraron al inicio) ha despertado el enfado en algunos casos y la indignación en otros, aunque también ha habido seguidores que no le han dado mayor importancia. Es imposible establecer porcentajes sin una consulta específica, pero el número de los dos primeros es notable, según las quejas recogidas en esta redacción.
El punto que más ha molestado de la torpe misiva es el que dice: «A los miles y miles que, desde el pitido inicial, convertisteis vuestra lógica frustración en energía y que nos ayudasteis a afrontar un partido complicado: ¡Gracias!».
García no guarda ni una frase para los que protestaron fuera -que también quieren al club- para intentar ganárselos o, al menos, entender su postura. Divide a la afición en dos.
El nuevo CEOrealiza un análisis reduccionista de una temporada para el ridículo dentro y fuera del campo. En vez de reconocer el problema global desde la confección de la plantilla desde el verano, pone énfasis en lo ocurrido tras el 7-1 de Bilbao. Y abona la impresión de que un empate en casa ante Las Palmas, insuficiente a todas luces para el objetivo de la permanencia, es un éxito al evitar no sólo la goleada en contra, sino la derrota.
«Estamos atravesando momentos deportivos muy complicados. La semana pasada fue complicada para todos nosotros. Todos tuvimos que pedir disculpas y coincidimos en la exigencia de trabajo y esfuerzo para preparar el partido del viernes en Zorrilla»
Al menos Luis García reconoció que se ha perdido la dignidad, pues habla de recuperarla. «El viernes pudisteis ver unos jugadores unidos, sacrificándose, comprometidos y entregados hasta el final. La exigencia es recuperar la dignidad».
Probablemente en la próxima campaña de abonados no se realicen distinciones entre los que se quedaron fuera ante Las Palmas y el resto, de cara a que renueven su carné y lo paguen. La Federación de Peñas sostendrá una reunión con Luis García la próxima semana y uno de los temas que tratará es este mensaje.