BALONMANO
El Recoletas tiene dos flotadores para salvarse
El Atlético Valladolid debe atar la permanencia en Asobal ante Cisne fuera y Sinfín en casa antes de sus difíciles partidos finales frente a Ademar y Granollers
La Liga Asobal afronta su hora de la verdad con el Recoletas Atlético Valladolid en plena lucha por la supervivencia en la élite. En una temporada muy irregular, lastrada en parte por las numerosas y largas lesiones, algunas de jugadores clave, el conjunto de David Pisonero adquirió un enorme balón de oxígeno con su victoria del domingo ante Anaitasuna. Pero su supervivencia aún no está garantizada.
Quedan cuatro postas en una clasificación apretadísima por abajo para decidir el nombre de los dos equipos que descienden y el que promociona. Ocho puntos vitales con enfrentamientos directos entre los aspirantes a la permanencia y partidos a priori perdidos, como son los que tienen al Barcelona de rival.
El calendario del Recoletas (19 puntos) no es de los peores entre los conjuntos de la zona baja pero sí cuenta con choques comprometidos. Los de Pisonero visitan en la próxima jornada al Cisne, farolillo rojo con 13 puntos y prácticamente descendido. Después reciben a otro rival por la salvación, el Sinfín de Santander, que les aventaja por un punto, para concluir ante Ademar en León y Granollers en Huerta del Rey. Dos equipos de la zona media-alta y alta que pueden llegar a estos compromisos sin nada en juego.
Aun así, el Atlético debe intentar hacerse con los cuatro puntos más asequibles ante gallegos y cántabros para llegar prácticamente salvado al derbi y a la cita con los vallesanos, terceros en la tabla.
Respecto a sus rivales por la permanencia, el Benidorm con sus 21 puntos la tiene casi en la mano. Recibe este fin de semana al Huesca, su inmediato antecesor, para viajar después a Logroño y Puente Genil, dos desplazamientos complicados. Acaba en casa con Anaitasuna.
El Sinfín (20) no lo tiene fácil. Recibe en el derbi cántabro al Torrelavega, viene a Valladolid, espera en Santander al Barcelona y finaliza la Liga ante un Guadalajara que puede estar descendido o jugarse la vida.
Anaitasuna (20) se mide a equipos de arriba o de abajo. Espera en Pamplona al Barcelona para viajar después a Guadalajara, recibir al Logroño y cerrar la Liga ante un Benidorm que puede estar por entonces salvado.
En los tres últimos puestos, Cangas (18) se mide a equipos de la zona alta y media-alta: Ademar (fuera), Granollers (casa), Cuenca (fuera) y Huesca (casa). Una ruleta rusa según cómo se tomen los cuatro rivales los partidos.
Guadalajara (16) tras desplazarse a Logroño, jugará enfrentamientos directos con Anaitasuna (casa), Cisne (fuera) y Sinfín (casa).
Cisne (13), en busca de un milagro a tres bandas al menos para aferrase a la promoción, visita al Barça tras recibir al Recoletas, hace de anfitrión ante Guadalajara y finaliza en Logroño. Un calendario mortal.