Diario de Valladolid

BALONCESTO / LEB ORO

Extraño paso en falso del Real Valladolid Baloncesto

Un diezmado y blando UEMC Real Valladolid paga su pobre puesta en escena para caer contra Cáceres / Paco, preocupado por las nuevas lesiones de cara a la Copa

Partido entre el UEMC Real Valladolid y Cáceres en Boecillo. / LOSTAU

Partido entre el UEMC Real Valladolid y Cáceres en Boecillo. / LOSTAU

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Y del blanco del nuevo al negro. Del despertar al letargo. De la lucidez mostrada en Torrelavega a las dudas y la intermitencia en el cuarto ensayo de la pretemporada. Un UEMC Real Valladolid posiblemente cansado de piernas por la carga física y condicionado por las ausencias de Sergio de la Fuente y Mike Torres,  pagó caro su pobre, puesta en escena con 0-8 de salida en un primer cuarto sin ritmo y totalmente errático en el que solo fue capaz de anotar 8 puntos por 18 de su rival, liderado por el lituano Jarumbauskas.

El conjunto vallisoletano, falto de chispa, soliviantó por momentos a un Paco García que ya parece haber encontrado un chivo espiatorio para  descargar su ira. Algo verá García más de lo que se ve en los partidos. Pero lo cierto es que Belemene parece tener colocada una diana sobre él. Cualquier fallo, posiblemente de concentración, es castigado con la bronca y el banquillo.. Y siempre con el recambio de un novato, Pablo Martín. Más leña al fuego. Belemene, de momento, no es lo que busca el exigente entrenador vallisoletano. ¿Otro caso Bradley Hayes? Los caminos son parecidos.

En Boecillo, la intermitencia del UEMC apenas le dio para competir en los tres primeros actos, donde llegó a ir perdiendo por 14 puntos (25-39). No fue hasta el último cuarto cuando el liderazgo de Pantzar (en blanco hasta el descanso), llevó a nivelar el duelo más por deseo de alguno (no de todos) que por certeza. El UEMC, a arreones y quizás dependió en exceso de Pantzar, más suelto como ‘dos’ que como base puro, remó hasta morir en la orilla. El equipo tuvo la ocasión de forzar la prórroga a un segundo para el final con dos tiros libres de Pantzar. Pero el base sueco falló uno y no hubo tiempo para más.

Ni siquiera Cáceres, que supo vivir de las rentas provocadas por el acierto desde el 6,75, no se enteró que la mesa le había birlado un punto al anotar como de dos un triple de Jarambauskas. Gantt y Kuiper, nuevas lesiones de cara a la Copa.

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