Las dos caras de la moneda de los jugadores del Real Valladolid

El éxito puede ser estar en el momento adecuado en el lugar perfecto. La vida da muchas vueltas y del cielo se puede pasar al infierno en muy poco tiempo y viceversa. El mejor ejemplo lo tenemos en futbolistas que el pasado año en el Real Valladolid se convirtieron en las tres grandes decepciones (Pedro Porro, Ben Arfa y Sandro Ramírez) y que este año, tras marcharse de Zorrilla, están triunfando con letras de oro. En el otro lado de la balanza, Unal y Salisu que, tras ser piezas básicas de la permanencia, ahora no están rindiendo al nivel esperado. 

Lo más llamativo llega desde Francia donde Ben Arfa , la estrella que llegó en el mercado de invierno se ha convertido en el referente en el arranque de la temporada en el Girondins de Burdeos . Dos goles en siete temporada y la sensación de que por Zorrilla pasó una gran estrella a la que no se supo dar brillo. Es cierto que a Valladolid llegó con exceso de peso y a las puertas de la pandemia, pero tampoco Sergio, que ya contaba con un bloque hermético, hizo mucho por integrarle. 

Parecido ocurre con Pedro Porro, el lateral derecho que en el Sporting Club de Portugal está exhibiendo las buenas expectativas que demostró en Girona. En Lisboa, con el sistema de cinco defensas de Emanuel Ferro vuelve a brillar. Lo juega casi todo, ha regresado la alegría a su cara y además anota gracias a su progresión ofensiva. En Valladolid no tuvo hueco ni tampoco se lo hicieron, Sergio apostó para ese lateral derecho por Javi Moyano (que se encuentra actualmente sin equipo), y el cambio de esquema fue algo innegociable. 

 

Y Sandro Ramírez también ha encontrado en Huesca los goles que le resistieron en Valladolid. El equipo blanquivioleta comprobó la maldición del ex en la jornada 6 y posteriormente volvió a marcar en el empate contra Osasuna. Jugadores para los que les ha cambiado la fortuna y que han encontrado técnicos que sepan sacarles el mejor de los rendimientos. 

La moneda salió cruz para Ënes Unal, Mohamed Salisu (y en menor medida Antoñito) que aquí se convirtieron en decisivos sobre el campo y que, de momento, no han demostrado nada en su nuevos equipos. El Southampton dejó 12 millones de euros en las arcas blanquivioletas por el central ghanés, que todavía no se ha estrenado con el equipo inglés. Al principio fueron problemas físicos, luego la falta de ritmo, y después de once jornadas no ha ido ni convocado. Mientras que Unal, la apuesta ofensiva de Sergio junto a Guardiola , se difumina cada semana que pasa en Getafe . Su triste bagaje se resume a 271 minutos en 11 partidos y contando cada vez menos para el ya discutido José Bordalás . 

Antoñito tampoco se ha estrenado con el Panathinaikos griego.  Mientras que el caso de Jorge de Frutos tiene pinta de convertirse en otra mala gestión. El extremo, poco a poco, va entrando en los ‘onces’ del Levante y este pasado sábado anotó su primer tanto contra el Getafe. 

 

La suerte en el fútbol es un argumento cada vez más recurrente. Para unos juega un papel vital, para otros no existe, y la única fortuna es el trabajo. Es, la importancia de estar en el lugar y el momento adecuado  y de rodearte de gente que sepa exprimir al máximo las características de cada uno.