Diario de Valladolid

Que siga la racha

Los blanquivioleta buscan en Miranda su quinta victoria consecutiva, que puede auparlos al liderato en solitario / Pierden a Meseguer, ex jugador del cuadro local / Seis casos de gastroenteritis en el Mirandés

Escudero protege el balón ante Carlos Martín, pichichi del Mirandés con 15 goles.

Escudero protege el balón ante Carlos Martín, pichichi del Mirandés con 15 goles.REAL VALLADOLID

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El Real Valladolid es una tortuga. No por la velocidad con que puntúa actualmente, propia de liebre -sin abandonar a Esopo- sino porque técnico y jugadores han logrado hacerse un caparazón tan coriáceo que no hay quien lo atraviese.

Que la afición pita (o al menos una parte), no pasa nada. Ni se habla de ella y a otra cosa. No existe. Que Ronaldo se hace el gracioso y desestabiliza su chiringuito sin venir a cuento y cuando más daño puede hacer el fuego amigo, tampoco pasa nada. Que equipos brasileños tocan a Pezzolano cuando menos ganas tiene la afición de que se vaya (lo cual ya constituye casi un milagro), pues también resbala por la concha del galápago blanquivioleta.

Hay técnicos integradores que buscan la unidad de todo lo que rodea al equipo para progresar, como Del Bosque o Ancelotti. Otros necesitan crear trincheras y están a gusto en el enfrentamiento, porque viven de reforzar la fe combativa de los suyos creando un enemigo. Como Mourinho, Luis Enrique... y Pezzolano, salvando las diferencias.

De los diversos tipos de entrenador hay uno bueno: el que gana, ya sea como lobo o perro pastor, como tortuga o liebre. Si al uruguayo le funciona su invento, adelante con él. Y ahora le va mejor que a ninguno de sus colegas, en gran parte gracias a la materia prima que maneja.

Un buen plantel que deberá darlo hoy todo para ganar en una cancha chiquita pero muy caliente, como un microondas. El Mirandés ha pillado la ola buena y después de sumar siete puntos de nueve no quiere bajar de la tabla.

Enfrente se encontrará a unReal Valladolid que en los últimos dos desplazamientos ante Cartagena y Amorebieta ha dejado de huevear para convertirse en un rival rocoso y competitivo. El Mirandés es equipo de similar pelaje y la misma receta le vale al Pucela. Los rojillos cuentan además con el hándicap del episodio de gastroenteritis que se ha apoderado de parte de la plantilla.

La fortuna también parece del lado de un Real Valladolid que no puede presentar el mismo once que ganó al Huesca por la sanción a Meseguer. Juric el olvidado puede ocupar su puesto, sin olvidar a Iván Sánchez ni a un De la Hoz que apenas cuenta últimamente. Ahora hay que darse codazos para formar parte de esta tortuga llamada Real Valladolid.

MIRANDÉS

Un virus gastrointestinal que ha afectado a seis jugadores del Mirandés y las seis bajas entre lesionados y sancionados que tiene el Valladolid, condicionarán el duelo castellano.

El Mirandés de Alessio Lisci quiere hacer valer las dos últimas victorias que le han alejado prudencialmente de los puestos de descenso, pero con un contratiempo en forma de virus gastrointestinal, con media docena de jugadores contagiados que obligará a recomponer su once. El técnico ha señalado que cuatro de los jugadores están mal, pero ha preferido no adelantar nombres «para no dar pistas al rival».

La Gumina, que fue baja el lunes precisamente por este virus vuelve a la convocatoria y también Javi Marton que irá citado tras su lesión de larga duración.

El cuadro local recibirá al Valladolid con el margen de tres puntos sobre el descenso y el propósito de acercarse a la salvación, después de dos victorias y un empate en sus últimos tres choques.

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