Diario de Valladolid

FÚTBOL / PRIMERA RFEF

Baptista seguirá hasta el final

Ronaldo no se plantea la destitución del técnico del Promesas, amigo y ex compañero

Julio Baptista en la banda ante el Racing de Ferrol. / R. V. / I. SOLA

Julio Baptista en la banda ante el Racing de Ferrol. / R. V. / I. SOLA

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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El Real Valladolid Promesas está en caída libre. El filial blanquivioleta no gana desde que derrotó 1-2 al Badajoz el 8 de enero. Desde entonces acumula cuatro derrotas y un empate in extremis en casa ante el Dux. Un punto de los últimos 15 en disputa. 

Su errática marcha, en la que vuelve a caer cuando parece despegar, le ha depositado en la decimoctava plaza de la clasificación, a cinco puntos ya de la zona de salvación, que marca el decimoquinto, Talavera, con 23 puntos. Los blanquivioleta cuentan con la bola extra de un partido aplazado, que puede acercarles a la permanencia, aunque su rival es el Real Unión de Irún, quinto clasificado

El equipo que entrena Julio Baptista suma 4 victorias, 6 empates y 13 derrotas. Sus escasos 18 puntos cuenta con un balance goleador de -15, con 27 tantos marcados y 42 recibidos. Sólo el Extremadura, en pleno proceso de descomposición como club, ha recibido más goles en el campeonato (51). 

Estas cifras en muchas entidades invitarían a a la destitución del técnico, pero no es el caso del Real Valladolid. En primer lugar, porque es política del club desde que llegó Ronaldo. Si el brasileño mantuvo hasta el final a Sergio, que llevaba meses con el primer equipo a la deriva la temporada pasada, y con un juego en las antípodas del que gusta al presidente, razón de más  para aguantar a Baptista, cuando además es ex compañero como futbolista, amigo y compatriota.

En otro club Baptista probablemente estaría en la calle. El técnico se aferró en su última rueda de prensa a la labor formativa de un filial . «Como máximo responsable, me encantaría ganar aquí todos los partidos y que la gente se fuera contenta para casa. Lo que me han pedido es que los jugadores progresen, y están progresando. Si solo pensamos en el resultado, dejamos de hacer las cosas bien». 

La realidad es que la labor formativa también ha quedado en segundo plano. Baptista ni siquiera reparó en Fresneda para subirlo al filial, cuando lo entrenó en el juvenil. También tardó mucho en ver a Narro y a jugadores en la órbita de las selecciones inferiores que esta temporada estaban capacitados para dar el gran salto al filial pero que entran en el mismo con cuentagotas. En resumen, el Promesas de Baptista ni compite ni forma. Pero seguirá hasta el final.

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