García: "Si no hubiera interés de inversores por el club, algo estaríamos haciendo mal"

El Real Valladolid ha logrado la cuadratura del círculo con la comparecencia de un director financiero que no ha dado un solo número. Algo así como un director deportivo que no hable de futbolistas o un nutricionista que no hable de alimentos. El blanquivioleta permaneció más de cuarenta minutos contestando preguntas a medias o directamente esquivándolas, sin proporcionar guarismos.

Luis García, cinco años y dos meses en LaLiga, donde, desde el departamento de control financiero, era el ogro que apretaba a los clubes para justificar al céntimo sus cuentas (Suárez tenía que pedir árnica a Tebas por su firmeza) ha recorrido un camino similar al que conduce a un fiscal a convertirse en abogado defensor. 

Tan bien defiende García los intereses de los dueños del club que no aclaró nada, sino que se limitó a hablar de principios generales. Nunca de la realidad concreta en forma de números. Se esperaba una comparecencia con cifras y documentos e incluso con alguna presentación visual en powerpoint. Sólo hubo palabras.

Por lo tanto el aficionado blanquivioleta no puede saber cuál es la liquidez del club, entendiendo como tal el dinero que tiene en las cuentas de los bancos, más las deudas de terceros por traspasos pendientes de cobro. «Eso no te lo voy a decir», comentó.

Tampoco se sabe cuál es el gasto en plantilla de esta misma temporada. «Primero lo tiene que saber LaLiga», contestó. Se le hizo saber que pronto lo hará público, pero ni así facilitó el dato.

Al menos sí dio la diferencia entre el límite de coste en plantilla y el coste real realizado por el club desde que llegó Ronaldo hace cinco años. No proporcionó una cifra en euros pero sí un porcentaje: «el 98,5%».  

Luis García minimizó todos los capítulos de ingresos, añadiéndoles todas las rebajas que conllevan... pero sin dar números. Su intención de jibarizar los números negros -«no es lo mismo ingreso que beneficio neto»- caía en contradicción cuando hablaba de la buena salud económica de la entidad, que ha hecho caja este verano. «El club tiene una situación financiera normal, saludable. Hace dos años decidió no vender en Segunda y ahora sí. Son estrategias».

García realizó un introito para explicar en qué consiste el límite salarial. Una información que figura en la web de LaLiga. «Hemos creado la plantilla más competitiva posible con un esfuerzo superior que se sitúa en unos niveles muy similares a los de la temporada 21-22 en Segunda División»,  fue su única aportación original.

Después se sometió a las preguntas de los periodistas, que se tomó como una carrera de obstáculos. Tras el 40% de más de límite salarial anunciado por el propio club, respecto al fijado por LaLiga, ¿cuál es la cifra exacta? «La cifra es la que da LaLiga, porque es la que recoge la normativa. No se publican los costes, ni ahora, ni antes. Una cosa es el coste de plantilla y otra el límite. El club ha hecho un esfuerzo para llegar a ese coste superior al límite, siempre de la mano de LaLiga».

Hasta en tres ocasiones García zigzagueó para evitar decir cuánto de ese límite salarial se ha consumido. Lo más que se acercó fue a ese 98,5% global en el último quinquenio.

El director deportivo aseguró que el dinero «por televisión y ayuda al descenso será inferior al de la última temporada en Segunda, y tampoco nos permiten presupuestar toda la ayuda al descenso».

También confirmó que el club no tiene intención alguna de realizar una ampliación de capital. «Existen diferentes modelos de gestión».

Lo curioso es que respecto a la posible venta del club, fue ambiguo. No dijo ni mucho menos que se esté buscando pero tampoco la descartó. «Si no hubiera interés por el Real Valladolid me preocuparía, porque algo estaríamos haciendo mal.

Claro que hay interés, como lo hay en los otros cuarenta clubes profesionales. Todos los meses a LaLiga llegan inversores interesados, porque los clubes son muy atractivos, saneados, con buena competitividad, buen producto audiovisual, y LaLiga es muy atractiva para los inversores. Pero de ahí a que haya algo más, nada de eso».

García también dijo desconocer por qué no se hicieron  públicas las cuentas intermedias del club en diciembre de 2019 e indicó que, en la extraña operación de compra de Gustavo Henrique, el coste del jugador fue menor a los 1,2 M€ revelados por la prensa turca.

La escasa agua que se pudo extraer de este secarral de comparecencia fue que todos los jugadores cuentan con reducción de ficha en Segunda, que la liquidación con Pacheta ya está hecha y que las fichas de la temporada pasada pendientes de pago, en noticia adelantada por este diario, están en su porcentaje mayoritario resueltas. Antes de fin de año deben estar satisfechas.