Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID

Campanada del Real Valladolid con su victoria 1-2 en Villarreal

Amallah inauguró el marcador en el minuto 2 y una jugada de área a área de El Yamiq culminada por él mismo elevó el segundo gol al marcador / Capoue disminuyó distancias / Pezzolano fue expulsado

El Yamiq celebra su gol.

El Yamiq celebra su gol.

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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Hay partidos que marcan temporadas. Son los que permiten vislumbrar con suficiente grado de exactitud el descenso a los infiernos o la proyección celestial. Permiten abonar el terreno de las certezas, como un diagnóstico médico.

El de Villarreal, con una gloriosa victoria por 1-2,  pertenece a este apartado. El Real Valladolid mostró y se demostró muchas virtudes inherente a cualquier equipo, que parecían arrumbadas en el cajón de olvido. Es pronto para saber si la reacción vista con Pezzolano pertenece al campo de la solidez o de la efervescencia propia de recién llegado, pero el equipo ya muestra evidentes síntomas de mejoría.

Marca goles: 5 en dos partidos. Compite hasta el final, y también fuera, como quedó visto en la Cerámica. Lucha. Es solidario. Y hace faltas, señal no de dureza, sino de que está metido en el partido y no lo rodea de puntillas. El equipo que realizó 5 faltas en Balaídos y 7 en el Metropolitano para acabar goleado, cometió 20 ante el Mallorca y 18 en Villarreal. Uno casi lo gana y el otro se lo ha llevado. 4 puntos de 6, muy cerca del pleno. Al chihuahua le han implantado dientes de cocodrilo.

Al Real Valladolid le salió casi todo de cara en Villarreal. Tuvo la misma fortuna en el remate que mala puntería su rival. El VAR anuló un gol por fuera de juego a los amarillos y El Yamiq marcó un gol que recordó al de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México. Sí, El Yamiq, no es ninguna errata. 

Las sombras del encuentro fueron la posible lesión de Hongla, un titán en el sentido futbolístico y personal que no fue al entierro de su padre en Camerún por jugar; y la expulsión de Pezzolano. El uruguayo saltó como un resorte cuando Iglesias obvió que El Yamiq llevaba más de un minuto tirado en el área tras recibir un pisotón de Chukwueze y Capoue marcó gol. El árbitro creía que el marroquí fingía y eso enervó a Pezzolano, quien se dirigió a Setién gritándole ‘¡Fair play!’. El técnico amarillo había avisado de que no tiraría el balón fuera en el caso de que hubiese un rival en el suelo, pero esta vez no fue simulación, sino pisotón. Aun así el Pucela supo por fin ser canchero, algo inherente a un equipo dirigido por un uruguayo.

El partido comenzó con  sorpresa en la alineación. El Papa (sobrenombre del míster blanquivioleta) dispuso una defensa de cinco con Hongla incrustado entre los centrales Joaquín y El Yamiq. Luis Pérez era el lateral derecho y Fresneda fue desplazado a la izquierda para parar a Chukwueze. En la medular Monchu y Kike flanqueban  a un más adelantado Amallah, casi en la mediapunta y que se convirtió en el cerebro ofensivo del equipo. Su nivel, si el físico le acompaña, es mucho más elevado que el de la media de la plantilla. Plata y Larin ocupaban la zona de ataque.

La disposición de los jugadores despistó al Villarreal, que encajó el 1-0 en el segundo minuto. Plata combinó con Amallah, que hizo la pared con Larin  para chutar mordido en el área, pero despistando a Reina, que vio cómo el balón entraba manso.

Tras un tiro lejano de Monchu, con el que el balón saludó al poste, los locales se volcaron en ataque y el Pucela pasó por sus peores minutos. Masip realizó una gran estirada en respuesta a un cabezazo de Torres y Chukwueze marcó en una internada de Morales en la que salió en fuera de juego. El VAR avisó e Iglesias anuló el tanto.

El susto espabiló al Pucela, que volvió a rondar la portería levantina. Plata tiró flojo a puerta, con todo a favor, y Larin casi marca de cabeza, adelantándose a la zaga rival, tras un centro de Monchu. Morales respondió con  dos tiros cruzados. Uno se marchó fuera por poco y el otro fue despejado en paradón por Masip. 

Y llegó la jugada del partido y una de las mejores de la Liga. El Yamiq robó el balón al borde de su área, abrió juego y el cuer0 le volvió en plena carrera, franqueó la medular, subió por el pasillo del diez, se internó en el área rival y, cuando todos esperaban el centro, disparó. Reina se tiró antes de tiempo y tocó el balón pero no evitó que entrase. Un golazo para irse al descanso 0-2. 

La segunda parte fue agónica para el Pucela, que se mostró mucho más fuerte y correoso que en sus últimos desplazamientos. Chukwueze falló de forma increíble solo con la portería para él tras regatear a Masip. No era el día del nigeriano, bien cubierto por Fresneda, aunque sin ayudas. En su siguiente tiro pegó en el poste. 

Después llegó el golpe a El Yamiq, el gol de Capoue con manos blandas de Masip, que falló en el despeje, y la expulsión de Pezzolano. Era el minuto 74. Cuando el empate parecía cuestión de tiempo, no hubo más tiro local peligroso que uno alto de Moreno. El Pucela pudo sentenciar a la contra en tres ocasiones. Kenedy, desconocido por su lentitud y falta de ayudas, (las sustituciones no funcionaron esta vez) tiró flojo en el área. Sergio León disparó cuando tenia a Aguado solo y desmarcado, parando Reina. El ex inernsacional también se empleó en el chut de El Yamiq, que tenía a Luis Pérez esperando en boca de gol.

Al final el 1-2 se festejó como un título. Razones hay para ello: la permanencia es el único trofeo que se disfruta durante un año entero.

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