Diario de Valladolid

FÚTBOL | REAL VALLADOLID (EL ANÁLISIS)

Pezzolano abre la caja de las dudas en el Real Valladolid

El  desbarajuste táctico en el arranque liguero del Real Valladolid provocado por el entrenador uruguayo, lento de reflejos también en las correcciones, abre la caja de las dudas en un equipo blando y de momento sin identidad

Pezzolano junto a Martin Varini. / LALIGA

Pezzolano junto a Martin Varini. / LALIGA

Publicado por
Guillermo Velasco | D. M. Arranz
Valladolid

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Decimosexto  de 22 equipos en la clasificación con 3 puntos de 9 y después de haber disputado dos partidos en casa y uno fuera. El regreso del Real Valladolid a Segunda División, con uno de los tres presupuestos más altos de la categoría, está siendo indigesto y de forma inesperada tremendamente doloroso tras las  dos derrotas consecutivas ante Zaragoza y Alcorcón que borraron de cuajo el ilusionante debut ante el Sporting.

El caos táctico de Pezzolano obliga a un reseteo urgente y cuanto menos a cuestionar una filosofía de juego que lejos de arreglar el teórico (solo teórico)  desaguisado provocado por Pacheta la pasada campaña llevó a la pérdida de categoría. Esos diez últimos partidos de Pezzolano la pasada campaña, con especial incidencia en el que enterró al equipo en la última jornada en casa ante el Getafe abrieron una caja de Pandora que hoy, después de solo tres jornadas disputadas, no se ha cerrado .

Y es que la forma de jugar y el empeño de Pezzolano a ‘inventar’ a puerta cerrada (otro incomprensible para no cambiar nada) hace parpadear a las primeras de cambio la luz de alarma. Pezzolano se ve obligado a corregir o cuanto menos modificar su filosofía en no una sino muchas situaciones de juego.

1. Vulnerable en defensa.

El Real Valladolid está siendo vulnerable atrás porque juega con el equipo muy abierto y la opción de Escudero como doble pivote defensivo para generar juego al final genera descompensación al dejar mucha banda libre. Muchos metros para un jugador que no brilla precisamente por su físico  y que le cuesta mucho replegarse y volver en la transición defensiva, dejando vendido al central izquierdo. Ante el Alcorcón.

2. Más trabajo con los centrales.

Pezzolano no parece dar con el eje defensivo. Tres jornadas y tres formaciones diferentes. Boyomo, un jugador que costó 1 millón de euros, de titular diferencial a desaparecido y olvidado. Con Henrique, un central más lento, al equipo le costó tapar los huecos provocados por las ‘huidas’ de Escudero. De La Hoz tampoco cuadró bien con el central porque eran perfiles muy similares. Es un equipo que gana pocos duelos

3. Un equipo blando.

El Real Valladolid es un equipo que gana pocos duelos. El jugador que más balones recupera es curiosamente Masip, y de campo de campo, Escudero. A pesar de tener una presión alta casi todo el tiempo, los robos que realiza no son efectivos.

4. Marear la perdiz.

¿De qué sirve tiene un 59% de posesión media si  no es capaz de intimidar? El fasto recuerdo de la última jornada ante el Getafe la pasada campaña, tocando y tocando para nada, vuelve a la mente en este inicio de campaña.  Quienes más pases dan son De la Hoz (55 de media), Luis Pérez (44) y... Escudero (36). Demasiado sobe de balón. Menos conducción de balón. El equipo necesita y ansía más balones en profundidad, una de las grandes asignaturas pendientes hasta la fecha. 

5. Poca verticalidad.

El Real Valladolid en ataque también es un bluff al ser es un equipo muy poco vertical. Quitando Moro e Iván Sánchez, no ha tenido jugadores con desequilibrio en estas tres primeras jornadas. Kenedy es el que más  regates ha realizado, 8, pero muy poco por no decir nada productivos. El equipo blanquivioleta no genera muchas ocasiones, el que más dispara es Monchu, con siete disparos, casi todos desde fuera del área. 

6. A balón parado, nulo.

El Real Valladolid tampoco está generando nada. Es un equipo con una estatura media superior a otras temporadas pero no le ha servido, de momento para nada. En su debe habrá que esperar al acople de los nuevos, es especial con la llegada Marcos André.

Camilo Speranza en el banquillo pucelano. / LALIGA

Camilo Speranza en el banquillo pucelano. / LALIGA

7. Efecto Pezzolano.

El entrenador uruguayo, todo raza, todo carácter, todo adrenalina sobre el césped  posiblemente no conecta con el equipo como debiera por culpa de esa sanción que le ha recluido junto a su ayudante  Varini en la pecera. ¡El efecto Pezzolano se diluye  porque está en el palco o tribuna. Al final es puro nervio y si está encima de sus jugadores quizás pueda presionarles más a pie de campo. Las correcciones tardan en llegar porque tiene varios interlocutores, Speranza, Rubio, el propio preparador físico Gonzalo Álvarez...

8. Monchu de ‘5’.

Con Juric ahora Pezzolano puede tener un jugador más fajador que libere a los que pueden mover el balón. Ante el Alcorcón colocó a Meseguer por delante cuando el que debe de jugar de ‘5’ es Monchu, que tiene más movilidad .

9. La realidad de Segunda.

El Real Valladolid es uno de los grandes de Segunda y esta conducción repetirá el planteamiento del Alcorcón, agazapado y ordenado atrás en busca de las contras.  Contra equipos en bloque bajo como el Alcorcón al Real Valladolid le cuesta más al no tener en ataque alternativas. El próximo viernes es un partido ante el Albacete que es un equipo similar, que quiere el balón que tiene más de un 60% de posesión y que genera mucho con balón. El equipo de Rubén Albés tiene un modelo de juego muy similar de generar con balón. Quizás ahí pueda tener opciones al ser más de tú a tú.

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