FÚTBOL / REAL VALLADOLID
El Real Valladolid quiere borrar el mal trago
Los blanquivioleta desean desquitarse de la derrota contra el Espanyol y volver a la senda del triunfo frente a un Andorra que ha perdido en sus cuatro últimas salidas
David Torres.
La victoria en Primera División es un oasis que sacia la sed durante varias jornadas a los equipos que luchan por la salvación. Pero para los conjuntos de Segunda que pugnan por el ascenso, toma forma de dosis obligadas y regulares. Descoserse del triunfo durante un par o tres de jornadas seguidas equivale a crisis. Bien lo saben en Zorrilla, del mismo modo que sumar cinco victorias consecutivas ejerce de catapulta.
El Pucela recibe esta noche al Andorra con las dudas que ha despertado su derrota en casa del Espanyol. En su duelo con un equipo puntero quedó demostrado que los catalanes necesitaron poco para ganar y que el Real Valladolid fue flojo en las dos áreas, donde se deciden los partidos. Nada que ver con la imagen proyectada por el Leganés, nuevo líder, el viernes en el mismo escenario de Cornellá. Ganó 0-1 y proyectó una imagen de equipo más cuajado que el Pucela.
Ése es el reto de los blanquivioleta: conjuntarse. Lo de jugadores fuera de forma, que han llegado tarde y la falta de armonización del equipo suena más a excusa que a condicionante, cuando caen las hojas de los árboles y se comienzan a vender castañas. Es hora de que el Pucela juegue como un todo y no como una asociación, a veces limitada, a veces solidaria, de jugadores.
El Andorra no es un grande de la categoría para poner a prueba cómo se levanta el Pucela del golpe de Barcelona, pero sí ofrece argumentos para convertirse en piedra de toque. No sólo porque le discutirá la posesión al ser el líder de este apartado con el 67%, por delante de Éibar (59%) y el propio Real Valladolid (57%).
También porque es un equipo de fútbol rápido y abierto, que se la juega abiertamente. Fuera le salió bien en la primera jornada al ganar en casa del líder Leganés, pero perdió en los otros cuatro desplazamientos, encajando doce goles.
Tanto la alineación como la formación que presente Pezzolano son una incógnita. El técnico a veces las cambia según las características del rival. Una medida conveniente cuando so n giros sobre la misma idea de juego y no se pierde la personalidad, pero dañina si se supedita demasiado lo propio a lo ajeno. En esa delgada línea el entrenador deberá decidir si sigue con su apuesta por el 4-1-4-1, vuelve al 5-3-2 o confía en el 4-2-3-1, una vez que el 4-4-2 parece descartado si se confirma la probable ausencia de Marcos André. Nada mejor que aventar la posibilidad de que pueda jugar para tener la casi certeza de que no lo hará. Es de segundo curso de Pezzolano.
Un posible once blanquivioleta para esta noche, si continúa el dibujo 4-1-4-1, es el formado por John en la portería; Luis Pérez Boyomo, Torres y Escudero en defensa; Juric por delante de la zaga; Meseguer y Monchu flanqueando al croata en la medular; Iván Sánchez en el extremo derecho, Kenedy en el izquierdo y Sylla como delantero centro.
La única novedad respecto al once titular de Cornellá sería la entrada de Torres, regresado de la selección española sub 21, en lugar de Henrique. Ganar es fundamental para no descolgarse de los seis de arriba, que jugaron entre sí, con la consiguiente pérdida de puntos.